Crecer exige más presupuesto en ciencia

“Sin ciencia no hay futuro”, es el mensaje  general de los científicos y becarios de todo el país, que han protestado en cabildos abiertos.

Crecer exige más presupuesto en ciencia
Crecer exige más presupuesto en ciencia

Al poco tiempo de que se anunciara un conjunto de medidas que intentan normalizar asuntos urgentes para el funcionamiento de los centros de investigación, científicos de todo el país hicieron un llamamiento a la ciudadanía y al conjunto de las fuerzas políticas argentinas a fin de que se comprometan con la defensa de la ciencia local

Utilizaron para hacer su reclamo la forma de reuniones abiertas que se repitieron en todo el país, como una forma de remedar aquel Cabildo Abierto de hace exactamente 209 años, cuando los hombres de mayo de 1810 comenzaron la aventura de crear una patria independiente.

Mendoza no fue la excepción e integrantes del Centro Tecnológico-Conicet Mendoza también realizaron sus planteos en el Parque General San Martín, donde tiene emplazadas sus dependencias.

La situación es crítica en ese núcleo de investigación y la población se vería muy afectada si los científicos, becarios y auxiliares que trabajan allí tuvieran que reducir sus campos de acción.

De ese centro de conocimientos salen muchas ideas, proyectos y descubrimientos que mejoran sustancialmente la calidad de vida de las personas.

En esas asambleas, entonces, se reclamó con energía a las actuales autoridades y a las fuerzas políticas que presenten candidaturas en las próximas elecciones de octubre, que se comprometan a adoptar medidas de emergencia para salvar la ciencia nacional.

El mensaje general fue la de convocar a tomar conciencia de que “sin ciencia, no hay futuro”.

Es verdad que el Ejecutivo nacional algo ha hecho al incrementar el presupuesto en 1.000 millones de pesos para garantizar el normal funcionamiento de todos los institutos de investigación, y financiar los proyectos de investigación aprobados y adjudicados, tanto a través de la Agencia Nacional de Promoción de Ciencia y Tecnología, como del Conicet, pero aparentemente no hay nada para organismos tan importantes, como la Conae (actividades espaciales), la CNEA (energía atómica), el INTA y el INTI.

La inversión en Ciencia y Técnica (que incluye investigación y desarrollo, transferencia de tecnología, educación de posgrado para formación de investigadores y promoción de las actividades científicas y técnicas) bajó en los últimos años. Por contrapartida, muchos países de la región la aumentaron considerablemente y nos han superado.

Hay que desterrar dificultades como existen en muchos centros de estudios, donde faltan reactivos u otros elementos para concretar diferentes estudios.

Tampoco tienen que repetirse los casos como el de la bióloga Marina Simian, que estudia los mecanismos de resistencia a la medicación para el cáncer de mama en la Universidad de San Martín (provincia de Buenos Aires), y que participó en un programa de preguntas de información general en televisión para conseguir el dinero necesario a fin de mantener su laboratorio en funcionamiento.

O lo que hicieron en el Conicet Santa Fe, donde afianzaron el trueque como mecanismo para afrontar la escasez de fondos o las demoras en recibir las partidas. Entonces, los equipos de investigación afines intercambian insumos y material de trabajo para zanjar las omisiones del presupuesto.

Este año transita inexorable con una regular o mala situación para la ciencia y la innovación tecnológica.

A cualquier gobierno que se instale en diciembre, los científicos solicitarán la reinstalación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; la sanción de una ley de financiamiento de la ciencia y la tecnología que fije metas cuantitativas de inversión en el sector a corto, mediano y largo plazo; la declaración del estado de “emergencia presupuestaria” del Conicet; la regularización del pago de los subsidios adeudados, y el aumento de los montos disponibles para la financiación de proyectos con el fin de cubrir el deterioro de su poder de compra.

Seguramente la India estaba mucho peor que nosotros cuando en las primeras décadas del siglo pasado, el dirigente indio Jawarlal Nehru, uno de los padres de esa nación, dijo: “Somos demasiado pobres para darnos el lujo de no invertir en ciencia y técnica”. Ellos invirtieron y hoy se ven los resultados: la India es uno de los países que lidera el desarrollo del software, un insumo básico en la actual sociedad de la información.

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