La compraventa de una moto y la declaración de uno de los primeros imputados que tuvo la causa en la que se investiga el
homicidio de Micaela Tati (13)
fueron claves para dar con Jorge Barroso, el hombre que desde el sábado está detenido, acusado del asesinato de la niña. En los próximos días, la fiscalía especial citará a los testigos del crimen para que declaren si la moto secuestrada el fin de semana fue la usada durante el asesinato.
"El Loco" Barroso cayó el sábado por la mañana
después de que la policía allanara una casa de Guaymallén donde vivía desde hacía un tiempo.
En la primera etapa de la investigación, Barroso no apareció como un sospechoso. Pero con el avance de la pesquisa, salió a la luz su nombre y su posible participación en el crimen. Es más, uno de los primeros implicados en el caso Tati fue quien lo mencionó como el presunto homicida.
Los investigadores creen que "El Loco" (apodado de esa manera dado su carácter violento) era el conductor de la moto Yamaha 125 en la que iban los asesinos de Micaela. Aunque no está claro si fue él quien ultimó a la niña o su acompañante. Pero, por el momento, determinar quién de los dos disparó no es algo que desvele a los pesquisas, ya que ambos sospechosos están imputados por un mismo delito: homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
En la escena del crimen se encontraron vainas de dos calibres distintos por lo que no hay duda de que ambos tiradores dispararon, cada uno con un arma distinta, que aún no han sido encontradas.
La moto, otra clave
Al tiempo que Barroso fue mencionado en la causa, los pesquisas comenzaron a investigar qué había pasado con la motocicleta en la que se conducían los homicidas.
Tras esa pista, el sábado por la mañana la Policía allanó una casa de Rodeo de La Cruz, Guaymallén, donde hallaron el rodado. Allí también encontraron al nuevo dueño de la Yamaha, que ahora es investigado por la Justicia ya que a los pesquisas les interesa saber si es un encubridor de Barroso o si compró la moto de buena fe.
Con este hallazgo clave para la investigación que lidera Santiago Garay, desde la fiscalía especial citarán a los testigos del crimen para que reconozcan el vehículo.
El procedimiento será similar al llevado adelante en las ruedas con sospechosos. Junto a la moto secuestrada, habrá otras de similares características y los testigos deberán identificarla, indicaron las fuentes consultadas.
Mientras se concretó este importante avance en la causa, se está tras los pasos del otro sospechoso, conocido como Satur. "Siempre estuvo claro que él (por Satur) participó del crimen, la incógnita era quién lo acompañaba", dijo una fuente judicial.
Ayer, los padres de Micaela fueron recibidos por las autoridades del Ministerio de Seguridad quienes los pusieron al tanto del avance de la investigación. "Como familia nos provoca un bienestar que haya un detenido. Sabemos que el camino de justicia que elegimos va a dar frutos", dijo Stefano, el padre de la niña.
Tarde fatal
El 10 de marzo de 2012, Micaela fue baleada por dos sujetos que iban en una moto cuando estaba en una feria que se desarrollaba en la plaza del barrio La Gloria.
La investigación determinó que los disparos tenían como objetivo a su tío, Rafael Molina, pero en cambio la hirieron a ella en la ingle. Tras varios días de internación, la niña falleció.
Conocido el crimen, hubo un primer detenido al que pronto se sumó otro joven. Ambos fueron imputados y enviados a la cárcel más de dos meses aunque después quedaron libres ya no que existían pruebas firmes en su contra.
En medio de este crimen, suena una posible venganza entre los miembros de la barra brava del "Tomba", de la que algunos de los investigados forman parte.