Costa Amalfitana: pueblos blancos entre las montañas y el mar

Postal de Italia: pasajes cautivadores, elegida por románticos. Uno de los sitios preferidos por los bohemios es el teatro de la ópera.

Costa Amalfitana: pueblos blancos entre  las montañas y el mar
Costa Amalfitana: pueblos blancos entre las montañas y el mar

La Costa Amalfitana es uno de los principales destinos turísticos de Italia. Se popularizó su belleza después de que algunos famosos la descubrieron, convirtiéndola en el lugar donde los románticos hallan el entorno perfecto.

Ubicada en la región de Campania entre Nápoles y Salerno a lo largo de unos 50 kilómetros de la costa meridional de la península Sorrentina, se extiende uno de los  litorales más espectaculares de Europa. Acantilados escalonados en terrazas con aromáticos limoneros se desploman frente al Mar Tirreno, mientras que coloridas villas se aferran precariamente a las laderas del mar. Es uno de los lugares más bellos del mundo con el encanto mediterráneo de su gente, y la certeza de un camino que juega entre el mar, la montaña, los acantilados y los pequeños conglomerados de antaño.

Sorrento es un poblado ubicado estratégicamente. Su panorama permite visualizar desde el Golfo de Nápoles al Vesubio. A su Norte se encuentra Pompeya, con sus yacimientos arqueológicos. Hacia el Oeste, la carretera costea la maravilla amalfitana, mientras que enfrentada se ubica la preciosa isla de Capri. Según una leyenda griega, en las aguas de Sorrento vivían sirenas de las cuales los marinos de la antigüedad no podían resistirse a los cantos seductores de estos seres, pero sus playas no permiten bañarse aunque el movimiento de su gente, sus pequeñas callecitas y el colorido de sus tiendas y bares hacen concentrar la atención en otros lares. Este poblado, considerado la capital del Limón, es un buen sitio donde compartir un lemonchelo y emprender el viaje por la Costa Amalfitana costeando el Golfo de Salerno.

La mejor época para visitarla es en primavera o en otoño  con la opción de tomar buses que paran en las diferentes villas. Desde Nápoles se puede tomar el tren o llegar en barco, teniendo la opción de descender en Positano, Amalfi, Sorrento o Salerno por un valor que oscila entre los 8 y los 15 euros dependiendo el destino. La ruta costea permanentemente el mar por lo que rentar movilidad puede ser una gran idea que no tiene riesgos, ya que es fácil seguir el camino. La motocicleta es sin lugar a dudas la mejor opción, tanto por la estrechez de sus calles como por la forma en que el paisaje atrapa. 

Entre las paradas supremas, aparece Positano, un pueblo para tener en un cuadro, con casitas apiñadas en la pendiente y empinadas calles bordeadas de escalinatas con puestos de joyerías, hoteles elegantes y restaurantes refinados que reciben el aire yodado del mar y combinan su encanto con la sensación de lo antiguo y ajado.

Entre los grandes atractivos está la cúpula azulejada de la Iglesia Santa María Assunta donde se halla la Virgen Bicentina Negra del siglo XIII, uno de los íconos más visitados.  Positano se halla dividido en dos por un acantilado donde se levanta la Torre Transita. Al Oeste, se ubica la pequeña playa Fornillo, la parte más económica donde se pueden realizar buceos y al Este aparece Spiagga Grande que da la espalda al centro urbano siendo un sitio más glamoroso. Desde allí, se puede tomar un ferry y cruzar en 40 minutos a la Isla de Capri. Positano ofrece pasadizos increíbles, con callecitas tipo pasillo donde pueden aparecer tiendas exquisitas, pastelerías o simplemente caminos repletos de flora y, cada tanto, los desniveles de la villa dejan ver la playa que parece en una lejanía. 

Unos 15 kilómetros más costeando el Golfo de Salerno, aparece Amalfi. Cuesta creer que con sus plazas soleadas y su apacible playita fuera una superpotencia marítima que contuviera a una población de 70.000 personas. Lo que se llama la Ciudad Vieja junto con sus habitantes se hundió por completo en el terremoto de 1343, lo que la convirtió en una zona aislada por mucho tiempo hasta que, a comienzos del siglo XX, ese retiro atraería visitantes. Este pequeño poblado puede recorrerse caminando de extremo a extremo en sólo 20 minutos. Los autobuses llegan a la Plaza Flavio Gioia. En pocos pasos aparece Piazza del Duomo con la Catedral Sant´Andrea que dibuja su formidable estampa al final de la larga escalinata.

Sepa más

Los ómnibus recorren la costa todo el año prestando un servicio desde Sorrento a Salerno de 3 euros pasando por Amalfi, Positano y Ravello. Además este recorrido viene desde Roma y finaliza en Salerno. Los barcos suelen funcionar de abril a octubre saliendo 3 ó 4 veces al día desde Napoles a Sorrento por 7 euros, 15 a Amalfi o Positano y 17 a Salerno.

En Sorrento se puede contratar un city tour donde que permite a los pasajeros subirse y bajarse cuantas veces quieran. Tiene un costo de 12 euros. Imperdible: Pompeya y su ciudad petrificada, del mismo modo que la isla de Capri y su belleza natural en la Grotta Azulina. Si se opta por movilidad propia, el retorno es conveniente hacerlo por la zona de montaña.

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