El automóvil que fue hallado calcinado en Tunuyán, y en el que presuntamente huyeron los asesinos de Norma Carleti, fue vendido hace una semana a través de Facebook. El único aprehendido fue visto manejando ese vehículo días atrás. Llegaron a él porque tenía una pulsera magnética del Servicio Penitenciario provincial.
La víctima, ex pareja del dirigente radical Leonardo Hisa, pertenecía al directorio de establecimiento Frutícola Carleti, una compañía familiar fundada en 1957 que se ubica en el distrito de Vista Flores.
Esta madrugada fue asesinada de, al menos, 20 puñaladas por sujetos que ingresaron a su casa ubicada en calle República de Siria de Tunuyán. La puerta que da al patio había sido violentada y en el interior de la vivienda, los policías que llegaron tras recibir una llamada al 911 encontraron a la víctima de 59 años tendida, sin vida.
El relato de vecinos de Carleti aportó a los pesquisas que los delincuentes escaparon en un Fiat 600 de color blanco. El rodado apareció abandonado horas después en el callejón rural Escorihuela, de Las Pintadas, a 7 kilómetros de donde se cometió el crimen. Estaba calcinado; sin embargo la patente quedó visible: UHF-018.
Un Fiat 600 de color blanco con la misma patente fue vendido el 27 de febrero pasado a través de Facebook, donde se publicó el aviso. El auto fue publicado en un clasificado de Mendoza pero fue vendido en Tunuyán, según informó el portal Nuevo Diario Independiente del Valle de Uco.
Los investigadores ahora buscan saber si quien vendió el vehículo se vincula de alguna otra forma, más allá de la comercial, con quienes lo compraron. Y si se trató del mismo comprador o si el “Fitito” había sido robado en las últimas horas.
Según confiaron fuentes policiales, días antes un joven llamado Kevin fue visto circulando en ese auto. Él es el único aprehendido hasta el momento. Los policías llegaron a él ya que tenía una pulsera magnética porque cumple prisión domiciliaria. El aparato se activó mientras se cometía el crimen.
Otra curiosidad del caso es que habitualmente los delincuentes roban vehículos que pueden alcanzar altas velocidades para escapar. Es habitual también que luego los incineren para borrar cualquier rastro. En esta ocasión se trata de un auto viejo y con poco “poder” para emprender una huida.