"Un 9 a la medida de la Lepra", tituló Más Deportes en su edición del sábado 6 de agosto pasado. El chico de la tapa (en este caso, de la cabeza de página) era Cristian Alberto Tarragona, quien del otro lado del teléfono aseguraba que ya estaba todo acordado para viajar y fimar su vínculo con Independiente Rivadavia.
La expectiva en el hincha azul era proporcional a la trayectoria de Tarragona, sobre todo en su paso por Juventud Unida de San Luis, donde fue clave para el histórico ascenso de los puntanos a la B Nacional. Su carrera futbolística había comenzado en Arsenal de Sarandí, club en el que realizó inferiores.
En 2012 mudó sus goles a General Pico, y con la camiseta de Alvear F.C. jugó su primer Torneo Argentino B. Luego de una temporada en La Pampa, viajó hasta Entre Ríos para vestir la casaca de Colegiales de Concordia, donde jugó su segundo Argentino B antes de pegar el salto de categoría.
En 2014 aterrizó en Tandil y, luego de una muy buena campaña en Santamarina, logró el ascenso al Nacional B de AFA, y automáticamente viajó hacia Rosario, para jugar en Tiro Federal.
Posteriormente, Tarragona desembarcó en San Luis para jugar en Juventud Unida Universitario de San Luis. Lo hizo en pleno torneo Federal A para remplazar a Pablo Marisi, quien en aquel momento había sufrido una grave lesión en una de sus rodillas.
Tarragona se sumó al plantel en el que Juventud tenía muchas dificultades para convertir y fue clave en el ascenso. Hizo casi todos los goles que llevaron al equipo de Pedro Dechat a la B Nacional.
Era la tercera opción, detrás de Mauro Villegas y Jorge Piñero Da Silva. Se sumó para la tercera fecha del Tetradecagonal y, si bien no hizo goles en las dos primeras jornadas, después le metió dos a Sol de América y no paró. ¿Sucederá lo mismo ahora?
En San Luis son muy recordados sus cuatro goles en el histórico 5-4 a Deportivo Madryn, en cuartos de final. Después, otro gol clave que fue el que convirtió en la final a Unión de Sunchales.
“Fue la figura del ascenso. Es un tanque. No tiene gran contextura física, pero es potente”, anunciaba el colega puntano Alejandro Magdaleno, de El Diario La República. Dicho y hecho.
Eso sí, no todo fue color de rosa. Su paso por Temperley distó de ser el ideal. Jugó prácticamente nada y tuvo que buscar nuevos horizontes. Poco más de un mes después de colocar el gancho en el contrato, los hinchas de Independiente ya festejaron el primer doblete del santafesino, el que significó nada menos que la primera victoria en el campeonato y ante un adversario que llegaba puntero y goleador.
Por si esto fuera poco, la Lepra rompió el maleficio y venció a Ferro por primera vez en su historia como visitante. Todos los flashes, entonces, fueron para él.
Después de las dos definiciones de goleador y oportunista, salió del vestuario de Ferro con el termo bajo el brazo y el mate en su mano derecha. Y aprovechó para contar sus sensaciones.
“Estoy muy feliz, para un goleador siempre es importante convertir. Pero más contento todavía porque mis goles sirvieron para que nos lleváramos lo que vinimos a buscar”, soltó antes de subirse al colectivo que los depositó de regreso en Mendoza. Acto seguido, rescató las virtudes de los azules para no bajar los brazos tras la situación adversa de recibir un cachetazo antes del minuto del complemento.
"Nos vamos con mucha alegría porque, a pesar de recibir ese golpe que significó el gol de ellos en el comienzo del segundo tiempo, el equipo jamás se rindió, tuvo paciencia y siguió buscando", reflexionó el ex Juventud Unida de San Luis.
Más adelante, Tarragona destacó la efectividad que tuvo el equipo para capitalizar las oportunidades que se les presentaron en el segundo tiempo. "Las dos que tuvimos gracias a Dios nos tocó convertir", agregó el "9", quien destacó las sendas asistencias que le dio su compañero Diego Cardozo en ambas conquistas.
“La verdad que en ambas jugadas hay mucho mérito de Diego, que me vio justo. Por suerte estamos empezando a entendernos con él, Curu, Adrián y Mauro (Cerutti). Hoy (por el sábado) todos fuimos importantes para que el equipo ganara. Hicimos un gran desgaste físico”, remarcó.
-Era el partido ideal para empezar a ganar.¿Puede ser este el partido del despegue del equipo?
-Sí, seguro. Pienso que sí. Este grupo trabaja para lograr los objetivos y vamos a seguir trabajando. Por supuesto que hay cosas que necesitamos corregir. Ojalá sea el partido del despegue para seguir sumando.
-¿Le habías prometido goles a alguien en la previa al juego?
- No, yo no le prometo nada a nadie. Trato de que la que me quede vaya adentro. Por suerte me quedaron dos y nos llevamos los tres puntos.