Costumbres mendocinas

Al igual que en la temporada anterior, en 1998/99 San Martín mantuvo la categoría tras vencer (2-0) a Godoy Cruz en la última fecha.

Costumbres mendocinas
Costumbres mendocinas

Tras la milagrosa salvación en pleno Mundial de Fútbol de Francia 1998, con el recordado y polémico empate 0-0 frente a Godoy Cruz en el Malvinas Argentinas, San Martín afrontaba una nueva temporada en la segunda división del fútbol argentino.

Bajo la dirección técnica de Raúl Tamagnone, el Chacarero se reforzó con algunos futbolistas de renombre para la categoría como, por ejemplo, Ricardo Horacio Dillon, Alejandro Batalla, Claudio Demaría, Omar Vargas, Luis Ramos, Federico Sánchez, Marcelo Gervasoni y Leonardo Selenzo.

Al igual que la temporada anterior, el Albirrojo comenzó mal (lo que motivó la salida de Tamagnone y la llegada de Ragusa). De hecho, recién pudo sumar de a tres en la séptima fecha: victoria 2 a 1 ante Rafaela.

Se mantuvo cuatro fechas invicto y volvió a caer ante Juventud Antoniana de Salta. Tras derrotar a Huracán Corrientes en el Este y caer en Bahía Blanca, el León protagonizó su mejor partido en la temporada que terminó en un electrizante 3 a 3 en el Libertador General San Martín.

El Chacarero ganaba 3 a 2 y por un penal dudoso, los cordobeses llegaron al empate por intermedio de Daniel ‘Miliki’ Jiménez. El Cogote Dillon, autor de dos goles, fue la gran figura de la noche. Instituto, dirigido por Juan José López, ascendió a Primera División en aquel campeonato.

Otra vez en esta temporada San Martín enfrentaba en la última fecha a Godoy Cruz. Para quedarse en la categoría, el León debía ganar y esperar una derrota de Huracán Corrientes en Salta. Se habló de un misterioso viaje entre semana de un jugador a Salta.

Ganó San Martín 2 a 0, los correntinos cayeron y el León se quedó en la B Nacional. Ya en el Reducido por el segundo ascenso (lo integraron el resto de los equipos que no jugaron la final), San Martín fue eliminado por Olimpo en Octavos.

'Hacha' Almeida y el partido de su vida

El cuerpo siempre da señales. Y una de ellas fue la que sintió Osvaldo Iván Almeida durante la pretemporada del plantel del Atlético Club San Martín en Uspallata.

El “Hachita” empezó con muchos dolores en la cintura y, en primera instancia, los médicos pensaron que se trataba de una contractura.

El defensor entrenó varios días de manera diferenciada y como faltaban pocos días para el inicio del campeonato, calmó momentáneamente el dolor con las infiltraciones de corticoide  (típicas en estos casos) durante toda la pretemporada y los primeros dos partidos del torneo.

Fue hasta que el cuerpo dijo basta. El doctor Juan Carlos Luque, con su sapiencia y calidad de padre espiritual, tomó cartas en el asunto y los exámenes se fueron profundizando hasta determinar la instalación de un quiste entre vértebra y médula, a la altura de la tercera y cuarta pieza de la columna vertebral.

La dirigencia de San Martín movilizó sus contactos, con el permanente asesoramiento del doctor Luque, para determinar la intervención quirúrgica en un instituto especializado en la Capital Federal. Lo operaron el 25 de setiembre de 1998.

“Hicimos varias interconsultas. Me iban a operar en Córdoba, pero por intermedio de Agremiados me operaron en la Clínica Cardiovascular de Buenos Aires. El doctor Charadío me advirtió que el tumor era muy grande y que al sacarlo corría el riesgo de dañarme la médula y perder movilidad en el cuerpo. Gracias a Dios salió todo bien”, rememoró Almeida.

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