Cristina Fernández de Kirchner no espero ni cinco minutos a su llegada a Rusia para hablar sobre la postura que adoptará en la Cumbre del G-20 que oficialmente comienza hoy en San Petersburgo.
A metros de la escalinata del Tango 01, aseguró que planteará en el foro el problema de la deuda y los fondos buitre, a pesar de la negativa de EEUU de que el tema aparezca en el documento final de la reunión. No sólo en ese aspecto criticó la postura de Washington.
También fue dura sobre la propuesta de Barack Obama de intervenir en Siria con el uso de la fuerza. "No creemos que a las muertes se las solucione con más muertes", dijo.
La Presidenta llegó ayer cuando eran las tres y cuarto de una tarde soleada en las orillas del Golfo de Finlandia. La diferencia horaria de siete horas más la hizo decir "buenos días", lo que corrigió rápidamente.
"Aunque no es tan temprano acá, yo siempre conservo la hora argentina. Es una costumbre mía.Cuando la mayoría va de viaje cambia su reloj y adecua su horario al lugar en que está. Pero como mi cabeza está, y siempre estará en la Argentina, yo siempre en mi muñeca llevo la hora de mi país. Porque siempre necesito saber qué está pasando, qué están haciendo", dijo.
La Presidenta ayer estuvo especialmente pendiente de lo que sucedía a 13.202 kilómetros de distancia.
En San Petersburgo habló de la deuda y contra el accionar de los fondos buitre en el día en que el Senado se preparaba a aprobar la reapertura del canje de la deuda para tenedores que rechazaron las anteriores reestructuraciones.
Entre ellos, los fondos especulativos que demandaron al país en Estados Unidos. Ésa fue la razón, se argumentó, para que no viajara al G-20 el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.
Por eso, con un pequeño bouquet de rosas de colores en la mano -un regalo de bienvenida del presidente ruso Vladimir Putin-, la Presidenta habló sobre el tema ni bien bajó del avión. No fueron precisamente flores las que envió al presidente estadounidense.
"Vamos a hablar de crecimiento, empleo y de deuda también", dijo sobre la agenda del G-20. "El de la deuda es un tema que vamos a plantear. Diremos que es un condicionante de la economía global - explicó-. Lo haremos pese a que hubo una negativa por parte de Estados Unidos a que se mencionara el tema específicamente en el documento final".
Según la Presidenta, la importancia de tratar el tema de la deuda y el rol de los fondos especulativos sobre ella "no es un problema que nos aqueje solamente" a los argentinos. "Los fondos buitre son los que se aprovechan de los países próximos a defaultear como nos pasó a nosotros, les pasó a los griegos, a España y Portugal", insistió.
Ellos "compran los bonos de la deuda a precios basura y luego pretenden obtener la totalidad y así Grecia va por su tercer pedido de reestructuración de deuda y no puede pagar", explicó desde el aeropuerto Pulkovo, el que ayer sólo estuvo abierto para recibir las delegaciones de los jefes de Estado y que participarán en el foro que reúne entre hoy y mañana a las economías industrializadas y algunas de las emergentes para tratar de coordinar políticas que aseguren la estabilidad económica mundial.
Sin nombrar el fallo contra la Argentina en los tribunales de Nueva York del 23 de agosto pasado y a favor de los holdouts que no entraron en el canje anterior lo que obligó a una nueva reapertura del canje de la deuda, Fernández de Kirchner aseguró: "A nosotros -que hicimos quitas que comprenden al 93% y que venimos pagando desde 2005-, nos castigan".
El apoyo a esta postura del Estado argentino, la Presidenta lo buscará en este foro multilateral y también en las reuniones bilaterales que mantendrá en paralelo a la Cumbre.
En un momento, el Gobierno también buscó ratificar este apoyo por parte de la administración Obama, pero no pudo confirmar una reunión bilateral que, según fuentes oficiales argentinas, nunca fue pedida, aunque otras fuentes diplomáticas aseguran que hubo gestiones.
EEUU se había presentado como "amicus curiae" de Argentina en la segunda instancia de apelación que finalmente el país perdió en agosto. Ahora la decisión está en la Corte estadounidense que debe primero decidir si acepta o no tratar el tema.
Por eso un apoyo de EEUU en el G-20 era considerado un espaldarazo: las reuniones previas que dieron lugar al documento final fueron encabezadas por la embajadora ante Washington, Cecilia Nahón.
Nada trascendió aún de por qué la administración demócrata se negó a que el tema de la deuda y los fondos buitre apareciera en el documento final que se firmará mañana en el espectacular Palacio Constantino, salvo las palabras de Cristina Fernández de ayer y que dejó al descubierto la negativa estadounidense.