La producción de maquinaria agrícola creció en los primeros ocho meses del año 38,9 por ciento respecto de igual lapso de 2016 impulsada por “la recuperación de la rentabilidad del sector”, según un informe de Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).
“El incremento productivo de 2017 está siendo impulsado tanto por la fuerte recuperación en la fabricación de los grandes equipos (sembradoras, cosechadoras y tractores) como de equipos pequeños (implementos, cabezales de cosechadoras y pulverizadoras)”, señaló.
El estudio indicó además que las ventas de tractores exhibieron en ese período un aumento de 67,3 por ciento interanual, mientras que la demanda de cosechadoras trepó 96,9 por ciento.
“El boom de producción y ventas responde a la recuperación de la rentabilidad del sector, cuya demanda sostenida tracciona tanto la producción local como la importación de maquinaria agrícola, que muestra un robusto crecimiento desde 2016 e implica un avance en la participación de los equipos importados en las ventas totales”, analizó la consultora.
Según precisó, las importaciones de maquinaria y equipos afines para la agricultura registraron en los primeros ocho meses una suba en valores de 60,7 por ciento interanual, mientras que en volúmenes se incrementaron 24,7 por ciento.
Por su parte, las exportaciones del sector en valores, verificaron un alza de apenas 7,3 por ciento, en tanto que en cantidades treparon 26,1 por ciento.
El informe destacó que "el saldo comercial negativo que presenta históricamente el sector" alcanzó en ocho meses a 954 millones de dólares, lo que implica un ascenso de 70 por ciento interanual, y "superó el déficit de todo 2016".
El director de IES, Alejandro Ovando, prevé que "2018 exhibirá una desaceleración del crecimiento de la actividad del sector" en relación "al fuerte repunte" de 2016 y 2017, "con una demanda interna que traccionará menos y dejará abierta la posibilidad de aumentar exportaciones para impulsar la producción".
"En estos dos años, los agricultores realizaron una modernización, por el fuerte atraso tecnológico que arrastraba el sector en los últimos años, con lo cual la demanda reprimida que existía fue abastecida en gran medida, pero dejó menos margen para crecer", explicó. No obstante, sostuvo que "los productores seguirán demandando maquinaria para equiparse con tecnología y renovar equipos”.