Lucas Arias: otro crimen, otro reclamo por justicia

Familiares, amigos y vecinos del joven de 21 años, asesinado el domingo 13, se reunieron en el Kilómetro 0 y después caminaron hasta la Legislatura.

Lucas Arias: otro crimen, otro reclamo por justicia
Lucas Arias: otro crimen, otro reclamo por justicia

Unas 300 personas pidieron  en el Kilómetro Cero y en la Legislatura que se esclarezca el asesinato de Lucas Arias (21), en tanto que la Justicia le imputó el crimen a una chica de 17 años que acompañaba al autor material del hecho, un joven que ya estaría identificado.

Ayer a las 12, familiares, amigos y vecinos del joven asesinado el domingo 13 de julio en el barrio 1 de Setiembre, de Las Heras, se reunieron en San Martín y Peatonal para pedir justicia por el crimen de Arias.

Los familiares del joven estuvieron acompañados por padres de algunas víctimas del delito (Sebastián Prado, Esteban Toledo y Matías Quiroga, entre otros).

Unas 300 personas con carteles con la foto del chico lasherino y de otras personas muertas en situaciones violentas, cortaron en tránsito en el Kilómetro  Cero y marcharon luego por calles céntricas hasta llegar a la puerta de la Legislatura.

Allí, la madre del médico Sebastián Prado, leyó una larga lista de víctimas de la violencia urbana, al tiempo que los presentes gritaban "justicia", tras escuchar cada uno de los nombres.

"Tenemos esperanzas de que el caso se esclarezca. Pedimos justicia, que esto no quede impune como tantos crímenes en los que los padres (de las víctimas)  no saben nada", dijo Javier Arias, padres de Lucas.

Lucas tenía una hija de tres años con su pareja, Anabel González, una joven que también estuvo presente en la marcha. "Este es un momento muy difícil pero tengo fuerzas para que el caso de Lucas no sea otro Sebastián Prado. Nosotros vinimos porque nadie dio la cara, ni los políticos, ni la policía", afirmó la joven.

Los manifestantes estuvieron en la puerta de la Legislatura y como nadie los recibía -salvo el diputado Héctor Quevedo (UCR)- Osvaldo Quiroga, padre de Matías Quiroga, dijo: "Si en dos minutos no sale nadie a dar explicaciones, vamos a ir a buscarlos".

Treinta segundos después, la puerta de la Casa de la Leyes se cerró. "Ya se escaparon, como hacen siempre", dijo la madre de Sebastián Prado.

Minutos más tarde, un policía se contactó con los familiares de Arias y les indicó que iban a ser recibidos por la puerta que da a Patricias Mendocinas. Todos se dirigieron hacia esa arteria y cortaron el tránsito, pasadas las 14 horas.

La menor detenida está acusada de homicidio agravado

Una chica de 17 años, detenida el viernes, fue imputada por el crimen del joven Lucas Arias.

La chica fue imputada por el fiscal especial Santiago Garay por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y también por tentativa de robo agravado.

"Después que le dispararon a Lucas, pasó una chica manejando una moto", indicó ayer Javier Arias, padre de la víctima.

Justamente, esta joven -cuyo nombre no trascendió porque es menor, aunque tiene más de 16 y por lo tanto es imputable- no sólo se encuentra imputada sino que está detenida. Y las pruebas en su contra parecieran suficientes, al punto que el fiscal Garay no realizará, por ahora,  una rueda de reconocimiento.

El viernes, cuando personal de Investigaciones detuvo a la joven en el barrio 26 de Enero, de Las Heras, secuestró una moto de baja cilindrada con las mismas características dadas por los testigos y además algunas prendas de vestir.

Arias fue asesinado cerca de la 1.30 del 13 de julio pasado. Había salido a la puerta de su casa a fumar un cigarrillo con su padre cuando se escucharon unos disparos.

Las detonaciones provenían  la casa de unos vecinos, los Puebla, quienes habían sido asaltados por una pareja que iba en una moto y que intentó robarles la camioneta que manejaba la mujer.

Al no poder concretar el atraco, el ladrón le disparó en una pierna al dueño del rodado y escapó a pie, mientras que su cómplice hizo lo mismo a bordo de la moto.

En esa huida se encontró de frente con Arias, quien intentó evitar ser atacado. Finalmente recibió cerca de cuatro disparos que, dos horas después, le provocaron la muerte en el hospital Carrillo.

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