Cuando el trabajo de la Policía y la Justicia estaban orientados para dar con un "viejo conocido" del Oeste de Godoy Cruz por un asesinato, la madre de la víctima declaró y cambió el rumbo de la causa.
Es el caso por el brutal homicidio de Oscar Brian Gordillo (18), acribillado a tiros la mañana del domingo 19 de abril pasado en el Campo Papa. A este muchacho le dieron siete balazos, agonizó una semana y murió este domingo.
La víctima, caminó al hospital mencionó a los presuntos atacantes, señalando al tristemente célebre "Cara Cortada" y al "Ojo de vidrio".
Estos jóvenes son conocidos en el mundo delictivo de Godoy Cruz. Sobre todo el primero, Franco Ábrego, quien a sus 23 años ya ha sido investigado por cuatro crímenes, protagonizó fugas en el ex COSE y estuvo preso en la cárcel hasta hace dos semanas.
Al "Cara Cortada" también se lo incluye dentro del grupo de "Los angelitos de la Yaqui"-Sandra Jaquelina Vargas, la narco condenada a 15 años-; además, Ábrego trascendió públicamente en 2014 porque accedió a una cirugía estética en su rostro, financiada por el Estado y con el fin de que dejara de ser estigmatizado por una cicatriz que presentaba.
El otro sospechoso, el "Ojo de vidrio", también es del mismo ámbito y está aún más vinculado con la "Yaqui": es yerno de esta mujer y llegó a juicio con ella por el tráfico de drogas y lavado de activos, pero en el debate fue el único absuelto de la banda.
Declaración y cambio
Cuando los pesquisas abocados a resolver el homicidio de Gordillo iban por estos dos personajes, la madre del fallecido se presentó a dar su testimonio ante el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello y apuntó a dos acusados diferentes: el "Dengue" y otro muchacho con el mismo nombre que su hijo, Brian. Los dos serían de esta misma zona.
La mujer habría detallado algunos problemas entre estos sujetos y la víctima, aunque no se ha filtrado el móvil del ataque. Por las características del hecho, está claro que a Gordillo lo fueron a buscar en un típico “ajuste de cuentas”
Siete balazos
Oscar Brian fue sorprendido a las 7 de aquel domingo, mientras se encontraba en calle La Virgen, uno de los ingresos al Campo Papa. Sus agresores acertaron siete tiros en su cuerpo, que obligaron a su traslado inmediato al hospital Central.
En el centro asistencial permaneció una semana hasta que el domingo pasado murió.
Había recibido tres impactos de bala en el abdomen, dos en el pecho, uno en el antebrazo izquierdo y otro en el codo derecho.
Con el asesinato consumado, la madre de Gordillo declaró en las últimas horas y los investigadores van detrás de las pistas que brindó.