Durante la mañana del domingo, la familia de Fernando Báez Sosa recibió un gesto muy especial. El Papa Francisco se comunicó personalmente con Graciela y Silvino, padres del joven brutalmente asesinado por un una patota de rugbiers en Villa Gesell.
El Sumo Pontífice los llamó con el fin de "solidarizarse por su pérdida". Conforme a lo expresado por fuentes cercanas a Jorge Bergoglio a TN, se trató de un "diálogo privado" del que prefirieron no revelar el contenido.
Sí expresaron que se trató de "un gesto y un mensaje del Papa para la sociedad, ante las situaciones de violencia que se viven en estos momentos en la Argentina y en el mundo".
El llamado cobró gran relevancia entre los Báez Sosa ya que se trata de una familia muy creyente con una relación muy estrecha con la Religión, tal como lo era Fernando. El joven asistía al tradicional colegio católico Marianista, situado en el barrio porteño de Caballito, una institución católica fundada por la Sociedad de María.
Así mismo, conocidas sus actividades solidarias en el que ayudaba a distintas escuelas humildes para mejorar las instalaciones.
Antes de recibir el llamado del sucesor de San Pedro, Silvino y Graciela realizaron una misa "por el descanso eterno" de Fernando en la parroquia San Agustín. De la celebración participaron la novia del fallecido, familiares, amigos, vecinos y algunas personas autoconvocadas por la gravedad del crimen.