En medio de la polémica peronista-radical por una transición virtualmente congelada hasta las PASO del 9 de agosto, aparecieron los números de la ejecución presupuestaria de junio, que aportan una descripción de la situación del Estado mendocino al finalizar el primer semestre y el dato que arrojan es preocupante: la Provincia ya entró en déficit.
Aunque en los años anteriores de la gestión de Francisco Pérez como gobernador el estado financiero siempre fue crítico y todos los balances terminaron en rojo, lo que obligó reiteradamente a tomar nueva deuda, esta vez la novedad es que el desequilibrio quedó en evidencia apenas transcurrida la primera mitad del año, cuando antes siempre fue en el balance final de diciembre cuando explotó.
La ejecución publicada en el sitio web del Ministerio de Hacienda muestra que el sexto mes del año fue el de mayor ingreso de recursos (3.295 millones de pesos), aunque esta cifra es tan sólo un 2,7 por ciento superior a la del mes anterior de mayo con 3.206 millones de pesos.
Pero junio, fundamentalmente, fue también el mes de mayor nivel de erogaciones corrientes (4.157 millones de pesos), un 31 por ciento por sobre el mes anterior con mayores gastos: mayo con 3.171 millones.
El resultado operativo del mes en el que se hicieron las elecciones provinciales arrojó un déficit de 862 millones de pesos, casi tres veces superior al del mes anterior con mayor rojo fiscal hasta ahora: abril, con 227 millones.
Junio se devoró así la totalidad del superávit existente a mayo (768 millones) y dejó a 2015 con un déficit acumulado anual de 93 millones de pesos a mitad de año y comenzó a proyectar el rojo final del año.
Esa cifra que aún discuten peronistas y radicales en una transición por ahora congelada surgirá en medio de cifras que oscilan entre los
2.100 millones que dice necesitar el gobierno de Francisco Pérez hasta el traspaso de gobierno el 9 de diciembre; los 3.700 millones que surgen de la proyección mecánica del ejecutado al mes de mayo; los 5.775 millones que encuentra la UCR entre los números que le entregó el gobierno actual y los 4.550 millones que estima la UCR, necesitará el gobernador entrante Alfredo Cornejo, para sus primeros 21 días de gobierno.
En lo que va del año, el Estado mendocino ha recaudado 17.275 millones de pesos y lleva gastados 17.368, con lo que se adelantó seis meses la aparición del déficit anual, que habitualmente recién salía a la luz en diciembre.
El año pasado, el Estado mantuvo un superávit de $ 1.350 millones a mayo, con el que pudo afrontar los 514 millones en rojo de junio (mes generalmente deficitario por el pago del medio aguinaldo), lo que le permitió terminar el primer semestre con un superávit de 836 millones.
En cambio, este año los más de 800 millones necesarios para el pago del aguinaldo pulverizaron el escaso superávit acumulado a mayo (768 millones) y adelantaron seis meses la aparición del rojo acumulado en las cuentas públicas.
En esta situación puede haber influido la mayor ejecución de obras, por el año electoral. Mientras en el primer semestre de 2014 se habían destinado casi 250 millones de pesos al ítem “Trabajos públicos”, en este 2015 que el peronismo puso en juego (y perdió) la provincia, se pagaron casi $ 600 millones.
En los tres primeros años del gobernador Pérez el déficit explotó en diciembre porque se pudo mantener en las registraciones de la página de Hacienda un superávit hasta noviembre.
En 2014 el déficit anual (558 millones) fue producto fundamentalmente por el rojo de 821 millones del duro mes de diciembre (el otro mes con medio aguinaldo). En 2013 el superávit a mayo (665 millones) cubrió el rojo de junio (406 millones) y permitió mantener los números positivos hasta noviembre, cuando el rojo extra large del último mes (1.569 millones) dejó todo en un quebranto anual por 1.427 millones.
En 2012 -el primer año de Pérez- sucedió algo similar. El resultado operativo favorable a mayo (499 millones) soportó el rojo de junio (297 millones) y posibilitó que el superávit permaneciera hasta noviembre, cuando el megarrojo de diciembre (1.169 millones) lo aniquiló y dejó a ese año con un quebranto de 948 millones de pesos.
Punto de inflexión
El mayor gasto que apareció en junio de este año (como todos los años) fue el del medio aguinaldo que -junto a la masa salarial- elevó a 2.600 millones de pesos los habituales 1.800 millones que -por mes- destina actualmente el Estado provincial al pago de salarios. También se registraron subas en las transferencias a los municipios, a la educación privada y a la obra pública, cuyos montos superan los de los cinco meses anteriores aunque en proporciones sensiblemente menores.
Pero así como el de las elecciones fue el mes de mayores erogaciones en lo que va del año, no sucede lo mismo con los ingresos. La recaudación (con 1.007 millones) figura por debajo de la de marzo (1.063 millones) y abril (1.051); las regalías de junio (186 millones) son menores a las de enero, febrero, abril y mayo. En los recursos de origen nacional la coparticipación federal (983 millones) es inferior a la de mayo (1.100 millones). Sólo aparecen como una cifra mayor a los cinco meses anteriores los envíos por regímenes especiales nacionales (641 millones contra 590 de mayo) y el Fondo de la Soja (107 millones contra 75 de abril).