En las instalaciones del estadio Gustavo Torito Rodríguez, de San Martín, se producirá el pesaje de las peleas que se disputarán mañana. En el choque estelar de la noche, el mendocino Juan Carlos Reveco, campeón mosca, y el tailandés, Yodmongkol Vor Saengthep, campeón interino mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), unificarán coronas.
Hoy, desde las 17 será el pesaje oficial de la velada que también tendrá como fondista a Betiana Viñas (mendocina por adopción y entrena bajo la dirección de Pablo Chacón) y la cordobesa, Natalia "Cobrita" Aguirre, que disputarán el título mundial vacante superpluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) a la distancia de 10 asaltos.
En el semifondo combatirá la púgil y figura del ámbito esteño, Yésica Marcos, campeona mundial supergallo. Marcos se medirá con la paraguaya Antonina Ayala Vázquez, en 8 rounds en la categoría superpluma, pero sin título en juego.
Reveco llega en grandes condiciones a una pelea que se postergó en dos ocasiones y ante un difícil rival que viene a "noquearlo", según sus propias declaraciones.
Claro que noquear a Cotón Reveco no es una empresa sencilla, ni siquiera en pensar en llegar a ganarle por puntos, más allá de que el tailandés posee un récord idéntico al del malargüino.
La Bety y su gran chance
Betiana Viñas tendrá su segunda chance mundial, justamente por la misma corona que combatió hace trece meses frente a Claudia “La Chica 10”, López y con quien perdió por puntos en un polémico fallo localista.
“La Terrible” Viñas sueña con el título mundial desde que llegó a Mendoza hace 5 años. “Ése siempre ha sido el gran objetivo”, desliza. Claro que combatirá en una categoría que no le favorece mucho y frente a una rival zurda y complicada.
Sobrada de peso, la pupila de Chacón ayer realizó un trabajo aeróbico en horas de la tarde durante, 1 hora y 20 minutos, incluyendo varios rounds de manopla.
“Espero poder cumplir con mi sueño esta vez. Estoy preparada para eso, aunque es una rival rara, difícil”, dice mientras se venda.
Viñas es una rionegrina que creció en Neuquén. “Mucha gente piensa eso, que soy neuquina, y allá la gente se me enoja... soy de los dos lugares porque nací en uno y me crié en el otro” agrega, como complaciendo.
Desde hace meses espera una pelea. Las postergaciones se han dado una tras otra. “Algún día tenía que pelear -dice sonriente y explica-: “Estoy contenta con esta posibilidad, tranquila y muy bien entrenada. Llego muy bien a la categoría e incluso estoy sobrada de peso”, contó.
El fan N° 1 de Betiana es su padre Gustavo, quien siempre viaja desde Neuquén a nuestra provincia para estar al lado de su hija. Por un tema de salud en esta ocasión no podrá estar.
"Mi papá está prácticamente ciego (es diabético) y quería venir, pero le dije que no se hiciera problemas. Él mira mis peleas por televisión) ¿ y sabés qué ? Cuando peleo, él ve, recupera la vista. No me preguntes cómo. Es así”, relata con una gran ternura, mientras se encamina al ring.
