Crímenes en familia: la historia de los Puccio también por tevé

Telefé anuncia para setiembre “Historia de un clan”, la miniserie que retoma en 13 episodios los secuestros extorsivos y asesinatos cometidos por la familia Puccio, que en los ’80 conmovieron a la opinión pública argentina y que aún hoy siguen movilizando

Crímenes en familia: la historia de los Puccio también por tevé

La historia se repite, aunque con una mirada diferente. La del cine es la de Pablo Trapero, que desde el jueves pasado muestra a un Guillermo Francella impresionante en el rol de Arquímedes Puccio y a Peter Lanzani como su hijo Alejandro, miembros de una familia acomodada de San Isidro que, entre 1982 y 1985, secuestró y asesinó a varias personas, incluidos allegados y amigos, luego de cobrar suculentos rescates.

Una vez conocido el hecho, la opinión pública se mostró conmocionada, sobre todo porque, hacia afuera, los Puccio parecían una familia normal, con el padre contador público que hasta llegó a ser vicecónsul y su hijo Alex un destacado jugador de rugby en el Club Atlético San Isidro y en Los Pumas.

Nadie tenía la más mínima sospecha de que en el sótano de la casa escondían a sus víctimas, aunque llamaba la atención que Arquímedes, con su pelo blanquísimo, se pusiera escoba en mano a barrer la vereda de la casa todas las madrugadas a partir de las 2 de la mañana (luego se sabría que era para tapar los posibles gritos de sus víctimas).

La mirada televisiva de esta historia le corresponde a otro gran autor: el director y guionista Luis Ortega (35), también integrante de un clan pero de creativos. Junto a su hermano Sebastián, dueño de la productora Underground, preparan el estreno de “Historia de un clan”, la miniserie de 13 capítulos (todos de autoría de Ortega) que llegará en setiembre a la pantalla de Telefé protagonizada por un impresionante elenco encabezado por Alejandro Awada, Chino Darín y Cecilia Roth, a quienes acompañan Nazareno Casero, Rita Pauls y María Soldi, entre otros.

De lujo

El rodaje de “Historia de un clan” comenzó en marzo y desde entonces los actores debieron someterse a un riguroso entrenamiento para modificar su aspecto físico.

Awada, de 53 años, encaneció su pelo para convertirse en Arquímedes Puccio. “Sentí que había envejecido 20 años”, dijo el actor de “El aura”, “La fuga” y “Nueve reinas”, entre otras películas, y a quien también se vio en tevé en “Historias de diván”, “Los exitosos Pells” y “Los simuladores”.

El Chino Darín (26), por su lado, debió someterse a varios meses de crossfit para modelar su cuerpo como el de Alejandro Puccio, el eximio jugador de rugby, en su primer protagónico para televisión. Si bien el hijo de Ricardo Darín intenta sacudirse el lugar común de galán en sus últimos trabajos, lo cierto es que habrá no pocas mujeres que comenzarán a mirarlo de otra manera a partir de lomazo que mostrará en “Historia de un clan”.

De todos modos, se trata de un rol "intenso y muy demandante psicológicamente", según declaró el actor.
Cecilia Roth vuelve a la tevé luego de "En terapia" y su participación en "Viudas e hijos del rock and roll", ahora en el papel de Epifanía Angeles Calvo, esposa de Arquímedes y madre de cuatro hijos.

Rita Pauls (hija del escritor Alan Pauls y sobrina del actor Gastón Pauls) y María Soldi componen a las dos hermanas de la familia, Adriana y Silvia Puccio, mientras que Nazareno Casero es Daniel alias “Maguila”, el hermano menor, y Justina Bustos encarna a Mónica, la novia de Alejandro.

“Historia de un clan” también significará el regreso a la televisión del actor cómico Tristán, quien interpretará por primera vez un personaje dramático: el Coronel Franco, uno de los asesinos cómplices de la familia.

Y por si fuera poco, la consagrada Norma Aleandro (79) interpretará a Nélida Bollini, la última secuestrada del Clan Puccio que logró salvarse.

Cabe señalar que el papel de Arquímedes Puccio fue ofrecido en primera instancia a Diego Peretti, quien lo rechazó por una cuestión de agenda laboral.

Según los productores, a través de esta miniserie "se podrá conocer más sobre la psicología de cada uno de los miembros de la familia".

La verdadera historia

La banda fue desbaratada hace 30 años, precisamente en agosto de 1985, luego de que secuestró y asesinó a dos rugbiers, a pesar de que habían pagado su rescate, mató a un empresario al tratar de capturarlo y mantuvo cautiva a una mujer.

Antes de ser el jefe del denominado "clan", Arquímedes fue un contador público que trabajó para el Ministerio de Relaciones Exteriores y presuntamente vinculado con la organización ultranacionalista Tacuara y al grupo terrorista de ultraderecha Triple A.

Según los investigadores, luego se mudó a una casona de la localidad bonaerense de San Isidro con la aspiración de integrarse a la clase social alta a la que no pertenecía y armó una organización delictiva con el fin de conseguir dinero para lograrlo.

El clan liderado por él estuvo integrado por dos de sus hijos, Alejandro, ex wing del Club Atlético San Isidro (CASI) y de Los Pumas; y Daniel, alias "Maguila"; el militar retirado Rodolfo Franco y sus amigos Guillermo Fernández Laborde y Roberto Oscar Díaz.

El primero de los hechos atribuidos a esta banda fue el que tuvo como víctima a un conocido de Alejandro, el rugbier del club Pueyrredón, Ricardo Manoukian (24), secuestrado el 22 de julio de 1982 y asesinado a balazos nueve días después a pesar de que la familia de la víctima pagó 250.000 dólares de rescate.

El segundo de los casos acreditados por la Justicia fue el de Eduardo Aulet (25), ingeniero y jugador del San Isidro Club (SIC), a quien capturaron el 5 de mayo de 1983 y asesinaron apenas cobraron los 100.000 dólares pagados para liberarlo, aunque su cuerpo recién fue hallado cuatro años después.

Luego, el 22 de junio de 1984, el empresario Emilio Naum (38), propietario de firma de ropa Mac Taylor y quien conocía a Arquímedes, fue asesinado de un balazo en el pecho cuando se resistió a que el clan lo secuestrara.

La banda recién fue desarticulada el 23 de agosto de 1985, al intentar cobrar el rescate por la empresaria Nélida Bollini de Prado, de 59 años, a quien la Policía rescató de la casona de los Puccio en San Isidro donde pasó 32 días cautiva.
Después

Tras ser detenidos los integrantes del clan, Alejandro saltó con sus manos esposadas desde el quinto piso de los tribunales porteños durante un traslado y, si bien sobrevivió, las lesiones le complicaron su estado de salud mientras estuvo en prisión condenado a reclusión perpetua.

Dentro de la cárcel estudio Psicología y salió en 2007 bajo libertad condicional, pero en 2008 murió a los 49 años mientras estaba internado en un centro asistencial de Avellaneda.

Por su parte, Arquímedes fue condenado en diciembre de 1995, también a reclusión perpetua, y a partir de 2002, a raíz de su avanzada edad, fue beneficiado con prisión domiciliaria, pero en 2004 lo enviaron a una cárcel de La Pampa luego de que se comprobó que salía de su casa.

Durante el tiempo que estuvo detenido se recibió de abogado, en 2008 recibió la libertad condicional y fijó domicilio en una vivienda del barrio El Molino de General Pico, donde falleció el 3 de mayo de 2013 como consecuencia de un ACV.
Al momento de su muerte, Arquímedes, de 84 años, tenía su propio estudio jurídico, estaba separado hacía cuatro meses de una mujer mucho más joven que él y convivía en esa casa con un predicador de la Iglesia Evangélica, religión que practicaba desde que estuvo preso.

De acuerdo a la Policía local, no recibía visitas, ni siquiera de alguno de sus familiares, quienes tampoco quisieron hacerse cargo de sus restos, los cuales fueron inhumados en una fosa común por decisión de la Justicia de General Pico.
Mientras que su hijo "Maguila" (54) estuvo detenido sólo hasta 1988 y en 1999 recibió una sentencia a 13 años de cárcel sólo por el secuestro de Bollini de Prado, pena que jamás cumplió porque desde entonces permaneció prófugo -aparentemente por Nueva Zelanda y Brasil- y debido al tiempo transcurrido la misma finalmente prescribió.

El caso de los Puccio fue uno de los más resonantes de la historia policial argentina y en los últimos meses volvió a atraer la atención de la sociedad a través de las artes y la ficción.
También un libro

Este mismo mes, el periodista y escritor Rodolfo Palacios publicó el "El clan Puccio", en base a una entrevista que le realizó a Arquímedes en 2011 y lo muestra unido a Laborde, Díaz y Franco como "peronistas" vinculados a militares que operaron el 20 de junio de 1973 en la denominada "Masacre de Ezeiza".

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