El comercio minorista local está atravesando un momento crítico, solamente atenuado por el crecimiento del turismo. Según datos oficiales, las ventas del sector se desplomaron 14% durante los primeros tres meses del año. Además, una encuesta realizada por la Federación Económica de Mendoza (FEM) indica que cada vez hay más personas con sus tarjetas de crédito al límite, con dificultades para solventar sus gastos.
Para entender como se llegó a esta situación, es importante recordar que entre febrero de 2018 e igual mes de 2019 los salarios aumentaron en promedio 16,7 puntos porcentuales menos que la inflación, de acuerdo los informes publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Es cierto que la diferencia puede acortarse en los próximos meses, cuando empiecen a cerrar los nuevos acuerdos de paritarias, pero la pérdida del poder adquisitivo de los sueldos ha sido más que significativa en el último año. Esto tuvo un impacto directo sobre los niveles de consumo y las formas de pago.
Según la encuesta realizada por FEM a sus socios, en abril se observó un alto nivel de endeudamiento por parte de los clientes, con tarjetas al máximo de su capacidad. De hecho, los negocios consultados advirtieron que "es común que un cliente pruebe con dos o tres tarjetas diferentes para colocar la venta".
El economista Carlos Rodríguez comentó que esta esa una conducta recurrente en épocas de alta inflación y caída del salario real. Sin embargo, advirtió que "es un recurso peligroso y nada recomendable", porque llevar las tarjetas al límite puede llevar a que el titular no pueda cubrir el pago mensual en su totalidad y deba financiar la deuda con tasas muy elevadas. "Con las tasas de interés actuales, endeudarse con tarjeta es lo peor que se puede hacer", señaló.
Por su parte, Adolfo Brennan, prosecretario de Comercio y Servicios de la FEM, explicó que la misma situación se observa en otras provincias. "La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) detectó este fenómeno en otros puntos del país y nos pidió que lo confirmemos en Mendoza. El resultado de la encuesta dejó en claro que muchas personas tienen inconvenientes para concretar sus compras, porque tienen sus tarjetas al límite. Esto, en ocasiones, los obliga a usar más de un plástico", señaló.
“No podemos saber en qué medida esto repercute en los niveles de consumo, pero sin duda es un factor más que incide en la crisis del sector”, observó.
Más uso de plásticos
Pese a los problemas que trae aparejado el uso de tarjetas de crédito y el poco financiamiento en cuotas sin interés, la cantidad de personas que optan por el uso del plástico sigue en aumento.
Así lo confirmó Bruno Pisani, vicepresidente de Mastercard en Argentina. "No ha bajado el consumo con tarjetas, al contrario. Como están asociadas con la seguridad, la gente las prefiere antes de tener que andar con el efectivo y por otro lado, están siendo más utilizadas por ser un instrumento de crédito", aseguró.
También los comerciantes perciben que hay una mayor utilización de los "plásticos". En su última encuesta, la FEM consultó a sus socios qué porcentaje de las ventas se concretan con pagos en efectivo y qué participación tienen las compras con tarjeta de crédito. Como resultado se obtuvo que el 60% de las operaciones se cancelan con tarjeta y el 40% restante en efectivo, pero desde el organismo aclararon que hay sectores en los que el pago en cuotas llega a tener una participación del 90%.
Carlos Rodríguez, identificó dos motivos por los cuales el uso de las tarjetas persiste e incluso va en ascenso. "Por un lado, es un hecho que en los últimos años los medios de pago electrónico han venido ganando terreno, principalmente por una cuestión de seguridad. Por otra parte, es común en épocas de caída del poder adquisitivo que haya mayor interés por aprovechar los descuentos y beneficios que ofrecen algunas tarjetas.
También la ventaja financiera que ofrece el pago en cuotas (siempre que sea con interés bajo o nulo) es un incentivo para usar tarjeta", comentó el economista.
Tasas altas e inflación
Reconociendo la tendencia hacia el uso de las tarjetas de crédito como medios de pago, el 80% de los comercios encuestados por la FEM consideró que para mejorar los actuales niveles de consumo se debe volver a disponer de cuotas sin interés real. Cabe recordar, que la suba de la tasa de interés monetaria del Banco Central (sirve como referencia para el sector financiero) provoca un encarecimiento en todo los planes de pagos en cuotas. Así, en los últimos meses el financiamiento privado e incluso el comprendido dentro de los planes oficiales -como Ahora 12 y Ahora 18- dejó de tener tasas de interés del 0%. En algunos casos, el Costo Financiero Total (CFT) llega a superar el 100%.
Otro punto clave a los ojos de los comerciantes es la pérdida del poder adquisitivo de los mendocinos. Los empresarios del sector considerar que el atraso de los salarios frente a la inflación es uno de los principales causante de la caída constante de ventas.
Economistas consultados coincidieron en que esa situación explica la caída en el consumo en términos generales y mucho más en rubros como el de electrodomésticos y electrónica. "En épocas de crisis, con poco nivel de actividad y alta inflación, se tiende a retraer el consumo, primero en los bienes considerados de lujo y luego en el resto", comentaron.
Caída de ventas
En el primer trimestre del año las ventas del comercio minorista de Mendoza cayeron 14%, de acuerdo a un informe oficial publicado por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE). Solo un rubro logró crecer en relación al año pasado, mientras otros cerraron el período con bajas superiores al 20%.
Los resultados presentados por el organismo muestran la variación la facturación lograda por los comercios de la provincia. Para conocer sus resultados reales, se consideró la pérdida del poder adquisitivo provocada por la inflación. En el caso de Mendoza, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una variación acumulada del 54,5% entre los primeros tres meses del año pasado y el primer trimestre de este año.
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, coincidió con el análisis de Carlos Rodríguez y reconoció que "la caída del consumo es una consecuencia inevitable, en un escenario de inflación y pérdida del poder adquisitivo de los salarios".
No obstante, aseguró que la situación puede atenuarse en los próximos meses con los cierres de paritarias y remarcó que “hay un marcado crecimiento del turismo, que ayuda a atenuar la caída para algunos rubros dentro del comercio”.
Cómo le fue al comercio rubro por rubro
Los datos presentados por la DEIE indican que el rubro al que peor le fue en los primeros tres meses del año es el de "productos electrónicos y electrodomésticos", que sufrió una fuerte retracción del 30% en sus ventas, pese a que hubo un claro retroceso del llamado "efecto Chile". Es que la suba del dólar produjo un encarecimiento de toda clase de productos en el país trasandino y en consecuencia los mendocinos dejaron de hacer viajes para ir a comprar. De hecho, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reveló que este verano cruzaron el paso Cristo Redentor 185 mil argentinos menos que el año pasado.
Sin embargo, los resultados estadísticos demuestran que las compras que dejaron de hacerse en Chile no se volcaron al mercado mendocino.
Se registraron caídas similares en otros sectores, como el de "diversión y esparcimiento", cuya facturación se contrajo 21% en términos reales durante el primer trimestre del 2019, en comparación con el período enero-marzo de 2018.
No fue bueno tampoco el desempeño de las jugueterías, que sufrieron una baja de ventas del 14% durante el primer trimestre. Lo propio ocurrió con los patios de comidas (-12%), el rubro de "indumentaria, calzado y marroquinería" (-10%), "librería y papelería" (-9%), "perfumería, farmacia, óptica y fotografía" (-6%) y "ropa deportiva y accesorios deportivos" (-2%), siempre hablando de los resultados de los primeros tres meses del año, en relación a lo que vendieron en los mismos meses del año pasado.
Fue negativo además el balance de los artículos comprendidos dentro del rubro "otros", con una caída interanual del 12%, aunque la DEIE no especifica qué clase de productos están comprendidos en ese ítem.
A contra mano del resto de las actividades, los comercios dedicados a la venta de amoblamientos, decoración, sanitarios, iluminación y textiles para el hogar, lograron un repunte del 22% en los primeros tres meses del año, alcanzo una facturación que logró ganarle a la inflación.