El ministro de la Suprema Corte, Herman Salvini, oficializará esta semana su renuncia ante el gobernador Alfredo Cornejo, según lo adelantó el propio magistrado al presidente del Tribunal, Pedro Llorente. Fue el miércoles pasado en una reunión entre ambos en Tribunales.
Allí confirmó que se dedicará por entero a atender su estado de salud a los 83 años, luego de haber estado internado en terapia intensiva durante veinte días en julio. Desde entonces encara un proceso de recuperación.
Las especulaciones apuntan a que el escrito -ya firmado- ingresaría hoy mismo a la Casa de Gobierno.
Al igual que en la dimisión del ex procurador Rodolfo González, el alejamiento definitivo se producirá el día en el que le depositen los primeros haberes jubilatorios. Esto se produciría en unos dos meses.
Todo apunta a que se repita la historia del remplazo de González por Alejandro Gullé en la Procuración, con un Ejecutivo que promueva una designación express que evite lugares vacíos de transición.
El radicalismo cuenta con las mayorías necesarias en Senadores para una aprobación de este tipo, por lo que la Corte podría renovar un integrante antes de fines de este año. Para ello el proceso de envío de pliego, audiencia y votación se debería iniciar en los próximos días.
Aunque este ritmo de definiciones no ha sido aún solicitado por el Gobernador a la Legislatura.
Se descuenta que Cornejo repetirá el proceso que encaró en la Procuración General, es decir que propiciará como nuevo integrante de la Corte a un camarista o académico que muestre sintonía con su política presentada públicamente como “dura” a la hora de las sentencias y del cumplimiento de las condenas.
José Valerio integra la Segunda Cámara del Crimen (junto a Uliarte y Spektor) para juicios orales y públicos, es profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cuyo, fue diputado provincial por la Unión Cívica Radical, ha sido hombre de consulta de Cornejo y en Tribunales lo definen como “un juez positivista de los que opina que la ley se aplica y no se interpreta”.
Su nombre resuena con más fuerza dentro del largo listado que suele aparecer en estas ocasiones. En esa nómina también está Gustavo Castiñeira de Dios, que fue subsecretario de Justicia de Julio Cobos, docente en la Universidad del Aconcagua y la UNCuyo y constitucionalista.
Aunque en este caso debería renunciar -antes de asumir- a la despoblada Cámara Federal de Mendoza, para la que rindió y aprobó ingreso y en la que sólo espera fecha de designación.
En este caso un dato “de peso” es que la diferencia salarial entre un camarista federal y un ministro de la Corte provincial, es de 30 mil pesos a favor del primero.
En julio pasado la vicegobernadora Laura Montero salió a propiciar que la próxima vacancia en la Corte fuera cubierta por una mujer.
Por entonces Cornejo rechazó la sugerencia con el argumento de que "sumados los jueces, fiscales, asesores y defensores de los distintos fueros de la Justicia, ya hay 223 mujeres contra 174 hombres, es decir el 56 por ciento sobre el 44 por ciento".
El cortocircuito se supo disimular con elegancia hace tres meses y desde entonces no se volvió a hablar del tema. Pero hoy la renuncia de Salvini, vuelve a poner la controversia sobre el tapete.
Montero -que ayer guardó silencio- se viene mostrando particularmente interesada en cultivar su relación con la Suprema Corte, con la que mantuvo dos reuniones en los últimos días -precisamente- por problemáticas de género.
En el listado de las especulaciones (no necesariamente contempladas por Cornejo) también aparecen nombres de mujeres “promocionables” a la Corte.
Allí están Alejandra Mauricio, la titular del Cuarto Juzgado de Garantías; Gabriela Ábalos, constitucionalista de origen radical -esposa del diputado del Parlasur Gabriel Fidel- ; Susana García, profesora de Derecho Procesal Penal en la UNCuyo y Aconcagua, de origen radical y esposa del ex miembro de la Corte, Carlos Bohm.
En Tribunales también se escuchan otros nombres de docentes o camaristas como los de Puerta de Chacón, Pujol de Zizzias, Laura Guajardo, Belén Salido o Gabriela Urciuolo.
Salvini es integrante de la Sala II de materia penal y laboral junto a Mario Adaro y Omar Palermo. El perfil del próximo juez supremo apunta a un constitucionalista, un penalista o un laboralista.