La inconducta de Cristina y la inexplicable actitud de sus seguidores
Dijo que no iba a ser candidata porque había que dejar el lugar a los jóvenes políticos, o sea a los integrantes de La Cámpora. Luego en Europa informó que volvía porque al haberse resuelto por la Corte Suprema en fallo dividido, la aplicación del 2 x 1, el país la necesitaba.
Siempre megalómana ella. Y ahora ya se olvidó de La Cámpora, del 2 x 1 y de la renovación política y al parecer sí será candidata. Siempre dentro de este juego bipolar y creadora de suspenso, su herramienta predilecta para tener en vilo a sus seguidores, cada vez menos, y aparecer a último momento para "salvar a la patria" del liberalismo y la oligarquía, optando decididamente por el subdesarrollo, el autoritarismo y el populismo.
Confieso que ha predominado en mí y en varios millones de compatriotas el hartazgo de Kristina y del kirchnerismo. Pero ahora se me impone el asombro. Desde luego vivimos en una democracia de la que ella nunca estuvo convencida porque siempre tendió al autoritarismo, pasando por sobre el Congreso que quiso transformar en una institución pendiente de su voluntad y sobre el Poder Judicial al que quiso dominar. Y en una democracia ella tiene derecho a presentarse cuantas veces le sea permitido y siempre que carezca de impedimentos legales.
Me sorprende su postulación arrastrando una mochila de múltiples procesos judiciales por asociación ilícita, defraudación al fisco, lavado de dinero, negociaciones incompatibles con la función pública, administración fraudulenta, cohecho, declaraciones juradas falsas, etc, con pruebas ya irrefutables que si bien aun no tiene condenas, existen, y ante la sociedad no puede escudarse en la presunción de inocencia porque esta es una garantía judicial a la que no estamos obligados los ciudadanos y sí solo los jueces.
Y más aun cuando ella se limita a presentar escritos mínimos que no implican defensas ni explicaciones sino simples manifestaciones políticas violando los principios legales de las rendiciones de cuentas que debe brindarle al pueblo argentino quien fuera Presidente por dos períodos consecutivos.
Desconoce esta rendición porque mientras era Presidente pensaba que seguiría indefinidamente en el poder. A su impunidad agregaba mágicamente la multiplicación indebida de su fortuna hasta límites (¿los tenía?) jamás sospechados en la historia del país y del mundo. La victoria de Macri fue para ella una desagradable sorpresa y una derrota que no pudo admitir ni admitirá jamás.
Me asombra el desparpajo de Kristina, su falta de vergüenza ante el cúmulo de delitos presuntamente cometidos, que día a día se alimenta de nuevos hechos, el último, la compra del hotel Waldorf en el centro porteño, adquirido por el testaferro Sanfilice, socio de Máximo. Ella lo niega (¿cuándo no?) pero el hotel quebrado, una vez adquirido, comienza a dar ganancias extraordinarias mediante su ocupación por todos los clientes de la señora en el Calafate.
Mucho más me asombra que un 25% de la población, adormecida o no por sus numerosos antecedentes penales, siga apostando a ella y creyendo en que "roba pero hizo" y "Cristina nos salvará de la dictadura de Macri".
A este asombro contribuye sin dudas la Justicia Federal de Comodoro Py. No hay forma de explicar ni justificar la omisión de su encarcelamiento. Fue la socia y jefe de Lázaro Báez, Cristóbal López, Ricardo Jaime, Julio De Vido y los numerosos procesados que formaron parte de su mega corrupto gobierno. La cantidad y variedad de pruebas no solo son hábiles para viabilizar sus procesamientos, sino directamente para condenarla ya sin más trámites ni artilugios procesales. Y los jueces no hacen nada al respecto o lo que hacen es muy poco. ¿Qué esperan? ¿Las elecciones de octubre de este año para decidir sus votos conforme al resultado del comicio, si es vencida activar el encarcelamiento y de lo contrario mantener el statu quo?
Como abogado con 60 años de profesión y 57 de docencia universitaria, siento vergüenza ajena. Se requiere solo esto para que el Consejo de la Magistratura condene a los jueces y los despida de sus funciones. Pero siguen siendo protegidos por legisladores y miembros del Consejo que constituyen otra vergüenza aparte, fanáticos al estilo Brancatelli, que el país ya no puede soportar más. Esto nos degrada ante el mundo y nos quita las esperanzas de volver a ser un país en serio. ¡Es tanto lo que nos dañó el Kristinismo que ignoro cuánto tiempo nos llevará reponernos de tanto escarnio público!
¡Qué enfermos que estamos!
Todo resulta confuso e inexplicable. Lo que es realmente vergonzoso y penoso es que los seguidores de Cristina voten con el bolsillo y no por los principios morales, republicanos y democráticos de una patria grande y ejemplar. Es claro, los que resulten electos tendrán cargos de legisladores con dietas mayores a $ 120.000 mensuales. Y los demás creen ilusos que sus situaciones personales mejorarán, ignorantes de que el desastre actual es obra de decenios de años de pésimos gobiernos, militares y mayormente peronistas y en especial, de doce años de kirchnerismo feroz, que destruyeron al país y hoy… ¡son sus salvadores y redentores!
El gobierno de Macri
El cambio estructural que necesitamos va a llevarnos más de una década. La única posibilidad radica en el gobierno de Macri, para lo que requiere presidir él con María Eugenia más de dos períodos. Y el test drive, la prueba sobre si ello será posible serán las elecciones de octubre de este año. Si el resultado es negativo para el actual gobierno, le restarán dos años muy difíciles de gestión, con el agravante de que en 2019 pueda retornar el populismo. Si las elecciones de medio término le son favorables, la posibilidad de continuar a partir de 2019 serán factibles. Los opositores, incluyendo a Kristina, saben de esto. Y todos trabajan para que Macri fracase, lo cual es incomprensible, excluyendo a Kristina, cuyas ansias de destrucción son ya un clásico.
La pregunta elemental sería ¿Macri trabaja realmente para su triunfo? Creo que sí pero sus equivocaciones son tantas y de tanto calibre que todo lleva a pensar que no comprende todavía lo que está en juego. Quienes lo sostenemos con nuestro voto, nuestras palabras y nuestros escritos nos agotamos al verificar tanta insensatez. Ojalá que de aquí hasta 2019 revierta todos sus desaciertos y el pueblo pueda recibir, en especial los más necesitados, las pruebas más fehacientes de las excelencias de los planes gubernamentales.
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