A principios de febrero, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, gran lectora de encuestas, tomó nota y dijo: “No creo que sea el fin del mundo perder una elección”. Casi dos meses después, aquel paraguas que Vidal abría para sorpresa de muchos es una hipótesis que maneja Cambiemos sin entrar en pánico.
“Es una elección de medio término; Vidal sigue teniendo altos niveles de aprobación; la reactivación económica es incipiente. Perder por unos pocos puntos no cambia el escenario de los dos próximos años”, especulan dentro del oficialismo respecto de las elecciones legislativas del 22 de octubre.
Octubre parece lejano pero el cierre de las listas para las PASO (esa gran encuesta nacional) es el 24 de junio. ¿Elisa Carrió versus Cristina Fernández por una banca a senadora? ¿Florencio Randazzo a internas contra su ex Presidenta? ¿Sergio Massa aguantará un escenario hoy polarizado entre Cambiemos y el Frente para la Victoria?
“Distintas mediciones coinciden en un escenario de tercios en la Provincia”, comentó el consultor político Federico González. Pero advierte: “La falta de definición de las grandes candidaturas agrega incertidumbre en la gente; hay mucho para ver aún”.
Las dudas del oficialismo
“Me voy a reunir con (Mauricio) Macri y después de Semana Santa voy a anunciar qué hago”, anticipó Elisa Carrió. Por las dudas, la co-fundadora de Cambiemos, ya limpió el terreno: en una movida astuta y feroz, sentenció a su favor una probable PASO contra Jorge Macri, intendente Pro de Vicente López: “No avalaré delincuentes dentro de Cambiemos”, dijo Carrió y dejó malherido al primo del Presidente.
Pese al camino libre, la salud de Carrió -lleva dos stents desde el año pasado- pone dudas a su candidatura en una campaña por un territorio tan vasto como áspero y crucial: será el escenario de la gran batalla electoral, destinada a nacionalizarse. Macri la quiere de candidata en la Ciudad.
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, y el neurólogo Facundo Manes, también son medidos por el Pro. El resultado del conflicto docente subirá o bajará las acciones del ministro. Manes no logra perforar techos mínimos de conocimiento entre el electorado.
Aparece, entonces, otra integrante del gabinete nacional: la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. “Es respetada por los movimientos sociales, su trabajo es bien visto por el Papa Francisco y su imagen tranquila y mesurada es la mejor contracara si Cristina es candidata; sería reeditar la pelea entre Vidal y Aníbal (Fernández)”, comentó a este diario un operador del Pro.
La armonía de Cambiemos (con gran sintonía entre Vidal y su vicegobernador radical, Daniel Salvador) podría ser alterada por Ricardo Alfonsín. “Nadie nos va a obligar a no ir a las PASO”, adelantó a Los Andes. Él expresa una voz crítica de la gestión de Cambiemos.
El dilema peronista
“Los intendentes quieren que Cristina sea candidata porque es la que mejor mide”.
Mario Ishii, histórico intendente peronista de José C Paz, en el oeste del conurbano, con notable sinceridad y realismo político, transparentó anteayer una posición que crece entre sus pares: los que integran el grupo Esmeralda (con referencia en Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, y el ascendente Gabriel Katopodis, de San Martín), el Fénix (de buen diálogo con la ex Presidenta), los “intendentes del interior” y el grupo de jefes municipales kirchneristas (Jorge Ferraresi, de Avellaneda y Patricio Mussi, de Berazategui, entre otros). Su prioridad es mantener la mayoría en los Concejos Deliberantes.
“Pero la boleta es traccionada por el segmento ‘Senador Nacional’”, explican. Allí, nadie mide mejor que Cristina Fernández, cuyos números en distintas encuestas van desde los 30 puntos a los 42.
“Por convicción o conveniencia, estamos avanzando en la unidad”, dijo a este diario un referente kirchnerista. A fines de febrero, una cumbre peronista en San Vicente reflejó esa intención: los intendentes de todos los grupos, mechados con La Cámpora. Máximo Kirchner estuvo en la foto.
Esa tregua se reflejó en una reciente visita del titular del peronismo bonaerense, y jefe político de La Matanza, Fernando Espinoza, a Martín Sabbatella, el líder de Nuevo Encuentro. En las PASO de 2015, Espinoza acompañó a Julián Domínguez contra la fórmula Aníbal Fernández-Sabbatella.
“No sé si Cristina va a ser candidata, pero sí estoy seguro de que será la gran protagonista de la campaña. No hay opositor que mida como ella”, dijo Sabbatella a este diario. Un pequeño gran detalle sigue sin resolverse aún: varios intendentes quieren para sí las listas de concejales y de legisladores provinciales pero el kirchnerismo también pretende tener representación territorial en la base. “Si Cristina mide más de 40 puntos en el conurbano, ¿por qué ese apoyo no se va a reflejar en las listas de concejales?”, sostienen los grupos K.
Los distintos sectores peronistas y kirchneristas bonaerenses apuestan a definir por consenso las listas a diputados nacionales y a senadores. Pero Florencio Randazzo podría tener algo para decir.
El martes, foto con Sergio Uñac, el gobernador de San Juan. El jueves, encuentro casi secreto con Antonio Caló y el kirchnerista “Barba” Gutiérrez, la cúpula de la Unión Obrera Metalúrgica.
Antes fue visto con los intendentes del Grupo Esmeralda. “Florencio no va a dividir al peronismo para ser funcional a Cambiemos, pero eso no significa no ir a las PASO. Ya en 2015 no nos dejaron competir”, contó un operador del ex ministro de Transporte.
Medido contra Cristina Fernández, hoy las encuestas no favorecen a Randazzo, pero hay quienes sostienen que, aún así, aceptaría el desafío. Por ahora, sólo un sindicalista ferroviario de segunda línea dijo públicamente que Randazzo será candidato.
Sobre su figura hay desconfianza en el kirchnerismo y en el entorno de Daniel Scioli (quien sólo será candidato si hay consenso). Algunos hasta especulan que Randazzo podría ir por afuera del FpV.
El tercero en discordia
Sergio Massa está ante una gran encrucijada. En 2013 se cortó del kirchnerismo, fundó el Frente Renovador (FR) y sacó el 44% de los votos como diputado nacional por Buenos Aires. Aquella vez, el Pro le jugó a favor y no compitió con lista propia.
Dos años después, ya como candidato presidencial y con el Pro liderando Cambiemos, Massa perdió la mitad de los votos reunidos en 2013. En diciembre deja la banca. Si no es candidato, ¿desde qué lugar fogonearía su candidatura presidencial de aquí a 2019?
Su alianza con la líder del GEN, Margarita Stolbizer, por ahora le dio poco rédito. Las encuestas lo dan empantanado en cerca de 20 puntos, más, menos. El panorama bonaerense polarizado entre Cambiemos y el peronismo/kirchnerismo volvió angosta “la ancha avenida del medio”. Felipe Solá, el cegetista Héctor Daer, el sinuoso Alberto Fernández, tienen discursos diferentes al del líder del FR.
Desde el massismo sondean la fórmula Stolbizer (senadora)-Malena Massa (diputada). Pero se vuelve al principio: Massa fuera del Parlamento queda marginado de la discusión nacional.
Stolbizer también está en una encerrona. Las encuestas la ubican lejos en la puja por una de las tres bancas al Senado. ¿Se correrá al segmento 'Diputados'?
El 14 de junio cierra el plazo para inscribir alianzas. Massa y Stolbizer deberán tener todo cocinado. También se sabrá si Randazzo juega dentro o fuera del FpV.
El 24 de junio vence el plazo para inscribir los candidatos para las PASO. Se habrá confirmado entonces si los casilleros de las listas se llenarán con nombres tan pesados como Cristina Fernández, Elisa Carrió o Sergio Massa.
Dos encuestas que anticipan la pelea
Este diario accedió a dos encuestas sobre la provincia de Buenos Aires. Un reciente trabajo publicado por la consultora Julio Aurelio/Aresco, indica que la gestión de María Eugenia Vidal es calificada de “positiva” por un 53% de los encuestados. El mismo trabajo arrojó que la gestión del presidente Macri, en Buenos Aires, tiene un 40,1 de aprobación.
Según esta muestra de 2.980 casos, la “intención de voto a senador nacional para las PASO” es encabezada por Elisa Carrió (Cambiemos) con 30%, sigue Cristina Fernández (FpV/PJ) con 28,9%, luego el tándem Sergio Massa/Margarita Stolbizer con 22,8, después, Florencio Randazzo (FpV/PJ) con 8,1 y cierra Nicolás del Caño (FIT), con 3,2%.
Pero cuando la pregunta es a quién votaría a senador, ya para las generales de octubre, Cristina Fernández lidera con un 35,1%, le sigue Carrió con un 30,4% y Massa suma 24,6%.
Esa intención de voto varía según se mida el Gran Buenos Aires y el interior provincial. CFK llega a un 38,9% en el conurbano, y a un 29,3 % en el interior. Carrió, en cambio, va de un 27,3% en el GBA a un 35% en el interior; Massa mide parejo: 24,5% y 24,8%.
La otra encuesta de opinión pública bonaerense corresponde a la Consultora Dicen, del sociólogo Hilario Moreno. En el capítulo “Imágenes de dirigentes nacionales”, al tope está Cristina con 36% de “Muy bien” a los que se agrega un 14% de “Bien-regular”. Sigue la gobernadora Vidal con un 35% “Muy bien” y un 20% de “Bien-regular”.
En el ranking “Muy Bien”, sigue Elisa Carrió con un 25%, Daniel Scioli con 19%, Margarita Stolbizer con 16% igual que Florencio Randazzo, y llama la atención ver ubicado a Sergio Massa con un 15%.
La consultora también midió probables fórmulas electorales (para el segmento “senador-diputado”): 43% se inclinó por el binomio Cristina/Scioli; 27% por Carrió/Jorge Macri y 17% para Massa/Stolbizer. La muestra fue telefónica y sobre 1.007 casos.
