La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió hoy que aunque la "metan presa no" la van a "callar", embistió con crudeza contra el gobierno de Mauricio Macri, al que acusó por las "calamidades" de los últimos 120 días, y convocó a un "frente ciudadano" desde el cual "reclamar por los derechos arrebatados".
La ex mandataria, en su primer discurso desde que dejó el cargo en diciembre, habló ante una multitud que, bajo la lluvia, aguardó su comparencia ante el juez federal Claudio Bonadio en los tribunales federales del barrio de Retiro, en el marco de la causa por operaciones del Banco Central con dólar futuro.
"Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero lo que no pueden es hacerme callar", advirtió Fernández en su discurso, que se extendió durante 62 minutos y fue varias veces interrumpido por cantos de los militantes, que pidieron por su regreso y cargaron contra Macri por ser "la dictadura".
"No tengo miedo. Renuncié voluntariamente a tener fueros. No los necesito. Tengo los fueros que me dio el pueblo", subrayó.
Luego de establecer un "hilo conductor" entre las caídas de los gobiernos de Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón, y el golpe militar de 1976 y su situación judicial, la ex presidenta aseguró que se trata de intentos "moralizadores" de quienes buscan "arrebatar los derechos adquiridos" de los "empoderados".
Son "atropellos que no se podrían consumar sin la complicidad del Poder Judicial. Así como hubo decretos prohibiendo decir 'Perón o Eva Perón', ahora estoy segura de que si pudieran prohibir la letra k del abecedario lo harían", conjeturó.
"Ayer escuchaba a una señora que decía que había que inhabilitarme de por vida para ocupar cargos públicos, íla proscripción otra vez en la Argentina, qué poco originales!", ironizó, para luego embestir contra Macri por su política económica y por su situación judicial, tanto actual como pasada.
"Si querían llevarnos al mundo, lo han logrado. Estamos en las tapas de todos los diarios del mundo, menos en los de la Argentina", recordó, en alusión a la pesquisa que liga a Macri con los "Panamá Papers".
"Si pudieran prohibir la letra k de abecedario lo harían", lanzó
Sin embargo, "no hace falta remitirse a este escándalo internacional", ya que "quien hoy es presidente" fue absuelto por una "mayoría automática en la Corte Suprema" por un caso de "contrabando agravado de autos. ¿Se imaginan si yo hubiera sido presidenta con un antecedente de contrabando agravado?" indagó.
"Se la pasaron buscando la ruta del dinero K, y encontraron la ruta del dinero M. Esto demuestra que los argumentos moralizantes tienen un solo objeto, ir por los derechos adquiridos que se ganaron en 12 años de gobierno", sostuvo.
En esa línea, remarcó que los argentinos "deben unirse. Son graves los problemas que se han provocado en apenas 120 días. Nunca he visto tantas calamidades en 120 días", reprochó.
Ese concepto dio pie a la ex mandataria para convocar un "frente ciudadano", ante "el retroceso que se vive, porque después cuesta mucho remontar la cuesta. Situaciones similares se replican a nivel regional", juzgó.
"Esto es una matriz comunicacional, política y judicial que se extiende en toda la región para identificar a los proyectos nacionales y populares con la corrupción de modo tal que después vienen los moralizadores y cuando esto se terminó, ya no te acordás ni de cómo te llamas", reforzó.
Por ello, pidió "conformar un gran frente ciudadano, incluyendo también a esos dirigentes sindicales que hacían huelga porque no querían pagar Ganancias. Ahora están echando a la gente como perros. Necesitamos ese frente organizado".
La consigna será "preguntarles 'cómo estabas antes del 10 de diciembre, cómo vivió los últimos 12 años, qué obtuvo y cómo vivió. Ese frente no tiene que preguntar de qué partido viene o a quién votó, sino cómo estaba y si quiere estar mejor".
"No vine acá para dividir a los argentinos. Durante años pudieron expresarse como querían, con insultos, agravios (a su persona), porque vivían en libertad. Yo quiero recuperar para ustedes esa libertad, porque la estamos perdiendo", alertó.
Tras asegurar que desde diciembre guardó "un respetuoso y democrático silencio por respeto a la voluntad popular", reclamó a Macri que también la respete: "No iba a devaluar, no iba a echar, no iba a haber ajustes. Pero no se enojen con otros argentinos, propongo convocar un frente para reclamar por los derechos que les han arrebatado".
"La patria es el otro ha pasado a ser la patria es del otro. Ese frente ciudadano debe requerirle al Congreso, que antes llamaron 'escribanía de Cristina', que se convierta en una 'escribanía del pueblo'. La democracia exige que cada uno represente el voto que lo llevó a esa banca. Cuando los dirigentes no respondan a ustedes, tomen la bandera y marchen adelante, no esperen salvadores ni Mesías", instó.
"No importa que algunos sean kirchneristas y otros no, porque los que no lo son, no lo van a ser nunca; pero ¿saben qué?, las cuentas de luz, de gas y de electricidad las tienen que pagar igual".
La ex mandataria también lanzó críticas indirectas a Miguel Pichetto y a Diego Bossio, defendió a Milagro Sala y se refirió a una conspiración para acabar con los gobiernos populares de América Latina.
"Propongo que, con inteligencia, que seamos capaces de conformar un gran frente ciudadano y que se convoque a los sindicalistas que están reclamando, porque están echando a la gente como a perros", enfatizó la ex primera mandataria, tras recordar con ironía que "antes" hacían "huelgas por el impuesto a las ganancias".
"No vine acá para dividir a los argentinos, al contrario. Durante tantos años, millones de argentinos pudieron expresarse acerca de esta Presidenta y sus políticas, de la mejor manera, con agravios o sin agravios, porque vivíamos en libertad", expresó
"Si analizan la historia verán que no es el único caso en que una ex Presidenta es perseguida. El primer presidente perseguido fue Hipólito Yrigoyen, cuando lo derrocaron en 1930 y luego le imputaron hechos de corrupción a granel y lo tuvieron preso en la Isla Martín García", dijo
Cristina recordó que "el día que liberaron a Yrigoyen asumía el General (Agustín P.) Justo, dando inicio a la tristemente década infame, cuando se vendió una vez más el país y a los argentinos".
"En aquella oportunidad, Yrigoyen, el movimiento nacional y popular, representaba los intereses de los desposeídos, de la pequeña clase media que recién surgía, de los pequeños productores. Arrasaron con él, pero fundamentalmente con el obstáculo que impedía lo demás", dijo, y clamó que "los dirigentes no cambian la historia, sino que los que cambian la historia son los pueblos".
La ex mandataria señaló que a Yrigoyen lo volvieron a encarcelar en la Isla Martín García, ya no por corrupción "sino por conspiración", y recordó que igual suerte corrió Juan Domingo Perón, quien junto a Evita "construyeron historia y época con los derechos adquiridos, con la transformación social y la movilidad social ascendente". "Pero no nos olvidemos que el golpe Yrigoyen fue convalidado por la Suprema Corte de Justicia. No podrían haberse consumado los atropellos, las entregas y la desgracia sobre tantos argentinos sin la complicidad del Poder Judicial", concluyó la ex jefa de Estado.