La memoria mensana le guarda un lugar de privilegio. El volante, de exquisita pegada, fue el autor del gol que le valió a Gimnasia el retorno a la Primera Nacional en 2018 y los hinchas aún hoy lo agradecen. En su retorno a Mendoza, listo para encarar su segunda etapa en el Blanquinegro, Cristian Llama aceptó un mano a mano y habló con MAS Deportes .
-¿Cómo estás?
-Bien, contento de volver a Gimnasia. Epezamos hace dos días y recién el lunes (por mañana) se suma la totalidad del plantel. Trataremos de hacer una buena pretemporada para estar a la altura.
-¿Por qué volviste?
-La verdad es que me fui con la idea de no volver nunca más a la Argentina, pero digamos que es difícil planificar a largo plazo en nuestro trabajo. Si bien estaba muy bien en Catania, la llamada de Fernando (Porretta) me dio el empujoncito que faltaba para volver al club.
-¿Te sorprendió el llamado de Gimnasia?
-La verdad que si, porque cuando ascendí todavía me quedaba un año de contrato y la llegada de Bianco no permitió que yo me quedara. Tenía muy buenos recuerdos de Mendoza, del club y los hinchas, creo que era una oportunidad para aprovechar.
-Convertiste dos goles en tu anterior etapa y sin embargo estás en la memoria de los hinchas…
-Si (risas); dos goles muy lindos. Se me vienen muchos recuerdos a la cabeza. El gol olímpico lo hice en el primer partido del octogonal y el gol del ascenso en el último. Es como un abrir y cerrar de temporada. Son recuerdos que nadie podrá borrar y quedarán para siempre en la memoria del hincha.
-¿Qué has visto de este equipo?
-He visto algunos partidos y la verdad es que me gustó mucho la mentalidad del equipo de tratar siempre bien el balón. Gimnasia siempre se caracterizó por eso y con la llegada de los nuevos, vamos a poder aportar lo que le faltaba.
-¿Tu carrera fue como vos querías?
-No, porque en uno de mis mejores momentos, en Catania, me rompí los ligamentos de la rodilla. Hoy me pongo a pensar que hubiese pasado si eso no sucedía. Estoy orgulloso de todo lo que conseguí, pero me hubiese gustado no lesionarme de la manera en que me lesioné y quizás hubiese pegado un salto más grande.
-¿Cuál es el entrenador que más te marcó?
- Mihajlovic fue uno de ellos; por personalidad y lectura de juego. Me dio el plus final para tomar decisiones dentro de la cancha.
-¿Cómo es vivir en Italia, lejos de los afectos?
-La primera vez en Catania éramos muchos argentinos y la pasábamos muy bien. Ahora fue distinto; cuando llegaba con el mate, nadie quería tomar. A veces me pedían, pero a ninguno le gustaba porque lo tomo amargo. Compartí algunos momentos con Iván Agudiak (NdR: excompañero en Gimnasia), quien se fue a jugar a un pueblito cercano a Catania. Esas cosas se extrañan mucho.
-A tus 33 años, ¿la palabra retiro pasa por tu cabeza?
-Todavía no, pero tengo claro que no será el cuerpo el que me diga basta, sino el teléfono (risas). Estoy en una edad para dar mucho todavía. Si sigo cuidándome como hasta ahora, puedo hacer una carrera más larga.
-Hace quince años debutaste en primera división; ¿cambió mucho la forma de jugar desde entonces?
-Debuté con 17 años y el fútbol entonces era más lento. Ahora es mucho más dinámico, más friccionado y se le da mucha bola al gimnasio, a correr más. Agresividad mata talento, creo yo. Hoy Riquelme no podría jugar. En su época fue ídolo de todos, incluso mío, pero en el fútbol de hoy no sé si podría jugar.
-¿Te imaginás en el fútbol después de dejar de jugar?
-Cuando vine a Mendoza la primera vez inicié el segundo año de técnico, aunque no lo terminé. Ahora quiero retomarlo y veremos si tengo la oportunidad de dirigir. El tiempo dirá donde voy a estar después de dejar de jugar.
-¿Fuera del fútbol tenés alguna actividad?
-En los ratos libres soy de jugar a la play con mis hijos y ayudarlos con la tarea. Suelo leer durante los viajes.
-Mirando el contexto económico y social, ¿no te dio miedo volver a la Argentina?
-Si, obvio. Pero bueno, decidimos volver sabiendo que Mendoza no es lo mismo que Buenos Aires. Si me llamaban de Buenos Aires no hubiera vuelto.
-¿Los hinchas de Gimnasia tienen que creer?
-Claro que sí. Llegué diciéndole a Fernando (Porretta) que en junio ascendíamos y el se reía. Ahora todos tenemos que creer y confiar que este equipo puede conseguir cosas importantes. ¡Ojalá sea el semestre de Gimnasia y le devolvamos alegría a la gente!