La torre más alta de América Latina es una intervención urbana cuya escala tendrá la magnitud del Central Park. Ayer, en cadena nacional, la presidenta Cristina Fernández presentó el proyecto ganador para el desarrollo del Polo Audiovisual de la Isla Demarchi, creado por el decreto 1.722 en agosto de 2012.
En un mes se hará la inscripción de la Sociedad Anónima que van a conformar el Estado y la empresa adjudicataria (Riva S.A.) para llevar adelante el proyecto. El 17 de octubre se colocará la piedra inaugural de la obra.
“Algunos creen que es soplar y hacer botellas”, respondió a las críticas por la demora, antes de enumerar los pasos que se llevaron a cabo en estos dos años y presentar los detalles de la obra faraónica (la misma por la que había bromeado con la idea de ser “la reencarnación de un gran arquitecto egipcio”).
En setiembre de 2012 se llamó a licitación, los plazos se extendieron hasta febrero, se evaluaron cinco propuestas (Riva S.A., CPC S.A., Fernández Prieto & Asociados, IRSA S.A. y FEG Entretenimientos S.A.), se pidieron informes complementarios y finalmente se eligió el ganador.
“Es un proyecto muy lindo, hecho por el estudio del famoso arquitecto que ya no está con nosotros, Mario Álvarez”, destacó la Presidenta. El edificio se puede sintetizar morfológicamente como una abstracción geométrica que representa al país.
En lo que sería la Argentina continental estará el Polo Audiovisual. En el triángulo que representa a Tierra del Fuego la estación terminal fluvial, y en las Islas Malvinas, sobre el Río de la Plata, un Arena (estadio con capacidad para 15 mil personas).
Con 335 metros de altura, será la torre más alta del país y de América Latina (en toda América la superan el Empire State Building de Nueva York y la Sears Tower de Chicago).
“La torre se convertirá en el símbolo de la Ciudad de Buenos Aires, de nuestra Capital, de la ciudad de todos los argentinos”, destacó Cristina.
Tendrá 67 pisos: dos para estudios de TV en la base, nueve para canales de televisión, 31 para oficinas de productoras, otros nueve para usos complementarios y en los 13 de arriba habrá un hotel.
“Se propone unificar las áreas verdes de Puerto Madero con la creación de un nuevo parque generado a través de la reubicación de galpones y edificios en desuso”, se explica en el proyecto.
En total serán 216 mil metros cuadrados construidos, distribuidos en un sector de Naves Industriales (estudios de cine y televisión, oficinas, archivo, talleres y depósitos), un sector Educativo (instituciones educativas y Museo de la Historia de las Artes Audiovisuales Argentinas), sector Institucional (INCAA, señales públicas, Televisión Abierta Digital) y sector privado (oficinas y estudios de productoras y canales privados).
El primer anuncio había generado protestas de los alrededor de mil trabajadores de la Dársena Sur de Puerto Madero. Allí funcionan oficinas de la Dirección de Construcciones Portuarias y vías navegables, la Escuela de Capacitación del Sindicato de Obreros Marítimos (SOMU) y hay talleres, depósitos y obradores de empresas. También una sede de la Escuela Naval Fluvial, con unos 200 alumnos.
Ayer la Presidenta aseguró que habían logrado un acuerdo y señaló a algunos representantes gremiales presentes en Casa de Gobierno, entre los que se pudo ver a Omar “Caballo” Suárez, titular del SOMU.
Sin embargo, José Luis Matassa, de ATE, dijo que no estaban al tanto del anuncio. “Nos va a encontrar defendiendo la fuente y el lugar de trabajo como hace dos años”, respondió.
Desde el Gobierno de la Ciudad también se habían opuesto al proyecto, argumentando que ya existe un Distrito Audiovisual. Ayer, y a tono con la nueva sintonía que parece haberse instalado entre ambas gestiones, desde la administración macrista reiteraron que el proyecto precisa del visto bueno de la Ciudad, y advirtieron que van a esperar a recibir el plan completo para dar su opinión.
La inversión total superará los $ 2.500 millones y se estima que demandará cinco años de trabajo. “El Gobierno que me suceda tiene el compromiso de continuar con esta obra”, comprometió Cristina.
