Lejos de mantenerse estáticas, las creencias religiosas de los individuos de una sociedad sufren variaciones a través del tiempo. Acontecimientos sociales, reconocimientos legales, influencias externas, entre otros, van generando modificaciones en las creencias de los ciudadanos.
En este aspecto, entre otros, indagó la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, elaborada por el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (Ceil) de Conicet, que fue presentada ayer en Buenos Aires.
Al comparar los datos con los de la primera encuesta de su tipo (2008), permitió concluir que en Cuyo, en 11 años, disminuyó la cantidad de católicos. Así, de un 82,6% que había en 2008, ahora esta grey conforma un 69,6% en 2019, es decir, una baja de 13 puntos porcentuales.
Paralelamente, en ese tiempo creció el porcentaje de aquellos que se consideran "sin religión", ya que pasaron de 5,3% a 13,2%. Mientras, los evangélicos también mostraron un alza al pasar de 10% a 14,5%. En cuarto lugar aparecen los Testigos de Jehová así como los Mormones (que están consideradas en la misma categoría) quienes pasaron del 1,8% al 2,6%.
Crecen los “sin religión”
La doctora en sociología, Verónica Giménez Béliveau, investigadora independiente del Conicet y una de las directoras del estudio, aseguró que su principal hallazgo tuvo que ver con cómo se ha movido la pertenencia religiosa de la población tanto a nivel nacional como regional. "En Cuyo el catolicismo ha bajado bastante, y no porque crezcan tanto los evangélicos, sino porque crecen más los que se declaran sin religión", manifestó la experta. Esta relación es similar en puntos porcentuales a lo que ocurre a nivel nacional.
“En 2008 notamos que había un grupo de católicos con bajas prácticas y con niveles de creencia no muy altos. En estos últimos 10 años se ha acentuado una especie de sinceramiento, ya que hay una posibilidad más clara de reconocer que no se pertenece a ninguna religión sin ser penalizado por la sociedad”, detalló.
Para Giménez Béliveau tanto el descenso del número de católicos como el crecimiento de evangelistas responde a fenómenos globales que pueden apreciarse en Occidente.
En tanto, el hecho de que aquellas personas que no tienen religión se instalen como primera minoría, responde al fenómeno de la modernidad. "Que está asociada con formas de vida que tienen que ver con el alejamiento de determinados preceptos religiosos", expuso.
En el informe también se indagó sobre la adscripción religiosa según la edad, lo que permitió observar grandes variaciones a nivel nacional. La franja de entre 18 y 29 años es la que tiene menores exponentes católicos (52,5%), mientras que casi un cuarto (24,7%) no tiene religión. Una vez que se superan los 30 años aumenta la proporción de católicos y baja la de no creyentes. A los 65 años, 81,5% se declara católicos y sólo 7,7% sin religión.
Creer en Jesucristo
El trabajo del Conicet permitió listar las creencias de los argentinos. En primer lugar aparece Jesucristo con un 82,5% de las respuestas afirmativas, mientras que Dios lleva el segundo lugar con 81,9% y en tercer lugar "la energía" con 76%. "La energía es una creencia bastante indefinida, líquida, ya que ahí podemos poner diferentes ideas", explicó Giménez Béliveau.
Otro aspecto que puso en el tapete este informe fue la consolidación del individualismo en el campo religioso a nivel nacional. Esto es así ya que 59,9% de los creyentes prefieren relacionarse con Dios por su propia cuenta, mientras sólo 30,3% eligen hacerlo a través de un iglesia o templo.
Entre las prácticas religiosas más elegidas quedó en primer lugar el rezar con 77,2%, seguido de lejos por leer la Biblia u otro libro sagrado con 41,2% y hablar a los difuntos con 40,7%. En cuarto lugar aparece el asistir a una peregrinación, fiesta religiosa o encuentro espiritual, con 27,8%.
“Nuestra expresión del evangelio es muy callejera”
Consultado sobre esta investigación y sus principales resultados, el pastor Esteban Morales (presidente de la Cámara Regional de Pastores) aseguró que no se vio sorprendido por el incremento de fieles evangélicos ya que desde hace mucho tiempo, a nivel global, esta iglesia viene en crecimiento.
"En Mendoza, particularmente, han crecido mucho los pedidos para ordenar las personerías jurídicas y el registro de culto de la iglesias", recordó. Luego, además, detalló que si bien el culto es el mismo, hay diferentes organizaciones evangélicas en la provincia y cada una de ellas cuenta con su propia personería jurídica.
En cuanto a las razones de esta alza, el pastor consideró que el factor principal es la expresión y alcance que tiene su iglesia.
"Nuestra expresión del evangelio es muy callejera, al estilo de Jesús, por lo que estamos mucho en el territorio, lo que siempre ha sido nuestra manera de crecer", destacó, y señaló que este trabajo territorial les permite conocer a las familias y sus necesidades.
"Muchos abrazan el evangelio porque encuentran que la prédica de la palabra es lo más acorde a lo que dice la Biblia y la gente busca lo más cercano a lo que Jesús dijo", comentó.
Morales reconoció, finalmente, que un alto porcentaje de creyentes que hoy tienen las iglesias evangélicas, alguna vez perteneció a la Iglesia Católica.
La influencia de Francisco
El nombramiento del argentino Jorge Bergoglio como Papa (el 13 de marzo de 2013) no influyó demasiado en las creencias religiosas de los compatriotas, a pesar de lo que en un primer momento pudo especularse.
Tal como concluye la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina de Conicet, un 82,4% de los encuestados sostuvo que su religiosidad se mantuvo igual a partir de este hecho.
En tanto, la valoración del Papa Francisco es diversa: a un 40,6% de los encuestados les resulta indiferente, mientras que para 27,4% es un "líder mundial que denuncia las situaciones de injusticia en el planeta". Para un 27% "está demasiado metido en política en lugar de ocuparse de la parte espiritual".
En detalle
Un universo de 2.421 casos
-La Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (Ceil), Conicet, fue elaborada por un grupo de más de 25 personas que incluyen involucrados en universidades nacionales, entre ellos de la Universidad Nacional de Cuyo.
-Sus directores fueron los doctores Fortunato Mallimaci, Verónica Giménez Béliveau y Juan Cruz Esquivel. La coordinadora general fue Gabriela Irrazábal, y la asistencia técnica estuvo a cargo de Agostina Carballo.
-Se trata de una encuesta probabilística. El universo en estudio es la población de la República Argentina de 18 años o más, residente en localidades o aglomerados urbanos con, al menos, 5.000 habitantes según Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. Se seleccionaron 2.421 casos mediante una muestra polietápica.