Otra prueba, esta vez científica, complica a uno de los tres imputados por el asesinato a sangre fría de la verdulera Carina Rodríguez (42), ocurrido el jueves pasado en San Martín. El adelanto de la prueba de barrido electrónico detectó rastros de pólvora en la ropa de David Bravo Chaile (49). A ello se suma que el lunes un testigo lo reconoció en rueda de personas. Además, su presunto cómplice Genaro Lucero (42), también imputado por el homicidio, confesó a personas que se encontraban aprehendidas cerca de él que cometió el hecho.
Bravo Chaile fue apuntado por las pericias y por un vecino que presenció parte del atraco que terminó en el crimen de Rodríguez delante de su hija. Si bien la menor de 13 años manifestó que no podría reconocer a ninguno de los tres acusados, sí lo hizo un vecino que pasó por el lugar segundos antes, cuando los asaltantes descendían del Peugeot 307 de color gris, que luego fue encontrado en el barrio San Pedro del departamento del Este provincial. El hombre volvió a ver a los delincuentes cuando abandonaban el local a toda prisa.
El botín fue escaso. Según determinaron luego los investigadores, alcanzaron a robar una balanza digital, una billetera con unos $ 3.000, un parlante y un celular. "Mi mamá no se resistió y la mataron igual", contó el lunes en cámara Gesell la hija de la verdulera asesinada y agregó que los delincuentes actuaron de forma violenta mientras estuvieron en el comercio y llegaron a golpear a su mamá antes de dispararle y escapar.
Poco después de haber detenido en el barrio Virgen del Carmen a Bravo Chaile -junto a sus presuntos cómplices, Genaro Lucero y su hijo Genaro Lucero Jofré (23)- los tres fueron sometidos a pericias. Así se les realizó la prueba de guante y barrido electrónico para detectar rastros de pólvora en sus manos y ropa, lo que probaría fehacientemente que alguno realizó el disparo a una distancia no mayor a 50 centímetros a la nuca de la víctima y le quitó la vida al instante.
El resultado preliminar de la prueba del barrido electrónico en las prendas de los Lucero dio negativo, confiaron a Los Andes fuentes de la investigación. El guantelete fue negativo en las manos de los tres acusados.
En las últimas horas los pesquisas sumaron otra prueba: la declaración de dos testigos de identidad reservada que estaban aprehendidos muy cerca de los Lucero. Entre las celdas, el mayor de ellos les confesó que había protagonizado el asalto.
Aún resta esperar por el resultado de las pericias que se practicaron sobre el rodado, que tenía pedido de secuestro. Los pesquisas esperan encontrar huellas u otros elementos que constaten que los imputados utilizaron el vehículo para cometer el atraco y escapar.
Bravo Chaile y los Lucero ya habían sido sindicados como autores de algunos robos en la zona Este y los policías los tenían en la mira.