Cristina respaldó a Pérez y Bermejo

La mandataria firmó el financiamiento para Los Blancos y el contrato para iniciar la obra. Pero también prometió que llevará el gas natural a Malargüe. El oficialismo logró la foto que quería para impulsar su campaña en la recta final hacia las elecciones

Cristina respaldó a Pérez y Bermejo
Cristina respaldó a Pérez y Bermejo

El sueño de que Cristina Kirchner viniera a darle el espaldarazo necesario a la campaña del FpV en Mendoza se hizo realidad, y se cristalizó con la foto del final, en la que la Presidenta apareció en el medio de las dos fórmulas, la de gobernador, con Adolfo Bermejo y Diego Martínez Palau de un lado, y la de los legisladores nacionales, con Anabel Fernández Sagasti y Rubén Miranda del otro.  Y se adornó además con los regalos que la mandataria le hizo al gobernador, Francisco Pérez, para su gestión.

Ayer por fin llegó el postergado anuncio de la autorización del financiamiento nacional para construir Los Blancos, con la firma del contrato con la UTE que realizará esa obra sobre el río Tunuyán. Pero, además, tuvo como “yapa” algo que “conversó” con Fernández Sagasti: la promesa de llevar el gas a Malargüe, lo que dejó no sólo satisfechos sino felices a los justicialistas que asistieron al acto más importante de la campaña de cara a la votación del 21.

El motivo inicial de la reunión fue la inauguración de la Unidad de Diagnóstico Intensivo (UDI) del hospital Metraux, de Fray Luis Beltrán (Maipú), tal como Bermejo quería. Allí llegaron más de diez mil personas en una verdadera fiesta peronista que empezó temprano a la mañana, que tuvo todo el folclore de la militancia (ver página 4), la clásica peregrinación de dirigentes y candidatos, y a Cristina.

La Presidenta llegó a las 12.30 en el helicóptero oficial y tras inaugurar el hospital, subió al escenario donde la plana mayor del peronismo local la esperaba. Junto a funcionarios nacionales como Aníbal Fernández, Axel Kiciloff y Teresa Parodi, encabezó tres teleconferencias. Una con Bariloche, donde Argentina tomó por tercera vez la presidencia del Grupo de Países Proveedores de Energía Nuclear.

Después, en San Martín de Los Andes, Neuquén, Cristina inauguró una parte la ruta 40 en el circuito de “Los siete lagos” y ya en Mendoza, en Zapata, habló con el intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, que junto a su par tupungatino, Joaquín Rodríguez, inauguraron el último tramo de la doble vía.

Tras cartón, se firmaron distintos convenios. El primero benefició a la empresa sanrafaelina Plastiandino, de Hugo Bianchi, a la que se le dieron $ 20 millones del Fondear (Fondo para Desarrollo Económico).

También se firmó el acta de reapertura y ampliación del registro de exportación de excedentes de vinos, para sostener precios y “apoyar la actividad ante la sobreproducción de la campaña actual”, hecho que fue festejado por los asistentes pero no por los bodegueros y productores.

Pero el éxtasis llegó con la firma más esperada, la que desató la algarabía dirigencial: la autorización de fondos para construir Los Blancos, con un monto público de 964 millones de dólares que sumados a los aportes privados redondearán 1.500 millones para las dos presas (Los Blancos y Los Tordillos).

En ese entorno festivo, llegaron los discursos. El primero en hablar fue Pérez, que notablemente nervioso, agradeció a la Presidenta las obras, declaró sentirse “orgulloso de pertenecer al proyecto nacional y popular” que ella lidera -dejando en el olvido los roces que le costaron perder su candidatura a diputado nacional- y enumeró concreciones de su gestión, en la mayoría de los casos con aportes nacionales.

Así, habló del programa de alfabetización Educa; del Progresar, el Fines y Conectar-Igualdad. También se refirió al canal Acequia; a los nuevos jubilados que se incoporaron, a la YPF estatal y la doble vía a Desaguadero. Además, ponderó el mercado de la Terminal y la política de viviendas, destacando las 8.700 del Procrear, “y el resto, 50% con fondos nacionales”.

Sobre el final, emocionado, Pérez pidió a todos que trabajen “juntos para lograr un triunfo el 21 de junio”. Fue el único instante en el que se habló de campaña.

Cristina, en tanto, no habló de fechas electorales, pero sí coincidió con Pérez en ponderar la era K. Así lo mostró con la obra que acababa de inaugurar, financiada con el Fondo Federal de la Soja. “Por primera vez un gobierno nacional decide compartir con el resto de los argentinos un derecho de exportación para obras” resaltó.

Lo mismo hizo con las otras obras inauguradas en ese momento. Y también cuando resaltó Los Blancos, aunque en este caso prefirió recordar las presas de Santa Cruz, “presidente Néstor Kirchner” y “gobernador Jorge Cepernich”, que ya están en construcción y que en su momento compitieron con Los Blancos.

En realidad, la Presidenta quiso resaltar el rol del Estado en la política pública y en la privada. En eso basó casi toda su alocución. Por eso habló del “involucramiento” estatal en la ayuda a las empresas, sobre todo cuando se refirió al subsidio a la empresa de Bianchi.  “No nos borramos, siempre estamos presentes”, dijo.

También habló del crecimiento que “se mide en números” y cuestionó a los opositores “que no hablan de números, porque cuando les tocó gobernar, los hicieron muy mal” y resaltó que “no hay balance económico que cierre si no cierra el balance social”, en decidida actitud confrontativa. Y allí lanzó la frase de campaña: “Podés tener el mejor intendente o el mejor gobernador, pero si no tenés el proyecto de país que contenga y dé políticas públicas, no hay posibilidades de crecer”.

Fue entonces cuando resaltó los números del malbec, cuyas exportaciones “crecieron 14 veces en estos 12 años”, o de la coparticipación nacional a Mendoza que de recibir $ 795 millones en 2003,  en 2014 recibió 12.671 millones. “Midan los índices que quieran o en las mediciones que mejor les parezcan”, señaló, anticipando críticas a raíz de la inflación.

Ya sobre el final, hizo el sorpresivo anuncio. “No quiero irme de Mendoza sin comprometerme ante este pueblo” anunció y explicó que “conversando con Anabel Fernández Sagasti”, se enteró de que Malargüe no tiene gasoducto ni red de gas y por eso prometió que trabajará “para que tenga su gasoducto y su red”, y fue así como encaró el final volviendo a ponderar el rol del Estado que “debe llegar a cada rincón de la Patria, ampliando derechos y bienes sociales”.

Luego, vino el momento de irse. Pero antes de aterrizar en el aeropuerto hizo una escala en el complejo de departamentos que se construye en la calle Paso, también de Maipú, con fondos del Procrear.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA