Cuando en septiembre de 2017 Cristian Segundo Reina Flores pisó nuevamente la calle, a pesar de que su condena se cumplía en 2021, sintió el aire fresco en la cara y "respiró" la libertad condicional que le había otorgado un juez. Ese magistrado le fijó ciertos requisitos para mantenerse libre, como evitar "actos reñidos con la moral". Pero dos años después, el ex convicto cayó herido en una finca en Russell, Maipú, a 200 metros de la casa donde presuntamente asesinó al comerciante Héctor Quiroga (59).
El 15 de septiembre de 2017, tras una audiencia de 30 minutos, el titular del Primer Juzgado de Ejecución Penal, Sebastián Sarmiento, le otorgó la libertad condicional a Reina Flores en el penal de Boulogne Sur Mer.
Según indicaron fuentes policiales, basadas en documentos, el magistrado desoyó una recomendación de la Procuración General de no ceder en ese beneficio y un estudio de un psicólogo forense que apuntaba a los "predictores de riesgo asociados a su posición frente a la conducta ilícita".
El especialista del Ministerio de Seguridad provincial también indicaba en su informe que esos indicios "harían estimar un pronóstico criminológico con tendencias desfavorables, siendo un factor fundamental en su orientación el contexto y grado de inclusión social, laboral y familiar".
El representante del Ministerio Público Fiscal presente en esa audiencia no prestó su consentimiento a la solicitud de la defensa de Cristian Reina.
El juez Sarmiento impuso ciertas condiciones al recluso con numerosos antecedentes para recuperar la libertad que, se suponía, debía cumplir a rajatabla. En el acta firmada ese día se lee que se instaba al liberado a "no cometer delitos y adoptar en un plazo no superior a un mes oficio, arte, industria o profesión en caso de no tener medios propios de subsistencia".
Además, Reina -quien ayer fue imputado por homicidio criminis causa- debía "abstenerse de mantener ningún tipo de contacto con las víctimas, no ingerir o portar bebidas alcohólicas, alcaloides o drogas similares y no efectuar actos reñidos con la moral".
El ahora detenido en una sala común del hospital Central tampoco debía "provocar o participar en desórdenes en la vía pública o lugares privados", no "concurrir a lugares en donde se expendan bebidas alcohólicas ni frecuentar lugares inadecuados".
En el acta se lee que Reina Flores debía "finalizar sus estudios secundarios y participar de un curso de formación profesional anual o equivalente".
Además se le impuso al interno la prohibición de salir del país durante el tiempo que le restaba de condena (4 años) y no podía ausentarse de la provincia sin previa autorización del juzgado. "Todo ello bajo apercibimiento de revocar la libertad condicional", se lee en el escrito al que accedió Los Andes.
En su resolución, Sarmiento dispuso que la Dirección de Promoción del Liberado realizara un control cada 90 días del reo en su domicilio, ubicado en calle Espejo del distrito maipucino Russell, y debía informar al Juzgado de Ejecución Penal 1 cualquier novedad.
Lo atraparon cubierto de ramas
Luego del atraco fatal que Cristian Reina Flores habría cometido junto a dos cómplices la madrugada del miércoles en una vivienda ubicada en calle Videla Castillo 1552 de Russell, una vecina alertó a la Policía porque había visto a un hombre herido en el cruce de calle Espejo y las vías, a 200 metros del lugar del hecho.
Hasta allí llegaron policías que fueron notificados del cruento asesinato y encontraron al acusado que, al parecer, no pudo seguir el ritmo de la huida de sus secuaces y fue abandonado en una finca. Estaba debajo de un olivo, cubierto por hojas y ramas de ese árbol. Todo indica que los dos ladrones ilesos intentaron ocultarlo.
Efectivos del grupo operativo de Maipú lograron apresarlo a los pocos minutos en el improvisado escondite. "Seguimos los rastros de sangre y lo encontramos tirado entre los olivos. No fue una detención inmediata, primero tuvimos que asistirlo", relató uno de los efectivos que participó del operativo.
El acusado se recupera en sala común del Central
Cristian Reina Flores fue encontrado tendido en una finca con cinco heridas por arma de fuego. Por eso fue trasladado al hospital Central, donde quedó internado.
Fuentes oficiales explicaron a Los Andes que el paciente sufrió fractura expuesta del antebrazo derecho, fractura expuesta de muñeca izquierda y fractura expuesta del peroné derecho. Todas esas lesiones fueron causadas por arma de fuego.
Además sufrió fractura troncoarterial derecha y tiene una herida de arma de fuego superficial en el abdomen, que no requirió mayores cuidados. Esas heridas habrían sido provocadas con la escopeta con que Héctor Quiroga intentó repeler el ataque de los tres asaltantes que llegaron a su casa la madrugada del miércoles.
Reina sigue internado en sala común en el servicio de Traumatología con custodia policial preventiva.