Las próximas vacaciones en Chile no tienen un buen panorama. Los precios continúan similares a los del año pasado, tanto en comida como en alojamiento e indumentaria, pero las demoras en el paso fronterizo, al parecer, nuevamente serán “la estrella” del verano.
Es que pese a los esfuerzos que se han hecho por parte de los dos gobiernos, se siguen registrando demoras de uno y del otro lado del túnel internacional.
En los últimos cierres del paso, las esperas para quienes viajaban en colectivo han llegado a ser de hasta 5 horas en Horcones y un poco menos en Los Libertadores. Para los automovilistas, la demora fue menor, pero aun así considerable teniendo en cuenta que sólo 400 kilómetros separan a Mendoza de Viña del Mar, en un viaje que no debería sobrepasar las 7 horas totales, como mucho.
A ello se debe sumar la cantidad de veces que se ha cerrado el túnel en lo que va del año: 40 días, 19 de ellos desde que inició la primavera. Vale decir aquí que no siempre los cierres fueron durante todo el día y que muchas veces se lo hizo de manera preventiva (sin temporal efectivo).
Cabe recordar que el pasado 20 de marzo, funcionarios argentinos y chilenos estrenaron el sistema del “ticket” para agilizar los tiempos, que remplazó a los viejos papelitos de colores -la tarjeta única migratoria-; ahora toda esa información está cargada en un sistema informático. De todas formas, este trámite igual obliga a bajar del auto o micro y el tiempo reducido es mínimo.
Así lo afirman algunos pasajeros. “Estuvimos 5 horas esperando en Horcones para hacer los trámites. Lo peor es que hasta que no terminan de computarse los pasajeros de un colectivo, los demás no podemos hacer el trámite. Y si alguno tiene un problema, hasta que no se resuelve, la fila de colectivos no avanza. Dicen que es por cuestiones de orden, pero se vuelve todo muy burocrático”, aseguró Paulina, quien estuvo varada en Chile durante 4 días debido a uno de los últimos cierres y que además, sufrió el maltrato de la empresa de colectivos que utilizó.
Situaciones extrañas
Como se dijo, muchas veces el túnel se cierra de manera preventiva y la mayoría de las veces es realizado desde el lado chileno, lo que genera cierto malestar en el lado argentino.
El pasado miércoles se realizó el XXXIV Encuentro Binacional del Comité de Integración del paso Cristo Redentor que intentó zanjar esta problemática apurando el compromiso de crear un ente que concentre las decisiones relativas a cuándo y bajo qué condiciones se debe cerrar el paso fronterizo.
Al respecto, el jefe del 4° Distrito Mendoza, de Vialidad nacional, Miguel Rivas, opinó que por ahora hay que trabajar con la situación de los dos coordinadores y que le genera malestar la posibilidad de poder ayudar y que no los dejen hacerlo. “Nos da amargura porque teniendo las condiciones para ayudar, no nos dejan. Para nosotros va a seguir el problema porque la decisión de ellos (los chilenos) se toma siempre en función de la prevención. Tenemos criterios distintos”, aseguró.
“Todo empieza por cosas inverosímiles, como que Chile consulta una página de pronósticos distinta a la nuestra. Eso sin contar que ponemos a disposición nuestra maquinaria y recursos para mantener despejado el tránsito, pero no aceptan”, confió a Los Andes una funcionaria argentina.
En tanto, Anselmo Pommes, director de Fronteras de Chile (presente en el encuentro binacional en Mendoza), reconoció que “la idea es favorecer la seguridad del camino y en ese plano efectivamente los cierres se hacen de acuerdo con los pronósticos de mal tiempo que generalmente vienen del oeste. Pero sí han ocurrido situaciones en las que el pronóstico no se ha cumplido”.
Un hecho curioso sucedió durante el cierre del paso el último fin de semana largo. Aunque desde el lado chileno aseguraron que se debió a contingencias climáticas, desde la página web de la Dirección Meteorológica de Chile no se había emitido ninguna alerta o aviso para Los Libertadores.
Otro dato destacable es que la alternativa que ofrecen desde Chile para sortear el obstáculo de un temporal -o la posibilidad de uno- es elegir cruces alternativos. Pero para esta época del año los disponibles no son El Pehuenche, en Malargüe, o Agua Negra, en San Juan, los más cercanos a Los Libertadores.
Desde la cuenta en Twitter de Pasos Fronterizos (Chile) se sugieren -por el norte- el de Jama (Antofagasta), 1.600 km de Los Libertadores, con lo que serían 3.600 km hasta Mendoza; y San Francisco (Copiapó), a 1.169 km (o 2.338 hasta la provincia). Por el sur, Pino Hachado a 945 km (es decir, 1.850 en total); y Mamuil Malal a 1.006 km (o 2.012 km a Mendoza).
Además, estos pasos no son útiles para los camioneros, ya sea por la distancia o por su escasa infraestructura. Así sucede por ejemplo con el Pehuenche, que se encuentra inoperable por nevadas más de 8 meses al año y hasta el momento no tiene habilitación para transporte de cargas. Otro paso, como el de San Francisco, ni siquiera está asfaltado del lado chileno.
¿Cerrado o abierto?
Héctor y María José decidieron viajar a Viña a principios de octubre. Para esos días se emitió un comunicado de cierre del paso. Sin embargo, ellos viajaron igual, por las dudas.
“Cuando llegamos a Uspallata, nos dijeron que si íbamos hasta la boca del túnel podíamos seguir subiendo. Nosotros decidimos seguir hasta allí. Cuando llegamos al túnel estaba abierto, así que seguimos viaje, hicimos los trámites en Los Libertadores y llegamos a destino. No tuvimos problemas. No había nieve ni viento blanco. Igual pasamos y así hicieron muchos”, contaron.
Desde la entidad Chilena Pasos Fronterizos, vía Twitter, respondieron que el paso “no se cierra sólo cuando hay temporal y nieve. Las bajas temperaturas en la alta cordillera generan hielo en la ruta y eso provoca el cierre”.
Pero desde Aprocam (Asociación Propietarios de Camiones) afirman que muchas veces hay cortes operativos por colapso en el complejo Los Libertadores. “Allí los vehículos deben esperar en Las Cuevas. Esos cortes esporádicos diarios llegan a sumar 6 de las 12 horas que está abierto el paso por día”, dicen los transportistas molestos con el proceder de las autoridades chilenas.
Desde el gobierno provincial prometen cambios
Desde el Ministerio de Infraestructura de Mendoza aseguraron que ya se están haciendo gestiones para que el próximo verano no haya tantos inconvenientes. Así, a la mencionada eliminación de la Tarjeta Única Migratoria se solicitará que las instalaciones de ambos complejos de control fronterizo funcionen con el máximo de su capacidad.
Por otra parte, se habilitarán 17 puestos de atención migratoria del lado argentino (11 dentro del complejo y 6 fuera del mismo en las casetas que construyó el gobierno provincial). También realizarán una campaña de concientización sobre temas referidos al cruce internacional, destacando la importancia de contar con los nuevos DNI que permiten que los trámites se realicen más rápido por ser escaneables, informando de la legislación vigente en Chile en relación a los productos agropecuarios que no está permitido cruzar.
Dicen que se solicitará que se habiliten todos los puestos de atención migratoria internos y externos en el Complejo Los Libertadores. Además, desde Argentina se pidió que dentro del complejo chileno se realice una readecuación de las filas de atención para que los controles sean más rápidos, no sólo desde la percepción del usuario del paso sino que sea efectiva realmente.
Para los camioneros y los controles de cargas, el gobierno mendocino informó que se ha pedido que se analice la posibilidad de realizar los controles pertinentes en tandas menores en la playa destinada a tal fin.