Cristina Kirchner tuvo ayer “quórum” ya que congregó a 22 de los 39 miembros del bloque de senadores del PJ-Frente para la Victoria, es decir más de la mitad. Fue en una reunión en el Instituto Patria, su nuevo búnker en Buenos Aires, en la que hubo espacio para sugerencias, reclamos, intercambios de pareceres y votos de unidad.
Al cónclave asistieron los legisladores más fieles a su conducción política y también algunos que tienen posiciones más críticas. Pero faltaron los pesos-pesado que defienden la necesidad de que el peronismo garantice la gobernabilidad del país en el primer tramo de la presidencia de Mauricio Macri, como el jefe del bloque, Miguel Pichetto, o caciques como el santiagueño Gerardo Zamora y el tucumano José Alperovich.
La ausencia de sus principales críticos favoreció a una ex mandataria que busca recuperar influencia en el Senado luego de que el 30 de marzo una abrumadora mayoría del bloque del PJ-FpV votó por el pago a los holdouts. Este tema devoró ayer la mitad de las tres horas que duró la reunión ya que siete de los 22 asistentes decidieron acompañar el pedido de sus gobernadores en aquella histórica votación.
Cristina escuchó cada postura, pero marcó su diferencia con la ley sancionada. Incluso mostró un artículo elogioso sobre Macri escrito por el líder de los fondos buitre, Paul Singer, en la revista estadounidense Time.
“¿Cuál es la estrategia parlamentaria que tienen?”, les lanzó para romper el hielo Cristina Kirchner a los senadores del PJ-FpV. Inmediatamente les pidió que se pongan del lado del pueblo trabajador que está pagando los costos de las políticas económicas del oficialismo. No abundó sobre el “frente ciudadano” que lanzó hace nueve días desde las escalinatas de los tribunales de Retiro.
Prefirió concentrar sus esfuerzos en convencer a los senadores peronistas, que dominan la Cámara Alta y tienen mayor poder de fuego que los diputados K, de ser más duros con el Gobierno nacional. “El compromiso que tenemos que tomar todos es no repetir la historia del 2001”, les pidió a los asistentes.
Pero la ex presidenta no tuvo una audiencia tan dócil como cuando reunió a 71 de los 82 diputados del FpV la semana pasada. Su ex Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, cuestionó que Oscar Parrilli haya llamado a cada uno de los 39 integrantes del bloque por separado, sin enviar un pedido de reunión a la presidencia que encabeza Pichetto. Otros senadores también defendieron al rionegrino, como el misionero Juan Irrazábal o la sanjuanina Marina Riofrío.
Por eso, ni la ex presidenta ni sus más fieles seguidores cuestionaron a Pichetto e hicieron votos por sostener la cohesión del bloque. “La unidad no se toca”, dijo la misionera Sandra Giménez.
Si bien Cristina Kirchner apoyó la unidad del bloque de senadores para tener mayor fortaleza ante la Casa Rosada, exigió que la misma cohesión también se traduzca en la Cámara Baja y en la conducción nacional del PJ, donde su figura divide aguas.
También hubo espacio para repasar la derrota electoral de noviembre. Fue allí cuando algunos senadores fueron más punzantes. Pero la ex presidenta volvió a culpar a la estrategia del candidato Daniel Scioli y aseveró que algunos dirigentes territoriales le sacaron el hombro a la campaña en el último tramo.
Pidió que se rechacen los pliegos para la Corte
Cristina Kirchner aprovechó la reunión para sugerirle a la bancada mayoritaria que vote en contra los dos pliegos que el presidente Mauricio Macri envió al Senado para integrar la Corte Suprema de Justicia. Sostuvo que tanto Carlos Rosenkrantz como Horacio Rosatti tienen un “pecado de origen” ya que aceptaron su designación “en comisión”, es decir por decreto.
La ex presidenta tuvo un momento de autocrítica cuando reconoció como un error suyo haber impulsado en 2006 la reducción (de siete a cinco) de los miembros del Máximo Tribunal. Por eso se permitió una segunda recomendación: trabajar en una ley que amplíe el número de jueces supremos, que incluso establezca diferentes salas especializadas, como propone el ex magistrado Raúl Zaffaroni. Esta visión ya fue rechazada por Macri, quien quiere sostener una Corte de cinco miembros y prefiere que sus integrantes provengan del Derecho Constitucional.
El mensaje de Cristina Kirchner cundió entre algunos de los presentes sobre todo porque no asistieron al encuentro de ayer ni Miguel Pichetto, el titular de la bancada, ni otros peso-pesado que ya firmaron el dictamen sobre los pliegos de Rosatti y Rosenkratz, como el salteño Rodolfo Urtubey, el jujeño Walter Barrionuevo y el santafesino Omar Perotti.
El macrismo y la oposición no tienen aún claro cuándo se someterán estos pliegos a votación.