El acceso a internet se ha transformado, mal que les pese a muchos, en algo fundamental y cotidiano. Prácticamente no hay empresa o actividad laboral que pueda prescindir de la "red de redes" y ésta también ha tomado protagonismo en la vida social y privada (si es que cabe ese término) de cualquier ser humano.
Acorde a esta realidad, en Argentina el acceso a internet domiciliario creció casi 35% en un año, mientras que en Mendoza el incremento fue el más marcado de todo el país con un porcentaje que roza 73% (ver aparte). De esta manera, la provincia se ubica en la quinta plaza con mayor cantidad de ciudadanos conectados del país.
Más allá de este boom de consumo de internet, no viene acompañado con mejoras en la calidad del servicio ni inversión en infraestructura acorde al crecimiento mencionado. Así, la velocidad de navegación en Argentina es una de las más lentas del mundo, con 4,20 megabits por segundo (Mbps) promedio de descarga, ocupando el lugar 109 de mediciones internacionales y siendo superada en América del Sur por Brasil y Chile, entre otros.
"En el mercado de internet domiciliario se habla de paquetes que van desde los 3 hasta los 6 megas de velocidad, pero no está respaldada ni garantizada en todo momento esa velocidad. Depende de la simultaneidad de usuarios que usen el servicio, ya que es compartido, es la velocidad que realmente tiene el cliente", explicó Marcelo Moreno, gerente general de ITC, una de las empresas prestadoras de internet de Mendoza.
Baja velocidad
Más allá de los planes de 3, 4 y hasta 9 Mbps de velocidad de descarga que ofrecen los distintos servidores, Argentina es uno de los países más lentos en este aspecto. El promedio es de 4,20 Mbps, lo que lleva a la banda ancha argentina a estar en el puesto 109 de conexiones mundiales, debajo de la isla Reunión (en el océano Índico) y por encima de Barbados. La lista mundial la lideran Hong Kong (45,92 Mbps), seguido por Andorra (42,93) y Singapur (40,80).
Deteniéndonos en América Latina, la velocidad de conexión argentina es superada por la de Uruguay (puesto 56), Chile (58), México (70), Brasil (75) y Puerto Rico (96).
"Las velocidades de los planes llevan esa denominación de megas porque es el tope, pero después se especifica que no trabaja en todo momento a esa velocidad, al 100%, y difícilmente lo hace. Podés llegar a tener picos, pero normalmente, como es compartida y los usuarios lo usan en simultáneo, trabaja a una velocidad mucho más baja. A eso se le suma que ha crecido notablemente el CDN (Content delivery network, que son los accesos a videos y audios on line) y eso hace que el consumo de ancho de banda sea muy alto", continuó el directivo de ITC, para quien "va a costar mucho poder alcanzar el ancho de banda de otros lugares del mundo ya que en los prestadores domiciliarios los servidores de contenido están en el exterior y el costo de enlace internacional es muy caro".
La peor hora para navegar
Sebastián Meyer, especialista en temas informáticos e integrante de la Fundación IDR, comparó los paquetes domiciliarios y el servicio que ofrecen las empresas con un embudo. "El tope que te dan es de 3 o 6 megas, pero el mínimo que te garantizan está muy alejado del tope. Entonces del servidor salen los 6 Mbps de velocidad de descarga pero la que le llega al usuario depende mucho de la gente que esté conectada al mismo tiempo. Si navegás a la madrugada la velocidad va a ser alta y va a estar más cerca del tope de lo que está al mediodía. La peor hora para navegar es de 12 a 13. Es el momento en que más se resiente", destacó Meyer.
Existe la posibilidad de contratar un servicio garantizado de ancho de banda, pero el costo es significativamente más alto. "El problema es la congestión que hay en la parte alta del embudo. Las prestadoras tendrían que comprar más enlaces", sentenció Meyer.
"Uno, 3 y 6 megas son cosas normales en otros países desde hace mucho tiempo y acá ofrecen de 3 y 6 como la súper novedad y no supera eso. El otro problema es que las empresas no invierten en servidores de contenidos en el país; usan lo que hay afuera. Venden mucho pero no invierten en infraestructura. Entonces el servicio es malo, intermitente", indicó por su parte Gabriel Guzmán, licenciado en Sistemas.
En lo que tiene que ver con el servicio para empresas (sector corporativo) la situación es distinta, ya que el servicio requiere mayor compromiso y prestaciones, debido al volumen de información que se genera y se comparte. "En el sector corporativo los anchos de banda están al 75% de la capacidad contratada y prometida, nunca por debajo de eso porque necesitan esa capacidad. Por lo general lo que hacemos es reunirnos y armar paquetes a las empresas", agregó Moreno, de ITC, firma que provee internet para consumo domiciliario y también para el segmento corporativo.