El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) creó el Comité Interprovincial de Crisis con el objetivo de controlar los próximos estadios de la plaga de langosta en el punto tripartito que une las provincias de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca.
Debido a la gravedad de la situación, las tres provincias se comprometieron a gestionar los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) para declarar la emergencia fitosanitaria, explicó el Senasa a través de un comunicado.
El Comité se conformó luego de un encuentro llevado a cabo la semana pasada en la ciudad de Frías, Santiago del Estero, donde se resaltó "la responsabilidad del propietario, arrendatario o usufructuario del terreno, en la inspección y erradicación de estos focos de acrídidos en su predio, para lo cual están obligados a efectuar por su cuenta las medidas determinadas por el Senasa".
También se realizarán campañas de comunicación y capacitación destinadas a concientizar a los productores (minifundistas o dedicados a la agricultura familiar) de las localidades de Lamadrid, Taco Ralo y Los Mistoles, donde se cultivan especialmente granos y hortalizas, y se cría ganado, destacó el informe.
En este sentido, Rafael Rodríguez Prados, coordinador temático de Protección Vegetal del Centro Regional NOA Sur del Senasa, señaló que "la langosta es una plaga voraz que amenaza los cultivos, campos de pastoreo y montes naturales", y que "controlarla es una tarea que nos involucra a todos".
Luego informó que “hasta le fecha se han tratado más de 140 focos y controlado en la zona en que se puede ver la langosta saltona, lugares desmontados en los límites con los caminos”, pero aclaró que en el monte impenetrable “es muy difícil porque no se puede saber la cantidad de huevos que lograron eclosionar”.
Hasta el momento, "es insignificante el daño que ha hecho", aclaró, y agregó: "Tenemos denuncias de algunos productores y hemos corroborado, pero son pequeñas cantidades".
“En Tucumán hay alrededor de tres o cuatro hectáreas y otro tanto en Santiago del Estero, donde se aplicaron insecticidas donde había mangas, usando productos de baja toxicidad de forma que no haya un impacto ambiental grave”.
"Hacía más de 45 años que no teníamos este problema. Las mangas (de langosta) llegaron hasta el límite con Chaco y luego retornaron, pasaron por la localidad de Fernández en Santiago del Estero y terminaron entre las provincias de Tucumán, Santiago y Catamarca”, concluyó Rodríguez Prado.