Lo primero que suelen mirar los demás son nuestros ojos. Sin embargo, la piel que los rodea es una de las partes del rostro en la que el proceso de envejecimiento natural se hace visible rápido.
De acuerdo con los dermatólogos, hay muchas explicaciones para esto: una es que la piel alrededor de los ojos es diez veces más fina que la del resto de la cara. Los movimientos diarios del rostro hacen, además, que esa zona se arrugue más. A esto se suma que, en esa parte de la cara, la piel no cuenta con glándulas sebáceas, por lo que por naturaleza es seca.
Por eso es indispensable prestarle especial atención a esta zona. Hay que evitar toda sustancia irritante en la limpieza de la piel. Como en esta parte la piel es muy finita, es más fácil que se irrite.
La mayoría de las mujeres cree que su crema de día normal es suficiente para la zona de los ojos. En líneas generales, no suele bastar y a veces es contraproducente, ya que muchas cremas hidratantes contienen perfumes y activos que pueden ser irritantes. Por eso, el contorno de los ojos requiere de cremas especiales.
Una de las sustancias activas que ha demostrado más efectividad es el ácido hialurónico. Es producido por la piel de las personas: actúa como relleno de la tez desde dentro y fortalece las fibras de colágeno. Pero, al entrar en la treintena, la producción de ácido hialurónico decae, y se nota alrededor de los ojos: se pierde humedad y se comienzan a formar arruguitas.
El ácido hialurónico retiene humedad como si se tratara de una esponja, de modo de equilibrar la pérdida propia de la piel, por lo que se recomienda para el contorno de ojos. También es efectiva la cafeína que tensa y alisa la piel, además de activar la circulación. Es buena para los ojos hinchados y las ojeras.
Otra sustancia que suele formar parte de la composición de las cremas para ojos es el retinol. Detrás de este término lo que hay es vitamina A, que reconstruye el tejido conjuntivo y bloquea las encimas que barren con el colágeno.
Las mujeres de piel sensible, sin embargo, deben tener cuidado con el retinol. Esto rige aún más para sustancias como la meticona o la dimeticona, ya que se trata de siliconas. Éstas funcionan como "relleno" de las arruguitas. Esto, que suena tan bien, no es necesariamente bueno para la piel, ya que se depositan como una película sobre los poros finos, lo que hace que la piel respire peor y se regenere con mayor dificultad.
