Las viviendas industrializadas han llegado para quedarse. Sus ventajas –rapidez de ejecución, contención de costes, eficiencia energética y sostenibilidad ambiental– resultan imbatibles frente a la construcción convencional. Además, la constante mejora de las técnicas constructivas y los materiales a disposición de arquitectos y constructores permite superar aquello que asociaba prefabricación y diseño estandarizado y pobre. Hoy en día es posible crear una casa prefabricada sin limitaciones estéticas ni de tamaño.
La construcción prefabricada suele asociarse con la madera, por ser un material liviano y fácil de mecanizar. Pero el desarrollo de hormigones arquitectónicos más ligeros ha permitido reducir espesores y pesos, facilitando una mayor versatilidad en la creación de los elementos constructivos y su posterior montaje. Los prefabricados de hormigón confieren estabilidad, resistencia y durabilidad a los edificios, y además son fáciles de reciclar. Por no mencionar su excelente inercia térmica, que tiene efectos beneficiosos en la regulación de la temperatura dentro del edificio y en consecuencia aporta un mayor ahorro energético. Por último, dado que en muchos casos no necesita revestimiento, el hormigón emite niveles muy bajos o nulos de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV).
Existe un sistema constructivo a partir del hormigón. Se llama Artic Wall, un muro sándwich compuesto por una capa exterior de 7 cm de hormigón blanco arquitectónico, una capa intermedia de 9 cm de aislamiento de alto rendimiento y una capa interior de hormigón estructural de 15 cm. Con este sistema se pueden crear espacios diáfanos de hasta 10 x 10 metros con una estética depurada, sin mantenimiento y con una eficiencia energética tres veces más elevadas que en una casa tradicional. Aplicando esta metodología y otros recursos de la arquitectura bioclimática, se puede crear una casa pasiva o de consumo casi nulo.
La inversión en este tipo de casas queda sobradamente amortizada al cabo de pocos años con el ahorro en gasto energético y mantenimiento que se obtiene.
La prefabricación tiene mucho que decir en el futuro sostenible de un sector, el de la construcción, que tiene un gran impacto medioambiental. Con una casa prefabricada de hormigón estarás contribuyendo a reducir tu huella contaminante sin renunciar al confort y la belleza de un espacio bien diseñado.
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