Crearán 40 espacios para asistir a niños vulnerables

Son los llamados Espacios de Primera Infancia, que contienen a chicos de hasta 3 años y controlan su salud.

Crearán 40 espacios para asistir a niños vulnerables
Crearán 40 espacios para asistir a niños vulnerables

En el contexto de la cumbre del G20 que tiene lugar en Buenos Aires, la primera dama argentina Juliana Awada presentó ayer a las otras primeras damas que llegaron al país el Plan Nacional de Primera Infancia. Se trata de un proyecto social que busca garantizar que todos los chicos del país tengan las mismas oportunidades de satisfacer sus necesidades sociales, sanitarias, educativas y nutricionales.

Si bien la génesis del proyecto se dio en la Ciudad de Buenos Aires, la iniciativa ya trascendió los límites de esa provincia y en Mendoza ya hay 13 Espacios de Primera Infancia (EPI) funcionando en zonas vulnerables, que asisten y contienen a niños de entre 1 y 3 años (de forma directa) y a sus familias (de forma indirecta). Trabajan con niños que aún no están en edad escolar y los contiene mientras sus padres están trabajando; además de hacerles un seguimiento y abordaje psicosocial, de psicomotricidad y sanitario.

En la provincia, los EPI que ya están funcionando están vinculados a entidades no gubernamentales. Sin embargo, la Provincia está preparando 40 establecimientos más (en instalaciones ya existentes) para que puedan operar como estos espacios.

En una primera etapa, la Provincia prevé inaugurar 14 EPI. Y el gobernador Alfredo Cornejo ya firmó los decretos para que se empiece a trabajar en su puesta en marcha.

Los nuevos EPI tendrán una dependencia estatal directa (ya sea por medio del Gobierno o los municipios) y funcionarán en Centros de Desarrollo de Infancia y Familia (CDIF) que ya hay en la provincia, y que actualmente asisten a más de 1.000 chicos mendocinos.

Uno de los requisitos indispensables de la Nación para reconocerlos como espacios de primera infancia es que cumplan con ciertas condiciones de infraestructura. Por esta razón es que el Ejecutivo nacional ya desembolsó 5.000.000 de pesos, fondos con los que se están poniendo a punto los centros.

Una vez operativos, cada espacio recibirá un subsidio mensual de 800 pesos, también de parte de la Nación. Y a las funciones que ya cumplen como centros de desarrollo le agregarán el seguimiento y abordaje ya mencionado para niños hasta 3 años. A nivel nacional, los EPI contemplan a chicos de hasta 4 años, pero aquí en Mendoza los niños que llegan a esa edad comienzan la escolarización.

Un rol clave

El trabajo de los Espacios de Primera Infancia (EPI) y de sus referentes no sabe de días no hábiles, ni de horarios.

"Hay muchísimo de vocación acá. Yo prefiero mil veces trabajar en estos espacios y no en un consultorio", resume con sinceridad Celeste Blanc, psicóloga que asiste y trabaja con chicos de entre 1 y 3 años del EPI Buena Cosecha, de El Algarrobal.

Este espacio se encuentra en la zona de fincas y hornos ladrilleros. Depende de la fundación Vínculos Estratégicos, y trabaja con 20 niños de entre 1 y 3 años durante todo el año: solamente cierra en enero, aunque es también un cierre simbólico ya que el acompañamiento y asistencia a niños y familias del lugar es también permanente.

"Muchas madres trabajan en la cosecha o en los hornos de ladrillos, por lo que dejan acá a los niños. Además del cuidado, se les da desayuno y almuerzo de lunes a viernes; y se les hace un acompañamiento de salud", agregó Celeste.

Además, a los chicos también se les hace un seguimiento y control sanitario periódico, que se coordina con el hospital Gailhac, en el caso de los espacios de El Algarrobal.

La ubicación de los 13 EPI que ya están operativos en Mendoza no es caprichosa. Al igual que los de El Algarrobal; los otros espacios tienen sede también en puntos vulnerables, cerca de las fincas donde los adultos cosechan.

Cada EPI trabaja con entre 20 y 60 chicos; y en el caso de los no gubernamentales reciben un aporte de la Nación que asciende a 1.200 pesos mensuales por chico.

"La idea es dar un abordaje integral donde se pueda hacer un diagnóstico psicosocial, no sólo del niño sino también de la mamá. Para que sea ella quien eduque y dé las pautas. Se busca que la mamá tenga mucha presencia y que sea ella la estimuladora, que se convierta en una referente", agregó por su parte Graciela Baccarelli, presidenta de la Fundación Vínculos Estratégicos y de la Federación de entidades no gubernamentales de niñez, adolescencia y familia de Mendoza.

Además, existe un trabajo en gestión asociada entre asociaciones, municipios y Gobierno. "La mayoría son Servicios Educativos de Origen Social, una figura que cumple justamente hoy (por ayer) 30 años en Mendoza. En ese sentido, Mendoza está un paso adelante respecto a otras provincias", agregó Baccarelli.

"Buena cosecha" está en calle Lavalle y callejón San Esteban; frente a la iglesia, la posta sanitaria y la escuela de esa zona. "Al estar tan cerca de la escuela, es una facilidad para los padres que llevan a los hijos más grandes a la escuela y a los niños los dejan acá. En este mismo lugar está funcionando también el CAE (Centro de apoyo escolar) para los chicos que están en la escuela. Y hacemos talleres para padres también. Ha dado muy buenos resultados, la comunidad se acerca mucho más y el cambio en este último año -desde que llegamos- ha sido muy notorio", siguió la referente.

Resultados

Las madres y padres de los niños reconocen el rol clave de estos espacios. "Soy enfermera y trabajo toda la noche. Cuando vuelvo de trabajar, traigo a mi hijo acá y yo puedo ir a descansar sabiendo que está bien", sintetizó Silvia.

En la misma sintonía, Érica celebró la función del EPI de El Algarrobal de abajo. "Nos ha ayudado muchísimo. Mi hijo cumplió 4 años y tuvo que irse y lloraba porque quería seguir viniendo. Ha aprendido un montón, sobre todo a compartir", resumió la mujer.

"Mientras más chicos son cuando reciben la estimulación, mejor. Se desenvuelven y hablan mejor los chicos", coincidieron.

En el barrio Victoria (también de ese distrito de Las Heras) hay otro EPI: "Vínculos". Este tiene 2 salas para chicos de 2 y 3 años; y también articulan los controles sanitarios. Además, en el mismo establecimiento funciona otro CAE y un centro de capacitación en trabajo (CCT) para los adultos.

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