Buenos Aires. El empresario K Cristóbal López, conocido como "el zar del juego", amplió esta semana todavía más su hegemonía en ese mercado: el martes se oficializó su compra del 50 por ciento del paquete accionario del casino Trilenium, de Tigre, que estaba en manos de la empresa Sociedad Comercial del Plata, del Grupo Soldati.
Según informó esta última compañía a la Bolsa de Valores, la operación se cerró por 108 millones de pesos. La otra mitad de las acciones de Trilenium, igual que su administración, están bajo control de Boldt, una firma considerada hace pocos días, como competidora de López.
Según pudo averiguarse, "el zar del juego" buscará ahora avanzar sobre el paquete accionario de sus nuevos socios, en teoría sus "rivales", para poder manejar con autonomía a ese negocio.
Fuentes que están al tanto de ese proyecto contaron que Cristóbal, como se conoce al empresario en el mundo del poder K, impulsa ese plan porque cuenta con el apoyo del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, su nuevo "protegido" en la clase dirigente: es su candidato a la Presidencia para 2015.
El mandatario bonaerense se involucró en forma personal en la operación de compra de Trilenium que realizó López.
Hace tres semanas, el gobernador se reunió en Mar del Plata con el "zar del juego" y con el titular de Boldt, Antonio Tabanelli, a quien disuadió para que aceptara asociarse con su histórico "enemigo". El encuentro se realizó en el NH Gran Hotel Provincial y también tuvo como testigo al titular del Instituto Provincial de Loterías y Casinos, Jorge "Piedrita" Rodríguez. Tabanelli aceptó después conformar una nueva sociedad con López.
La concesión del casino Trilenium está vencida: en el mercado del juego se asegura que Cristóbal entró en esa empresa porque se garantizó que la administración Scioli le renovara la licencia para explotar ese emprendimiento por varios años más.
Para él, además, ese negocio es la puerta que podría llevarlo a expandir todavía más su imperio del juego, rubro en el que ya maneja 27 casinos y salas de tragamonedas. El casino Trilenium funciona con una excepción que prohíbe a sus competidores hacer negocios en 150 kilómetros a la redonda de la localidad de Tigre.
Como Cristóbal es ahora dueño de ese casino, podrá instalar algún otro o algún bingo en la zona norte del conurbano bonaerense, la zona con mayor poder adquisitivo de la provincia de Buenos Aires.
