El chequeo realizado anoche a la presidenta Cristina Fernández arrojó parámetros "normales". Sin embargo, le realizarán estudios cardíacos complementarios y deberá continuar con el reposo de 30 días, aunque podrá realizar "caminatas" sin hacer esfuerzos ni someterse a situaciones de estrés.
Estos son los principales puntos del parte dado a conocer, tras los controles a los que, por poco más de media hora, fue sometida la jefa del Estado en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, adonde ingresó a las 21 y se retiró a las 21.45.
"Está muy bien, sigue recuperándose", dijo el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro a la prensa, en el mismo momento en que el automóvil Audi se alejaba del lugar con la mandataria a bordo, rumbo a Olivos.
Además de los controles neurológicos y neuroquirúrgicos, que fueron favorables, el parte indicó que se le practicarán nuevos estudios circulatorios a raíz de los episodios cardiovasculares previos a la cirugía del día 8.
Esta fue la primera salida de la mandataria desde el pasado domingo 13, cuando fue dada de alta y se recluyó en la Residencia de Olivos para cumplir el reposo de 30 días ordenado por los médicos.
Durante ese tiempo, la Casa Rosada no difundió ninguna información sobre la evolución de la jefa del Estado y sólo hubo comentarios de algunos funcionarios.
A cuentagotas
Fue así que, a cuentagotas, se supo que cumplía un "reposo estricto" y sólo recibió a sus familiares más directos, no mantuvo contacto alguno con los temas de gobierno y trascendió que no ve televisión ni lee los diarios.
El vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo, Amado Boudou, que la representó en algunos actos pero no gestionó temas de gobierno y se cuidó en cada una de sus apariciones públicas de no comentar la intimidad presidencial, aseguró ayer que "muy pronto la vamos a tener entre nosotros en términos del día a día".
Otro ejemplo del aislamiento impuesto para evitar el estrés lo reveló en las últimas horas el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
En efecto, al anunciar que el Estado se hará cargo de la línea Sarmiento, Randazzo confirmó que Cristina Fernández "no sabe el hecho ocurrido el sábado", cuando una formación de esa línea volvió a chocar en la estación Once con casi un centenar de heridos.
Por su parte, el senador oficialista Aníbal Fernández dijo que la jefa del Estado continúa "recuperándose, haciendo absoluto reposo casi reglamentariamente, 100 por ciento, para cargar pilas y volver a la cancha en las mejores condiciones, y quiera Dios que así sea".
El secreto con que se manejó en los últimos diez días, desde que abandonó la Fundación Favaloro, el estado de salud de la mandataria generó versiones de todo tipo, como la que indicó antes de ayer que había sido trasladada al Instituto Fleni para hacerse estudios.
El gobierno dejó correr todos estos trascendidos sin hacer comentarios de ningún tipo ni dar información oficial.
La única alusión del área de Comunicación de la Presidencia sobre la salud de la mandataria fue la difusión de una carta enviada por el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, para expresar su solidaridad y sus deseos de "una pronta y completa recuperación".
Dada su situación y que continúa el impedimento para viajar en avión, Cristina Fernández no podrá ir el domingo, por primera vez en diez años, a la provincia de Santa Cruz para votar.