Los criadores avícolas recortarán 12% la producción de pollo y huevos por tiempo indeterminado, como consecuencia de la acumulación de stock que se produjo en estos meses, que alcanzó las 20.000 toneladas, producto de una retracción en el consumo y en baja en la exportación.
"No nos va a quedar otra salida que no sea reducir transitoriamente la producción para poder canalizar el stock que tenemos en frío, que alcanza las 20.000 toneladas", precisó el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech.
La faena avícola creció 6,8% interanual en los primeros cinco meses del año, en que se alcanzó una producción de 237,7 millones de cabezas.
Sin embargo, este aumento no pudo ser canalizado ni por el mercado interno ni por la exportación, ya que el consumo creció a un ritmo menor, de 6,2% interanual, y las ventas externas se redujeron en un 0,74%.
“Estamos con una oferta superior a las posibilidades del consumo por parte del público, y no podemos canalizar el excedente en exportaciones”, indicó Domenech.
En consecuencia, el titular del CEPA consideró que “hay que reducir la oferta”, y precisó que “lo que sobra en el mercado está en el orden del 12%”.
“Se toma conciencia de la necesidad de reducir producción o varias empresas terminarán cerrando”, advirtió el empresario, quien aseguró que "el problema fundamental es el atraso en el tipo de cambio".
Al respecto, afirmó que “mientras no haya correcciones en ese sentido, es suicida comprometer a las empresas en la economía”.
Puntualizó que “los costos en dólares del sector aumentaron muchísimo, más del 20%”, y destacó que “en consecuencia se van perdiendo mercados en el exterior”.
Explicó que “una parte de ese producto que no se vende afuera, se vuelca al mercado interno", y subrayó que “la mejor expresión de la consecuencia de eso está en el precio que tiene el pollo en el mercado interno hoy, de $ 35 el kilo, contra $ 100 de la bovina y $ 140 de la porcina”.
A pesar de la baja en el precio, Domenech señaló que "hay un techo en el consumo", y sostuvo que "lo que hay en el mercado es un stock sumamente alto, con posibilidades de seguir creciendo".
En consecuencia, estimó que “esta es una señal clara de que el mercado no va a consumir más de lo que lo hace, y que la oferta es superior, con lo cual hay que reducirla”.
De acuerdo a los números que maneja CEPA, el costo de faena en Brasil es alrededor de $ 3,20 por animal mientras que en la Argentina esta cifra asciende hasta los $ 6.
Además los productores avícolas señalaron como variables que impiden mejorar la competitividad a la energía eléctrica, los costos laborales y logísticos, y la falta de créditos.
Según las estadísticas sectoriales de 38 empresas avícolas que operan en la Argentina, 12 concentran el 60% de la producción y de éstas, 10 exportan, pero ante las actuales condiciones abandonaron por el momento sus intenciones de vender al exterior.
Hace casi un año atrás, el 4 de julio de 2016, con motivo de celebrarse el día de la avicultura, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, prometió que se iba a bajar el IVA en el carne de pollo (que hoy paga el 21% mientras que la carne tributa el 10,5%), lo cual hasta el momento no ocurrió.
Si bien desde el CEPA comprenden que esto sólo puede hacerse por ley, y que ni siquiera fue presentado un proyecto en ese sentido en el Congreso, remarcan que el Presidente tiene la potestad de bajarlo en un 25% con una resolución, es decir, llevarlo a 15,75%.
No obstante, a comienzos de este año, se elevaron los reintegros a las exportaciones del carne aviar, que pasó del 3,4% al 4%.