La decisión del gobierno de Cristina Kirchner de controlar el papel destinado a la prensa para fijar su precio, producción, comercialización y distribución representa un "nuevo y grave retroceso" para la libertad de expresión en la Argentina, advirtió la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Esta semana, diputados oficialistas presentaron un proyecto de ley para expropiar las acciones del Grupo Clarín y el diario La Nación en Papel Prensa, la única empresa que produce papel para diarios en el país, bajo la excusa de que se trata de un bien "de utilidad pública".
"Cuando el Estado, en cualquier país, controla el insumo básico de la prensa para que los periódicos puedan circular y difundir sus informaciones y opiniones, el riesgo de que se cometan arbitrariedades en función de las líneas editoriales de los medios y periodistas aumenta exponencialmente", declaró Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Expresión e Información de la SIP.
Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, agregó que "en el caso argentino, esto constituye un nuevo y grave retroceso para la libertad de expresión en el país, que desde la llegada al poder del kirchnerismo en 2003 viene afectándose sin solución de continuidad".
Los ataques contra los socios privados de Papel Prensa se iniciaron hace más de cuatro años, recordó el ejecutivo. "El objetivo final de todo ese tinglado era que la señora Presidenta tuviera la llave para decidir cuánto papel se produce, qué precio tiene, cómo se comercializa y a quién se le distribuye", precisó. "Que la Presidenta y su cohorte controlen la producción e importación del papel aleja cada vez más a Argentina de la familia de las democracias republicanas y acerca al país a los estados totalitarios", añadió Paolillo.
"El Gobierno ya aplica la censura indirecta de premios y castigos con la publicidad oficial, el acceso a la información pública y la presión sobre las empresas para que no anuncien en los diarios; con estos antecedentes, el peligro de que haga lo mismo con el papel de diarios es obvio", argumentó.
En tanto, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) también repudió el proyecto del Gobierno para expropiar parte de Papel Prensa, en un documento que difundió bajo el título de "Sin acceso libre al papel, no hay prensa libre". Y aseguró que "constituye uno de los mayores peligros que ha enfrentado la prensa independiente en nuestro país durante las últimas tres décadas".
"Qué ocurriría si la distribución del papel se hiciera con la misma lógica con que se reparte la publicidad oficial?
Es decir, si se hiciera teniendo en cuenta la línea editorial de los medios y se empleara a la provisión de ese insumo como herramienta de disciplinamiento y estímulo", planteó Adepa.
Según la entidad que agrupa a más de 170 diarios de todo el país, "para periódicos diarios medianos no quedaría otra opción que el cierre y la pérdida de centenares de puestos de trabajo. Incluso para grandes medios, el impacto sería letal".