A veces, ser el Balón de Oro no sirve de mucho a tu equipo, como le ocurrió este lunes a Cristiano Ronaldo que pareció andar como un alma en pena por su banda izquierda, impotente en el seno de un Portugal ahogado por Alemania (4-0).
La imagen que deja CR7 después de este partido es la de un capitán con los brazos en jarras, sin ninguna influencia sobre el juego.
¿Qué pasó? La estrella lusa llegaba de completar una temporada extraordinaria como mejor goleador de la liga española (31 goles) y mejor artillero histórico en una sola temporada de la Liga de Campeones (17), que ganó con el Real Madrid.
Gérard Houllier, miembro del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA, ya había recordado la importancia de "la frescura", que podría faltar a los jugadores que hubieran jugado "la Liga de Campeones hasta la final" el 24 de mayo. El ex jugador del Manchester United pagó esa larga temporada con problemas en la pierna izquierda.
También hay que tener en cuenta el buen trabajo de la Mannschaft, que haciéndose rápidamente con el control del encuentro en Salvador de Bahía taponó las fuentes encargadas de suministrar balones a la estrella lusa.
CR7 fue el más aclamado cuando se anunciaron los jugadores y curiosamente, también el más silbado cuando falló su primer tiro.
Khedira lo consoló
Abandonado, Cristiano se vio obligado a bajar al centro del campo a la media hora de juego para tocar balones, pero sin lograr reactivar la máquina portuguesa.
Nani se mostraba mucho más peligroso durante ese tiempo, cuando el marcador ya estaba 1-0 para Alemania desde el minuto 12, con un disparo que rozó el larguero de Neuer (25).
En el segundo gol alemán (32), la estrella del Real Madrid volvió a bajar los brazos, resignado y el centrocampista alemán, Sami Khedira, su compañero en el equipo blanco Madrid, se acercó para consolarlo.
Luego, Cristiano también falló una falta en el minuto 60, en medio de un ruido ensordecedor cuando una gran parte de los espectadores se levantaron esperando ver un destello de la estrella. En vano, su tiro dio en la barrera.
Luego siguieron, las muecas y las protestas para reclamar un penal hacia el final del partido, aunque sus gestos no tuvieron ningún efecto.
El capitán portugués falló incluso un fácil control en el minuto 80 y una nueva falta a cinco minutos del final. Y cuando por fin le salió bien un golpe franco se encontró con Neuer. Cuando nada sale...