El Parlamento británico suspenderá sus sesiones por un mes, hasta el 14 de octubre, apenas dos semanas antes de la fecha límite para el Brexit, luego de que la Reina Isabel II diera luz verde a una solicitud del premier, Boris Johnson, que busca así evitar un bloqueo parlamentario a una salida sin acuerdo, en medio de la furia del arco opositor, que calificó la maniobra como "antidemocrática".
Johnson desató un terremoto político en el país al solicitar a la monarca la suspensión temporal de Westminster, una maniobra que reducirá el tiempo para que los legisladores intenten bloquear por la vía legislativa un Brexit sin acuerdo, como anunciaron.
Westminster concluirá su actividad dentro de dos semanas y permanecerá así durante otras cuatro, hasta que el 14 de octubre la reina presida la ceremonia de apertura de un nuevo período legislativo con su tradicional discurso, donde se anuncian las líneas de actuación del nuevo gobierno.
Según Johnson, el plan obedece a que su gobierno "sacará adelante una ambiciosa y valiente agenda legislativa" sobre la que los parlamentarios podrán votar en octubre, y en la que un posible acuerdo de Brexit con la Unión Europea (UE) será uno de los "temas centrales", según informó The Independent.
El anuncio enfureció a los grupos opositores británicos, que hace unos días habían anunciado su intención de "explorar vías legislativas" para evitar que el país deje la Unión Europea el 31 de octubre sin acuerdo, una opción que parece cada día más cercana.
En resumen, el Parlamento será suspendido por cuatro semanas pocos días después de que sus miembros regresen a trabajar el 3 de septiembre y retomará sus funciones dos semanas antes de la fecha límite del Brexit, un calendario que deja apenas margen de maniobra a los diputados contrarios a un "Brexit duro".
Crisis política
La oposición, encabezada por el el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, anticipa una crisis política sin precedentes.
Corbyn había escrito a la reina solicitándole una reunión "con carácter de urgencia", en un intento por neutralizar los planes del conservador que -aseguró- "privarán al electorado de la oportunidad de hacer que sus representantes rindan cuentas al Gobierno" en las semanas cruciales previas a la fecha límite del Brexit. "Esta prerrogativa real se establece directamente en contra de los deseos de la mayoría de la Cámara de los Comunes", dijo.
El laborista escribió a 116 diputados "tories" e independientes, entre ellos la ex primera ministra Theresa May y el ex titular de Economía Philip Hammond, a quienes pidió su apoyo para respaldar mecanismos que aborten una salida brusca del bloque, pero esta alternativa, con una agenda ajustada a tiempos escasos, se hace cuesta arriba.
De este modo la reina, que podía desoír el consejo del jefe del Ejecutivo y negarse a dar su consentimiento para la prórroga, prefirió mantener el papel neutral que se ha esforzado por mantener desde su coronación en 1953.
El coordinador del Brexit del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, calificó la maniobra de Johnson como "siniestra", mientras el líder del Partido Nacional de Escocia (SNP) en Westminster, Ian Blackford, dijo que la misma debía ser "detenida, pues es vergonzosa y antidemocrática (...) un complot flagrante para forzar un Brexit duro".
"Este es un día oscuro para la democracia en el Reino Unido", dijo.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, en tanto, dijo que "a menos que los parlamentarios se reúnan para detenerlo la próxima semana, hoy pasará a la historia como un día oscuro para la democracia del Reino Unido".
En tanto, mientras el tema recalentó a niveles récord las redes sociales en Reino Unido, una petición popular en contra de la suspensión parlamentaria reunió en pocas horas casi medio millón de firmas, cinco veces más que las necesarias para que sea sometida a debate en la Cámara de los Comunes.
Más de 500 mil firmas impulsan el debate
Una petición popular en contra de la suspensión del Parlamento reunió ayer más de medio millón de firmas, por lo que superó el umbral de 100.000 necesarias para ser debatida en la Cámara de los Comunes.
La reina Isabel II dio el visto bueno al pedido del primer ministro británico, Boris Johnson, de clausurar el órgano legislativo en la segunda semana de septiembre, lo que limita el margen de maniobra a los diputados para revertir un posible Brexit sin acuerdo.
Creada por un ciudadano que se identifica como Mark Johnston en la web del Parlamento, la demanda insta a que las cámaras no sean paralizadas si no hay un acuerdo, una extensión de la fecha de salida de la Unión Europea o si la salida se descarta totalmente.
"El Parlamento no debe ser disuelto a no ser que haya una extensión del Artículo 50 o si la intención del Reino Unido de abandonar la UE se cancela", señala la solicitud.
Si el primer ministro no alcanza un acuerdo con Bruselas, es partidario de que el Reino Unido abandone la UE sin un pacto el 31 de octubre.
Johnson, en una carta enviada a los diputados para explicar sus planes, corroboró además que el 14 de octubre se publicará el programa parlamentario para la próxima legislatura, denominado "Discurso de la reina".
Caen las bolsas y la libra se desploma
La moneda del Reino Unido caía tras conocerse las intenciones del gobierno del primer ministro Boris Johnson de suspender las actividades del Parlamento para evitar trabas en el Brexit, programado para el 31 de octubre.
En un complejo contexto internacional marcado por la amenaza de una nueva recesión global y la escalada de tensiones por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la baja de la libra llega en medio de fuertes caídas en las principales bolsas del mundo y la depreciación del yuan chino. Ayer hacían falta 1,2202 dólares para comprar una libra esterlina, un 0,72% menos que el martes. Es su peor valor en dos semanas, aunque recortó una caída cercana al 1% a comienzos del día. Mientras que el euro se cotizaba a 1,1014 unidades por libra, lo que representa una caída del 0,58% para la divisa británica.
En tanto, las principales bolsas europeas registraron pérdidas en la sesión de ayer, tras un cierre negativo del martes, a la expectativa tanto del Brexit como de las persistentes tensiones entre China y Estados Unidos. El índice FTSE 100 en Londres registró una pérdida del 0,26%, mientras que el DAX en Frankfurt cayó un 1,01% y el CAC 40 en París, un 0,97%. El índice europeo Stoxx 600 también bajó un 0,87%.
Más temprano las bolsas asiáticas cerraron también en rojo: el BSE Sensex indio cayó 0,50% y el índice de la bolsa de Shanghai 0,29%.