El principal sospechoso del asesinato de Yanina Esmeralda Fillol, la gitana de 15 años muerta de un disparo en su casa de Palmira (San Martín), fue hallado sin vida ayer por la mañana cuando efectivos policiales llegaron a un barrio de Maipú para detenerlo, confirmaron a Los Andes fuentes judiciales. "No me voy a entregar y no voy a volver a la cárcel", había advertido horas antes de ser hallado sin vida.
La escena con la que se encontraron los investigadores es compatible con un suicidio: José Enrique Suárez (30), apodado "El Rubio", tenía un disparo que ingresó por la boca y a su lado había una pistola calibre 9 milímetros. "Estimamos que se vio rodeado y decidió suicidarse", vaticinó una fuente cercana a la investigación.
El cadáver fue encontrado por personal de Investigaciones en la casa 37 ubicada en la manzana “A” del barrio El Rosedal, en Rodeo del Medio. En un primer momento se informó que “El Rubio” había sido hallado en Las Heras, donde residía, pero luego esaa información fue rectificada.
Suárez fue señalado como el asesino de la adolescente por el último detenido en la causa, como detalló Los Andes en exclusiva. Este hombre había sido aprehendido como sospechoso de haber efectuado los disparos que terminaron con la vida de Esmeralda pero finalmente resultó inocente.
Sin embargo, en medio de la declaración ante el fiscal Martín Scattareggi, aportó información necesaria para que los investigadores se enfocaran en "El Rubio", quien había salido de la cárcel en diciembre del año pasado.
Tras esto, los investigadores se dirigieron al domicilio señalado, en Rodeo del Medio, para detenerlo. Los sabuesos primero rodearon la manzana donde habían localizado a Suárez pero, cuando se acercaron a la vivienda, encontraron al sospechoso sin vida.
El cuerpo presentaba un disparo en la cabeza, que había ingresado por la boca. Al lado del cadáver, los investigadores encontraron una pistola calibre 9 milímetros, que suponen es la misma arma con la que mataron a la adolescente en Palmira. Aunque realizarán pericias para confirmar esta hipótesis.
“Desde un principio esta persona estuvo mencionada en la investigación, pero a raíz de las amenazas que han sufrido algunos testigos, no estaba clara su identidad ni tampoco la relación de parentescos con la esposa del primer detenido”, señaló una fuente.
Horas antes de ser cercado "El Rubio" Suárez había hablado con un allegado, según pudo saber este diario. "No me voy a entregar, no voy a volver a la cárcel", le advirtió en una conversación telefónica.
Suárez también indicó que estaba escribiendo una carta donde detallaría los pormenores del hecho que derivó en el crimen de la menor el 10 de marzo pasado. Ahora los pesquisas buscan esa carta, que puede arrojar luz sobre los hechos.
Investigadores que conocían a "El Rubio" se mostraron extrañados por su decisión de poner fin a su vida. "Era de los que se hubiera resistido a tiros", señalaron, por lo que están abiertas otras hipótesis.
Suárez tenía 30 años y un frondoso prontuario. En diciembre pasado, había salido en libertad tras permanecer preso pero en la noche del 10 de marzo habría vuelto a protagonizar otro delito. Señalado como el tirador por los testigos, llegó en una Ford EcoSport hasta una casa ubicada en el carril Barriales al 1700, donde reside una comunidad gitana.
Pero Suárez no estaba solo: lo acompañaban su hijastra Tamara Velázquez y el esposo de ella, Nahuel Maturano, de 29 años y único detenido en la causa.
Según la reconstrucción, buscaban al tío de la adolescente asesinada, un gitano que vende vehículos. El reclamo surgía por una camioneta que, pese al pago de una seña de 50.000 pesos, nunca llegó a estar en manos de Maturano. Al no encontrarlo, uno de los tres sacó una pistola y realizó cuatro disparos a través de la ventana de la casa. Una bala rozó la cara de Nadia Sánchez (32) y otra dio en el pecho de su hija Esmeralda.
El sábado pasado hubo un notable avance en la causa cuando un hombre de apellido Velázquez (38) fue atrapado en Uspallata, pese a tratar de huir a Chile. Él aportó los datos necesarios para dar con "El Rubio", aunque fue tarde.
Claves
El 10 de marzo pasado cerca de las 23 dos hombres y una mujer llegaron en una camioneta al carril Barriales al 1700 de Palmira. Buscaban a un gitano acusado de estafarlos.
Los hombres llamaron a la puerta y decidieron esperar al vendedor que no había entregado una camioneta pese a recibir una seña de $50.000. Pero uno de ellos efectuó cuatro disparos a través de una ventana.
Uno de los plomos dio en el pecho de Yanina Esmeralda Fillol, quien murió. Su madre reibió un disparo en la cabeza pero salvó su vida. Iban a buscar a un tío de la menor asesinada.