La ciudad de Santiago de Chile también tiene a sus "chalecos amarillos". Esta indumentaria que se convirtió en sinónimo de resistencia durante las masivas protestas populares en París, tiene su correlato en la capital trasandina. Pero aquí sus portadores son vecinos organizados para evitar saqueos en el contexto de la revuelta popular desatada en Santiago durante los últimos días.
Según publica el diario chileno EMOL; ni el Estado de Emergencia ni el Toque de Queda declarados por el presidente Sebastián Piñera pudieron ponerles freno a las protestas que tuvieron su inicio luego de un reclamo estudiantil por el aumento del pasaje de metro. Es que, aprovechando la revuelta, se registraron además saqueos en supermercados y otros locales que fueron incendiados (en algunos episodios el saldo incluyó a personas muertas). Ante esa situación, sumado al desborde de las fuerzas de seguridad, vecinos y comerciantes santiaguinos se han ido organizando en algunos sectores en grupos de autodefensa. Así las cosas, apareció la versión chilena de los "chalecos amarillos".
Vistiendo la característica prenda reflectante, varios vecinos se apostaron en las esquinas de sus vecindarios así como también en la entrada de los grandes almacenes para intentar impedir los saqueos. Incluso, en algunos puntos (como en las ferias) un grupo de propietarios se estos puestos se armó con palos para defender a como dé lugar sus pertenencias.
También protegen casas
En medio de la crisis y del oportunismo vandálico, los rumores sobre grupos organizados que iban con intenciones de ingresar violentamente a casas particulares en distintas zonas de la ciudad comenzaron a circular también.
"Por el colegio de los niños, conocemos personas que viven en otros condominios. Empezaron a mandarse mensajes, de que había tipos metiéndose a las casas. Supuestamente, porque yo no vi nada", contó a EMOL David Navarro, quien vive en la zona de Peñalolén.
"Los vecinos nos juntamos en la entrada. Los guardias no vinieron a trabajar porque no tenían cómo llegar. Formamos cuadrillas y recorríamos el condominio con palos, fierros. Se acercó una patrulla y nos explicó cómo nos podíamos organizar para defendernos. Yo estuve hasta las cinco de la mañana, porque tenía que venir a trabajar", explicó.
Repercusiones
En las redes sociales, los mensajes a favor y en contra de estos grupos de vecinos autoconvocados no tardaron en difundirse. "Gente de trabajo y esfuerzo, que están bajo la misma causa pero resguardando lo suyo y lo de su vecino. Organización ciudadana local es la base para enfrentar situaciones como estas u emergencias a futuro. Un ejemplo de resiliencia y compromiso mutuo" fue uno de los mensajes en apoyo a estos actores.
"Ahora quieren poner al pueblo contra el pueblo. Yo no estoy en guerra. 'Chalecos Amarillos' no se dejen 'engrupir', nadie está saqueando casas" o "Cabros, para el terremoto en Concepción hicimos lo mismo y, sorpresa, nadie se metió en la casa de nadie. Todos esperaban que la población de al lado atacara y ellos pensaban lo mismo. No caigan en el pueblo versus pueblo, por favor" fueron en tanto algunos de los mensajes críticos que surgieron.