Un asesinato. Unas pocas pruebas y todo un equipo interdisciplinario integrado por especialistas trabajando detrás de esas pistas. Una pestaña, la marca del lápiz de labio y hasta un reflejo accidental en el cristal de un vehículo estacionado sirven para resolver un caso criminal o policial en cualquiera de las series o películas norteamericanas que a diario invaden la pantalla.
Más allá de la ficción y el "final feliz" que plantean estas realizaciones (donde siempre dan con el asesino), lo que sobresale en estos productos es la existencia de una Policía especializada en la investigación de las escenas del crimen. En Mendoza, el Código Procesal Penal (CPP) establecen la creación de un cuerpo de Policía judicial, que debería ser autárquica de la Policía de Mendoza y depender del Poder Judicial.
No obstante, no se ha avanzado con esta iniciativa y es por esto que durante la mañana de hoy egresados y estudiantes de las carreras Criminalística, Documentología y Accidentología marcharán a la Legislatura reclamando que se cumpla.
"La Policía judicial no vendría a criticar ni a atropellar lo que se hace ahora, sino que sería de integración. Porque es ella, la que debería encargarse de preservar el lugar, los elementos de prueba e investigar posibles nuevas pruebas. Y debería ser un órgano dependiente de la Justicia", reconocieron Carla Aguilar Álvarez, Yanet Bilurón -egresadas de estas carreras- y Sandra Flores, licenciada en Criminología y Ciencias Penales Sociales.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, y el director de la Policía Científica, José Vega, manifestaron estar a favor de la creación de este cuerpo (que también se encargaría de lo que actualmente hace el área de Investigaciones), aunque indicaron que hay que estudiar bien la forma en que se hace.
Además, Vega resaltó que desde hace siete años la Policía Científica está sumando a egresados y técnicos de estas carreras, previo haber completado un curso de auxiliar en el Instituto Universitario de Seguridad Pública (ver aparte).
Trabajo conjunto
"El principal problema que se ha dado en la investigación del caso de Ángeles Rawson es justamente que la primera investigación la hicieron policías que no están especializados en la parte judicial y que rompieron la cadena de custodia. Eso vició el procedimiento de nulidad y ahora la defensa del portero pide que se desestimen esas pruebas". Con ese ejemplo, Flores sintetizó la importancia de que la Policía judicial salga a la luz de una buena vez.
Actualmente esos trabajos son desarrollados por uniformados de la Policía de Mendoza que, si bien se han especializado en la práctica para hacerlo, son dependientes del Ministerio de Seguridad aunque responden en estos procedimientos a los fiscales.
"El problema es que esta dualidad de cabezas (Seguridad y Justicia) a las que responden terminan, muchas veces, entorpeciendo la investigación criminal. En Mendoza, solamente 3 por ciento de los delitos denunciados recibe condena. El resto quedan impunes", indicó por su parte el diputado de la UCR, Luis Petri, autor del proyecto presentado en la Casa de las Leyes en octubre de 2012 que establece también la creación.
La Policía judicial quedaría dividida en tres grandes áreas: criminalística, detectives y victimología.
"Actualmente la parte de detectives la hace Investigaciones, pero se necesita una capacitación específica. Lo mismo ocurre con el seguimiento y el abordaje a las víctimas. Aquí entrarían profesionales como psicólogos, psiquiatras y licenciados en niñez y familia, por ejemplo", indicaron las egresadas.
"Esta nueva Policía judicial (CIC -Cuerpo de investigación criminal-), tendrá como equipo a varios profesionales de distintas rama. Son todas labores que cumple Policía Científica y no es nuestra intención desmerecerla, sino profesionalizarla con gente idónea para esa labor. Por ejemplo, soy licenciada en criminalística y no puedo ejercer debido a que no soy policía. Pero mi ciencia es investigar, no ser policía y prevenir", agregó por su parte Denís Furlán, otra egresada.
Según cuentan las jóvenes profesionales, son muchos los estudiantes y egresados de esas carreras que no tuvieron opción que ingresar a la Policía para poder trabajar. Incluso muchos de ellos no pudieron terminar su carrera.
Tanto las profesionales que piden que se cumpla lo que establece el CPP como el autor del proyecto de ley que redunda en ello aclararon que bajo ningún punto de vista buscan desmerecer ni invadir la labor policial.
"(La Policía judicial) ampliaría las técnicas de investigación para poder reunir las pruebas necesarias a la hora de acusar delitos y del descubrimiento de la verdad en su comisión. Minimizaría además las falencias, reduciendo los riesgos de nulidad por inoperancia. La Policía judicial sería exclusiva para el trabajo de investigación y reunión de pruebas en delitos", sostuvo.
Cautela
Además de los profesionales especializados en criminalística, este cuerpo estará integrado por efectivos que ya se encuentren cumpliendo estas funciones, aunque pasarían a la órbita de la Justicia. Es por esto que, en el proyecto de Petri, se prevé la protección de los beneficios y condiciones favorables ya adquiridos.
"Se acordaría un traspaso progresivo y selectivo, no sería todo de golpe. Porque la idea es ir integrando también a quienes vayan egresando de la licenciatura en criminalística y de las tecnicaturas en documentología y accidentología", destacaron.
En este sentido, tanto Aranda como el director de Científica coincidieron en que es algo que debe manejarse con "cautela".
"Estamos a favor de la creación de este cuerpo, pero hay que ver el modo, la forma en que se hace. Y también tener en cuenta qué se hace con quienes ya están en la fuerza, tanto en Científica como en el área de Investigaciones", indicó el titular de la cartera de Seguridad de la provincia.