Mónica Castro, la "bruja" imputada por el crimen del médico León Domingo Burela (64) en Las Heras, sufrió ayer su primer revés en la investigación. La Justicia le rechazó el pedido de libertad y el arresto domiciliario.
En un control jurisdiccional, el juez Federico Martínez avaló las pruebas con las que cuenta la fiscal Claudia Ríos Ortiz para sostener la acusación. De esta manera desestimó que la operación que recientemente le realizaron a esta mujer sea motivo para que salga de la cárcel de Agua de las Avispas, en donde se encuentra alojada junto su amiga Elizabeth Ventura, esposa de la víctima y sospechosa de ser la autora intelectual del asesinato.
El 24 de octubre pasado Castro fue sometida a una intervención quirúrgica en la nariz que ya tenía planificada desde antes de ser detenida. "Está en condiciones de tener un post operatorio en el penal y le han realizado controles diarios", apuntó el juez respecto a su salud.
En cuanto al análisis de las pruebas, el magistrado aseguró que hay "bastantes motivos de sospecha" para esta instancia de la causa como para que la acusada esté en la penitenciaría, basado en las escuchas telefónicas, el secuestro de elementos de la casa de la "bruja" y las declaraciones testimoniales.
El principal elemento que la implica es la conversación que mantuvo con Ventura en la que sostuvo: "Falta que también le digas que mandaste a matar a tu marido", en relación a una charla de la viuda con otra persona.
También de los allanamientos en su casa la Policía se llevó papeles escritos en los que Castro pedía que no avanzara la causa, que no intervinieran determinados teléfonos, y mensajes intimidantes contra la fiscal y otros pesquisas.
Sobre este punto, la defensa sostiene que la acusada había recibido un trabajo en su calidad de tarotista y vidente y que buscaba cumplir con su cliente, refiriéndose a Ventura. Es decir, no niegan que Castro supiera del crimen y de la presunta participación de su amiga, por lo que cabría la figura de encubrimiento.
El juez agregó que está imputada por un delito de "suma gravedad y de alta pena", lo cual podría ser motivo para fugarse. Se la acusa de participación necesaria en un homicidio agravado por el vínculo, con pena única de perpetua.
Por último, en la resolución se detalló que no hay constatación de un domicilio para recibirla, ni se cuenta con pericias psicológicas.
El próximo paso de la investigación será la audiencia de prisión preventiva, mientras se intenta identificar al sicario que en abril de este año entró a la casa de Burela en el barrio Kolton y lo ejecutó a disparos.