Más allá de que existen nomencladores puntuales que estipulan los costos de los diferentes servicios sanitarios -en el sector público y en el privado-, resulta difícil hablar de montos unificados de prestaciones en las clínicas y hospitales de la provincia. Más complicado aún es hacerlo en épocas de pandemia de coronavirus, cuando la evolución del panorama es lo que marca la agenda y va motorizando las medidas o decisiones que se adoptan.
En este sentido, los convenios con las obras sociales o prepagas también son un actor fundamental al momento de la ecuación final.
No obstante, existen valores estándares sobre los que se pueden hacer estimaciones. En el sector público, el día de internación en una sala de aislamiento oscila entre los $ 17.000 y $ 20.000, según destacaron desde el Ministerio de Salud. No obstante, en caso de precisarse internación en terapia, el costo diario en los hospitales públicos de Mendoza arranca en los $ 40.000. Y según la medicación, la situación particular del paciente (que incluye si presenta además otros cuadros) y si llega a requerir entubación y respirador, el costo puede llegar hasta los $ 100.000 por día.
El detalle, según aclararon desde el Ejecutivo, es que el Estado costeará los costos de internación en aquellos casos de personas sin cobertura social. Mientras que en el caso de los que dispongan de cobertura, los gastos serán facturados a las obras sociales. Pero en ningún caso se hará un cobro directo a los pacientes.
En el sector privado, en tanto, -según destacaron desde la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa)-, un día de internación en la denominada sala común ronda en los $ 17.000. Mientras que el día de internación en terapia implica una inversión cercana a los $ 37.000 (siempre como base). Estos valores no incluyen la medicación ni el uso de respirador (a diferencia de las estimaciones calculadas desde el sector de la salud pública). Y son los costos que los establecimientos pasan a las obras sociales sindicales.
En tanto, en los establecimientos privados los costos pueden estirarse a entre $ 6.000 y $ 7.000 más en caso de que sea necesario "bloquear" una cama (si el paciente necesita la habitación aislada).
"Hoy el costo por habitación es muy alto porque, al estar en etapa de contención, hace falta aislar ciertas habitaciones o sectores. Entonces los profesionales tienen que cambiarse la ropa unas ocho veces al día en caso de quienes están en sala común y unas 15 veces para terapia. Y ese kit de protección tiene un costo, además del adicional por bloquear la otra cama. Pero una vez que se empiece con la etapa de mitigación y se tenga todo un piso aislado para Covid-19, todo el espacio y el tiempo de trabajo del profesional va a estar destinado a esta tarea y no serán necesarios tantos cambios de vestimenta", destacó el presidente de la Aclisa -y también de Argentina- José Luis Sánchez Rivas.
El profesional destacó que son costos que no van a variar en esta etapa, aunque agregó que aún no tienen siquiera fijados valores reales con obras sociales sindicales ni con OSEP o PAMI. "En algún momento tendremos una especie de lista de precios. Pero está claro que ninguna clínica piensa en hacer un negocio con el Covid-19. De hecho se está viendo cómo se pueden cubrir los costos", aclaró.
En detalle
En lo que hace a las prestaciones del sistema de salud (público y privado), son varios los factores intervinientes en la ecuación de costos. Y todos se trasladan al monto final a facturar y cobrar.
Uno de los más importantes es la medicación y hasta la fecha no hay certezas sobre lo que puede llegar a necesitar para ese rubro en cuanto a gastos cuantificados. También pesan la indumentaria y los elementos de prevención y seguridad. Desde que se declaró la pandemia, muchos de estos productos han sufrido considerables aumentos. Según destacaron desde el Ministerio de Salud, los barbijos de triple capa (los más comunes) pasaron de costar $ 5 cada uno en febrero a $ 100 pesos en la actualidad. Lo mismo ocurrió con las chaquetillas descartables, que se conseguían a $ 35 en febrero, mientras que en la actualidad rondan los $ 300. Es por esta razón que hospitales como el Central han hechos contratos y convenios directos con trabajadores textiles, para que confeccionen, con un considerable ahorro en los gastos.
En cuanto al equipamiento más sofisticado (como es el caso de los respiradores) o a la medicación, todavía no se tiene una idea exacta de costos. No obstante, desde el sector sanitario resaltan que es muy variable. Por ejemplo, hay que tener en cuenta si el tratamiento para el paciente es meramente por Covid-19 o si llega a la sala con otro cuadro. Entre las víctimas que contabiliza Mendoza hasta la fecha, una de ellas fue ingresada por una neumonía y otra tenía cáncer, además de la infección con coronavirus constatada luego de la internación.
"Tampoco sabemos cómo se va a facturar todavía. Al estar aún en una etapa de contención, el protocolo estipula aislar a un paciente en sala común (si es leve) o en terapia (si es grave). Es probable que cuando entremos en la etapa de mitigación y las camas estén reservadas para casos graves, los aislamientos leves se hagan en las casas", sintetizó Sánchez Rivas.
Los costos de los kits de protección para los profesionales oscilan entre $ 1.200 pesos -para sala común- y $ 1.800 pesos -terapia intensiva-. "Estamos hablando de al menos $ 10.000 diarios sólo en kits", continuó.
En cuanto al gasto en habitación, en las clínicas y sanatorios privados de Mendoza rondan entre los $ 10.000 diarios -sala común- y los $ 25.000 diarios -terapia-. Esto en un contexto de patología simple. Y, vale aclarar, sin incluir las drogas o puesta en funcionamiento de respiradores.
Piden que se autoricen las cirugías programadas
Dentro del sector privado de salud, la Clínica de Cuyo y el Hospital Español son los dos efectores mendocinos que han sido autorizados a efectuar testeos de Covid-19. Y son los establecimientos privados que más pacientes han atendido con este tipo de casos también.
"En la Clínica de Cuyo activamos el protocolo de Covid-19 hace unos 50 días, antes incluso de que llegara el primer caso sospechoso (hace más de 30 días). Desde el día uno se blindó el sector, y por eso somos de las pocas instituciones donde no hay personal infectado. No hay contagio cruzado, porque el personal que trabaja en esa área aislada no trabaja en otros sectores", indicaron el director médico de la Clínica de Cuyo, Andrés Donadi y el presidente del directorio, Federico López.
En las próximas semanas quedará inaugurado el nuevo sector del edificio -lindante con calle Primitivo de la Reta- y la intención es que esté operativo en su totalidad cuando llegue el esperado pico de contagios, también disponible para su atención.
En este contexto, ambos plantearon la necesidad de que la Nación considere la posibilidad de que las clínicas y hospitales privados puedan retomar por estos días otras atenciones y cirugías que habían sido programadas y debieron posponerse. "Sería bueno que a cualquier persona que tenga necesidad de atención hoy, se le pueda dar respuesta. Es preferible que se haga hoy y no cuando siga pasando el tiempo, se llegue al pico de contagios y se incremente la atención de Covid-19", se explayó López.
Si bien los representantes de esta clínica privada coinciden en que la estrategia de la Nación de liberar las cirugías fue lógica para achatar la curva en un primer momento, consideran que -por medio de cada provincia- debería estudiarse y analizarse en detalle la situación de las diferentes dependencias (una por una). Y, en caso de contar con todos los requisitos y medidas, se les podría otorgar una habilitación para otras intervenciones (actualmente la Clínica de Cuyo sólo trabaja -además de coronavirus- con emergencias, pacientes oncológicos y maternidad).
Incluso, el director médico propuso tomar el funcionamiento de la Maternidad como experiencia piloto.
"Actualmente la Maternidad de la clínica está ocupada al 100% y no hemos tenido ningún problema allí. Así que podría imitarse esta experiencia en los otros servicios", acotó Donadi.
