Cosmos: el equipo de las estrellas

Con Franz Beckenbauer y Giorgio Chinaglia como principales figuras, el equipo norteamericano inició una catarata de visitas a la provincia

Cosmos: el equipo de las estrellas
Cosmos: el equipo de las estrellas

"Parecen aviones". Esa fue la definición de Eduardo Francisco Bazán para ejemplificar el juego del Cosmos. Lo dijo en el camarín de los "Azules" después del 2 a 1 adverso para el campeón mendocino, donde las opiniones fueron unánimes al reconocer la legítima victoria del equipo norteamericano.

También lo admitió Hardan Curi aquella noche, que con toda sinceridad señaló: "No sólo nos ganaron bien, sino que nos ganó un gran equipo. Ellos jugaron mucho mejor que contra Belgrano en Córdoba".

Todo ocurrió el domingo 12 de noviembre de 1978 en el Malvinas Argentinas. El Cosmos, ese equipo que hizo historia en el fútbol estadounidense, dejó a un Independiente Rivadavia que por aquella época era imbatible, sin un invicto de 23 partidos.

En ese equipo estadounidense jugaba el Kaiser Franz Beckenbauer, un exquisito del fútbol que, convertido en volante central, movía los hilos del equipo. De hecho no sólo armó varias jugadas de peligro, sino que convirtió el segundo tanto y hasta se perdió uno con el arco sólo porque se terminó resbalando.

Y tenía como goleador a Giorgio Chinaglia un jugador italiano que creció y empezó a jugar al fútbol en Cardiff, más precisamente en el Swansea City en 1964. Un año más tarde, con sólo 19 años, volvió a Italia para jugar en el Massese, y luego Internapoli, antes de fichar por Lazio en 1969. Con el Lazio marcó 98 goles en 209 partidos de liga, incluyendo 24 goles en la temporada 1973-74 para conducir el club a su primer Scudetto.

En 1976, Chinaglia dejó la Lazio para firmar por el New York Cosmos de la North American Soccer League. Con el equipo neoyorquino ganó cuatro títulos de liga, y se retiró en 1983 con el récord de goles de todos los tiempos de la NASL  (231) y siendo el máximo goleador del torneo  cuatro temporadas seguidas.

"Me ha maravillado Argentina. No creía que fuera tan avanzada. Hemos recorrido todos los países de Sudamérica y la Argentina es totalmente diferente", comentó el italiano en su estancia en Mendoza, donde también habló del equipo nacional que venía de consagrarse campeón del mundo:

"La Selección argentina campeona y la que vi en el '74 son muy diferentes. Otra mentalidad. Gran parte del mérito, creo que le corresponde a Menotti, que hizo posible ese cambio. He visto el seleccionado juvenil, al que enfrentamos hace unos días en Tucumán y tienen unos muchachos que dentro de cuatro años quién sabe adónde arribarán… Tienen un futuro "rosado" realmente". Obvio que los jugadores a los que se refería eran Maradona y Ramón Díaz, entre otros.

En ese plantel plagado de estrellas también se destacaba el brasileño Carlos Alberto (campeón del mundo en 1970 y compañero de Pelé, el que llegaría al plantel yanqui un tiempo después). “He jugado varias veces en la Argentina, pero en esta provincia será la primera vez. Tengo referencias que es una gran ciudad con paisajes cordilleranos de excelencia. No conozco a Independiente Rivadavia, pero sí pueden estar tranquilos los mendocinos que no daremos ventaja y saldremos a buscar el triunfo desde el vamos”, dijo.

El español que llegó  desde la Universidad

Otro personaje que había en aquel equipo eran el español Formoso, quien había nacido en Vigo, Galicia, pero se formó en Nueva York donde se fue a vivir a los 15 años. Jugó primero en el fútbol amateur, en el club España, y su oportunidad para llegar al Cosmos fue gracias a una beca para estudiar en la Universidad de Pensilvania. "Estudié dos años Literatura y Arte, y allí me seleccionó el comité olímpico de Estados Unidos para los Juegos Panamericanos de México en el '75", contaba.

"Luego falleció mi padre y tuve que dejar los estudios para dedicarme al fútbol profesionalmente. Jugué en el Bicentenial y cuando el equipo se trasladó de la costa Este a la Oeste, acepté el ofrecimiento del Cosmos", dijo a Los Andes.

También vino a Mendoza con los neoyorquinos el iraní Eskandarian que fue contratado luego del Mundial en la Argentina y que ya conocía la provincia. “La diferencia entre lo que gano ahora en el Cosmos y lo que ganaba en el fútbol de mi país es importante”. Con una sonrisa expresó luego que conociendo al seleccionado holandés al que enfrentó en Mendoza, hubiera apostado por ese equipo en la final contra Argentina.

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