Golpeada hasta la muerte debido a un embarazo precoz, acuchillada por celos, degollada tras un divorcio: son los epitafios de esas mujeres que mueren cada 31 horas en Argentina, 15 por día en Brasil y casi 2.000 al año en México. El feminicidio avergüenza a América Latina.
Los asesinatos de mujeres en América Latina han impulsado leyes para evitarlos, pero el número de crímenes de género sigue siendo alto y crece. Además, escasean las estadísticas oficiales, se contabilizan de manera dispar y los sistemas judiciales suelen ser lentos cuando hay que procesar a un hombre por este delito.
El tema está a flor de piel en nuestro país, donde para el próximo miércoles se convocó a una manifestación bajo el lema “Ni una menos”, por la conmoción que despertó en la sociedad una reciente serie de femicidios.
Entre los casos más escalofriantes destacan el asesinato de María Eugenia Lanzetti, una maestra de jardín de 44 años, separada de un marido obsesivo que tenía orden de alejamiento y ella incluso un botón antipánico en su celular. También aterró el crimen de una adolescente de 14 años muerta a golpes y enterrada presumiblemente por el novio que la obligó a abortar.
En el caso de Lanzetti, nada impidió que el pasado 15 de abril su ex esposo ingresara a la clase en la mañana y le cortara el cuello frente a sus pequeños alumnos en la provincia de Córdoba.
Estos macabros homicidios reflejan “una sociedad enferma de paradigmas machistas, donde la mujer sigue siendo una ‘cosa a dominar’”, explicó Fabiana Tuñez, directora de la Casa del Encuentro, ONG dedicada a esta problemática.
“Frente a esto el Estado llega tarde. En Argentina sigue muriendo una mujer cada 31 horas por femicidio”, afirmó.
La marcha “Ni una menos” busca crear conciencia sobre un mal que Argentina no ha logrado frenar con leyes, ni siquiera luego de que en 2012 se agravó con cadena perpetua la pena por femicidio.
Las palabras feminicidio o femicidio no existen en el diccionario pero forman parte del Código Penal en 16 países de la región.
Cifras escalofriantes
Según el Observatorio Ciudadano Nacional sobre Feminicidio de México, este crimen consiste en el asesinato de mujeres por parte de hombres que las matan por el hecho de ser mujeres: por misoginia y por sexismo de hombres que sienten que son superiores y que tienen derecho de terminar con sus vidas.
“Entre 2012 y 2013 documentamos 3.892 mujeres asesinadas en todo el país. De estos homicidios sólo 613 fueron investigados como femicidios”, dijo María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio mexicano.
La explicación a la escasa tipificación del delito obedece a que en México, a diferencia de Brasil o Guatemala, el delito de femicidio no rige a nivel nacional.
¿Por qué las autoridades consideran tan pocos femicidios dentro de los asesinatos de mujeres? Según la activista, “17 estados del país tipificaron el femicidio con tipos penales muy difíciles de acreditar”, con requerimientos complicados que se acaban considerando solo homicidios.
Sin distinción de clases
“Sabemos que 15 mujeres mueren por día en Brasil sólo por el hecho de ser mujeres”, lamentó en marzo Dilma Rousseff, la primera mujer presidenta de ese país, al promulgar una ley que incluye el feminicidio en el Código Penal.Rousseff enfatizó que la violencia de género “ocurre en todas las clases sociales”.
Argentina, sin estadísticas oficiales, aventaja a varios países de Suramérica: 277 femicidios en 2014, cifra sin embargo inferior a los 295 de 2013, según la ONG Casa del Encuentro.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) sobre femicidio en 2014 señala que 88 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas en Colombia; 83 en Perú; 71 en República Dominicana; 46 en El Salvador; 25 en Uruguay; 20 en Paraguay, y 17 en Guatemala.
Ecuador contó sólo el año pasado 97 femicidios que corresponden a 54% de las mujeres que sufrieron muertes violentas (179) pese a que castiga ese delito con 22 a 26 años de cárcel.
Este año, en Chile van 16 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, y según la ministra de la Mujer, Claudia Pascual, la debilidad de la legislación chilena consiste en que “permite que las denuncias (NdR: de mujeres maltratadas) las hagan otros, pero tienen que ser ratificadas por la mujer que ha sido víctima”.
En Costa Rica, la tendencia es a la baja, pero hubo 27 casos de femicidios en 2014, pese a la pena de entre 20 y 35 años de prisión.
Gabriela Alegre, diputada de la Ciudad de Buenos Aires, aplaudió las leyes para proteger a las mujeres y opinó que "lo que está demostrando la situación actual es que no alcanza con la legislación ni con penalizar, sino que hay que afrontar un cambio cultural y apuntar a la educación".
La marcha "#NiUnaMenos", en más de 70 ciudades de todo el país
El reclamo para que se haga justicia es el más repetido por sobrevivientes de violencia de género y por familias que perdieron a sus mujeres amadas por femicidios, personas que serán las protagonistas de la concentración del próximo miércoles, en el Congreso Nacional y en más de 70 ciudades del país, bajo la consigna #NiUnaMenos.
“Esta marcha, este compromiso de todo el país, no calma mi dolor, pero me ayuda, me da fuerzas mientras espero que se haga justicia por mi hija”, dice Verónica Camargo, mamá de Chiara Páez, de 14 años, embarazada y asesinada por su novio de 16 en Santa Fe a principios de este mes. El femicidio de la adolescente causó conmoción, que fue reflejada en medios de comunicación y redes sociales, desde donde periodistas, artistas y activistas convocaron a concentrarse el 3 de junio, propuesta que caló en todo el país.
Y caló hondo gracias a un camino recorrido por cientos de mujeres que desde hace años vienen denunciando que la violencia de género es una violación a los derechos humanos y le ponen el cuerpo a la contención y asistencia de víctimas y a familiares que sobreviven a las asesinadas. Verónica estará en la concentración en el Congreso junto a decenas de madres, padres, hijos, amigos, sobrevivientes de violencia. Télam