A cuatro años de su última visita, Cristina Fernández de Kirchner volvió a Mendoza. En un acto en San Martín, la expresidenta presentó su libro "Sinceramente" y les dio la "bendición" ante una multitud a los candidatos provinciales que irán por el batacazo en la provincia gobernada por Cambia Mendoza.
Con asistencia prácticamente perfecta, tanto los refrentes del kirchnerismo puro como los del peronismo tradicional (agrupados en Mendoza como Frente Elegí) asistieron a lo que fue el gran acto de campaña en Mendoza a dos semanas de las PASO nacionales. Por eso en la primera fila del auditorio Francisco, además de la fórmula para la gobernación Anabel Fernández Sagasti-Jorge Tanús estuvieron los candidatos a diputado nacional Marisa Uceda y Alejandro Bermejo.
Sagasti, la dirigente de Mendoza más cercana a Fernández de Kirchner, lo confirmó arribando al lugar junto a ella desde San Juan.
Otro de los bendecidos fue el anfitrión, Jorge Omar Giménez, el intendente de San Martín que desdobló los comicios y buscará una nueva reelección el 1 de setiembre.
Como en cada presentación del libro, el discurso de CFK fue claramente electoral, con pocas referencias a la obra publicada y muchas contra el gobierno de Mauricio Macri.
El clima del evento también correspondió a un acto político, ya que fue una fiesta kirchnerista, de militancia a pleno. Las banderas, gorros y remeras en las calles internas del Parque Agnesi daban a entender el clima del evento.
Adentro hubo pocos "neutrales": casi no se vio a ningún invitado especial de los que se habían anunciado previamente. Por eso las sillas fueron copadas por dirigentes y militantes, entre ellos referentes de derechos humanos, dirigentes sociales y sindicalistas, entre otros. Además de a todos los candidatos a intendentes y dirigentes de La Cámpora como Lucas Ilardo-, se vio en las primeras filas al ex vicegobernador Carlos Ciurca, el ex ministro de Seguridad Leonardo Comperatore, el ex gobernador Celso Jaque, el ex secretario de la Presidencia K Oscar Parrilli y al ex rector de la UNCuyo Arturo Somoza, entre otros. Pero a manera de curiosidad se pueden destacar dos nombres más: el del pintoresco y polémico ex director del Zoo, el pintor Norberto Filippo, y el actor Gustavo Garzón, que no paró de aceptar selfies de la militancia mientras se esperaba a Cristina.
Contra Macri
Fernández irrumpió en el escenario 55 minutos después de la hora pactada, junto al escritor Marcelo Figueras. Con el libro como excusa, la hora reloj que duró el evento fue dedicada a apuntarle al gobierno nacional.
"Macri tuvo una oportunidad extraordinaria por el país que habíamos dejado, con desendeudamiento, los medios a favor y el 'changüi' que tiene un Gobierno que recién arranca. Tenés que ser muy malo para chocarla toda". Así caracterizó al principal rival de su fórmula el 11 de agosto, sobre quien fue muy crítica por el aumento de la pobreza, la suba de tarifas y la falta de trabajo, entre otros.
Y como hizo hace una semana en Mar del Plata, apuntó a la caída del consumo. "Con los Precios Esenciales sólo te venden harina, polenta, arroz y aceite, como si fuera lo único que te merecés por ser pobre", destacó. Fue el prólogo para volver sobre las ya famosas marcas "pindonga y cuchuflito", a las que ayer agregó otra: "cadorna".
En este punto también se refirió a la baja en el consumo de alimentos. "Sorry, pero hoy estamos igual que Venezuela", sostuvo irónica. Y remató: "Si estas políticas siguen cuatro años más, no van a quedar ni pasas de uva", en lo que fue casi su única referencia a Mendoza.
Al final volvió a insistir en un "gran acuerdo social" para superar la denominada grieta que sacude al país. "Las cosas que nos unen a los argentinos son más que las que nos desunen. Esto tiene que terminar", pidió antes de lanzarse a firmar libros como cualquier autor best seller.