Desde hace 20 días, Roberto Audano López (70) era para la policía el principal sospechoso de la muerte de su esposa, la ciudadana chilena Concepción Arregui Moreno (59). Solo que ayer, cuando las pruebas lo desbordaban, el hombre confesó que la mató de un tiro.
Desde siempre, este hombre aseguró que llevó a su esposa a la Terminal y que allí la dejó el 5 de febrero, pero ninguna cámara de seguridad tomó ese registro.
Luego le pidieron su celular y en el GPS del aparato figuraba una "escapada" ese mismo día a una zona cercana al dique Potrerillos, Después, se hicieron trabajos periciales en su camioneta y apareció una mancha roja que terminó siendo sangre de su mujer.
Por eso, el martes por la noche una comisión policial fue hasta su casa ya con la orden de detención. Y ante la evidencia, el hombre contó todo. El cuerpo de su mujer, según él mismo dijo, fue "embalado" y arrojado al dique. Desde entonces lo buscan.
Audano López fue imputado de inmediato por el fiscal Gustavo Pirrello de homicidio agravado por el vínculo.
Ayer por la mañana policías, bomberos y perros adiestrados buscaban el cadáver en Potrerillos, mientras allegados de la víctima se reunían con el procurador Alejandro Gullé para conocer detalles del crimen.
Según explicaron ayer Alejandro Gullé y el fiscal adjunto Gonzalo Nazar, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello tiene un su poder un video que muestra "los últimos movimientos de la mujer chilena", como así también el auto de Audano y "otros elementos" que no fueron especificados.
"Estamos en un punto álgido de la investigación", dijo escuetamente Gullé ayer en el cuarto piso de Tribunales, luego de que suspendiera una conferencia de prensa de la que iba a participar el fiscal Pirrello y el fiscal jefe de Homicidios, Javier Pascua.
¿Por qué no es femicidio?
Según el procurador, el caso fue tipificado como homicidio calificado (por el vínculo) porque no existen aún elementos que indiquen "un contexto de género", aunque Nazar no descartó que, con el avance de la investigación, pueda calificarse como un "femicidio".
Según los medios chilenos, Concepción y Roberto estaban en pleno proceso de separación y ella quería vender su vivienda en Mendoza. "Nosotros sabíamos que estaba atravesando un momento sentimental difícil, pero estaba muy fuerte", detallaron los familiares.
"Se han logrado avances sustanciosos y se detuvo a su pareja. Se está trabajando para terminar de cerrar el caso", dijo Gullé, y explicó que se reunió en su oficina con dos amigas de la víctima y con el cónsul de Chile, Eduardo Schott, para explicarles detalles del caso.
Pero el escollo que impidió la conferencia de prensa fue justamente que los investigadores no habían podido encontrar el cuerpo de la mujer chilena.
Mientras tanto, desde las 9.30 la Policía buscaba el cadáver de Concepción Arregui en las cercanías del dique Potrerillos. Una consigna policial impedía el paso a la prensa en un viejo puente ferroviario.
La desaparición
Audano denunció el 6 de febrero que el día anterior había llevado a Concepción a la Terminal de Mendoza con dos valijas para que viajara a Chile, pero que no tenía pasaje. Esa era -según la denuncia- la última vez que la había visto con vida.
Viajar sin pasaje y sin dar aviso fue una señal significativa para sus parientes y amigos trasandinos, quienes iniciaron una fuerte campaña en las redes sociales para buscarla.