La disposición final de los residuos ya sea urbanos y de la industria son una preocupación de muchos sectores que ven cómo crece exponencialmente su producción. Por ello, el reciclado y aprovechamiento de éstos es una alternativa para evitar su acumulación y una posible manera de abaratar costos.
Encaminado en este sentido, un grupo de técnicos y profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Industrial- INTI San Luis elaboró una pintura tipo látex a partir de cáscara de huevo. Según explican el mayor logro tienen que ver con darle un valor agregado a las 58.260 toneladas por año que se desechan sin utilidad alguna aportando una solución ambiental.
Lo que se obtiene luego de procesarla es el Carbonato de Calcio (CaCO3), del cual está compuesto el 94% de esta cubierta y que en el caso de la pintura se usa como parte de los elementos sólidos para otorgarle más peso.
Gracias a esto el producto final tiene mayor poder cubritivo de la superficie pintada. Aseguran que la calidad es igual a la que ya se encuentra en el mercado, con las mismas características y que incluso permite darle el color deseado.
Quienes participaron forman parte de la Unidad Técnica de Medio Ambiente y el Centro INTI-Procesos Superficiales de esa provincia.
El grupo está formado por la ingeniera química Mónica Pinto y tres estudiantes de esta carrera próximos a recibirse: Santiago Ivan Tovi, Marcelo Noverisi y Víctor Goicoa con el apoyo de Mirta Poseto, directora del INTI San Luis.
Uno de ellos, Víctor Goicoa, explicó que surgió como un proyecto orientado a mejorar la gestión de los desechos que origina el sector agroindustrial.
En una primera etapa se hizo un relevamiento para saber qué es lo que se hacía con ellos y luego realizaron una tipología de residuos para determinar a qué proporción se le daba un valor agregado.
En una segunda instancia la intención fue buscar alternativas de uso para aquellos desaprovechados y producidos en cantidad.
"La cáscara de huevo en la actualidad no tiene un uso a nivel industrial. Muchos la usan para hacer artesanías o para las plantas pero es a muy pequeña escala, no es una forma práctica de agregarle valor", señaló Goicoa.
Industrialización
La disposición del residuo de cáscara de huevo es un problema, dado que como contiene parte orgánica, al descomponerse, emana mal olor.
En un documento elaborado por el grupo de investigadores se detalla que la producción de huevo en Argentina alcanza los 9.710 millones de unidades por año, de los cuales 1.276 se destinan al sector industrial que las reelabora en forma líquida o en polvo. Lo obtenido se usa mayormente para la fabricación de panificados a gran y mediana escala.
Además, el carbonato de calcio se usa en varias ramas de la industria como la elaboración de plásticos y productos de limpieza.
A partir de la propuesta de estos técnicos se podrá ofrecer una alternativa a las empresas que trabajen con huevo para que en caso de estar interesadas puedan recuperar parte de la inversión a través del procesamiento de la cáscara ya que el traslado de los residuos también tiene un costo y requiere una logística.
Es una de las alternativas que se contemplan por lo cual trabajan en ofrecer una propuesta integral completamente desarrollada de todo el proceso.
Los pasos seguidos por el equipo incluyeron el lavado, la reducción del tamaño y disminución de la carga orgánica (en su mayoría láminas o excrementos) para así obtener el CO3Ca para reuso industrial.
Ahora trabajan para mejorar el proceso de limpieza y almacenaje con el objetivo de eliminar toda parte orgánica y evitar así la descomposición de este desecho al almacenarlo.
Al respecto la ingeniera Mónica Pinto, referente del Centro INTI-Proceso Superficiales explicó: "Nuestra tarea es optimizar la limpieza de esas cáscaras, buscar un método de almacenaje que asegure que no se van a contaminar y que no entrará humedad, de esa manera reducimos las posibilidades del desarrollo de bacterias".
En cuanto a la disponibilidad de la pintura para su comercialización, Goicoa dijo que "si hay una empresa interesada en hacer este tipo de procesamiento en el mediano plazo, no tendría que hacer ningún desarrollo". El próximo paso es mejorar la eficiencia de la etapa de lavado, realizar ensayos más exigentes como las pruebas de aplicabilidad y envejecimiento, entre otros objetivos.
Actualmente, el grupo de investigación trabaja en una utilidad para los desechos de plásticos compuestos que no entran en reciclado convencional.