La Corte decidirá sobre un juicio raro

Es por el caso en que dos productores encerraron y robaron a periodistas de Canal 7. Las partes habían llegado a un arreglo económico, pero olvidaron incluir a una obrera boliviana que también fue víctima. Ocurrió el año pasado en Los Corralitos.

La Corte decidirá sobre un juicio raro
La Corte decidirá sobre un juicio raro

La Suprema Corte provincial deberá decidir si los dos productores agrícolas que habrían golpeado y encerrado a dos trabajadores de prensa de Canal 7 deben ser juzgados o bien debe respetarse un acuerdo monetario al que arribaron los presuntos victimarios y víctimas para que el debate no se realizara.

Los productores de Los Corralitos Horacio y Antonio Isgró están imputados del delito de privación de la libertad y robo agravado por el uso de arma.

Pero el caso resulta muy interesante porque, de llegar a debate, se pondrán en juego los derechos de las partes: la propiedad privada (presuntamente invadida por los trabajadores de prensa) y el derecho informar (presuntamente cercenado por los productores agrícolas).

El 12 de noviembre, los jueces de la Tercera Cámara del Crimen (con los votos de Eduardo Martearena y Diego Lusverti, en tanto que Laura Guajardo votó en disidencia) se negaron a homologar un acuerdo entre los abogados del multimedios Uno (por los periodistas Julián Chabert y Raúl "Rulo" Salazar) y los defensores de los Isgró.

Estos mismos abogados presentaron esta semana una apelación a la decisión de los camaristas y el martes próximo, luego de que se venzan los plazos, el expediente pasará a la Suprema Corte, que decidirá la cuestión el año próximo, después que termine la feria judicial de verano.

Un acuerdo espinoso

El 29 de diciembre de 2012, Chabert y Salazar realizaban una nota sobre las condiciones inhumanas del trabajo rural en la zona de Los Corralitos y por eso llegaron hasta la finca de los Isgró, que queda en callejón Carrasco y Ruta 20.

Esperaban encontrarse con inspectores de la Subsecretaría de Trabajo, pero éstos todavía no habían llegado. Entrevistaban a una mujer cuando llegaron los dueños de la finca, presuntamente armados.

Isgró padre los habría insultado y amenazado y Chabert decidió llamar al 911. El chacarero le arrebató el teléfono pero no se apagó, por lo que la policía pudo escuchar la conversación.

Luego, los productores los amenazaron y los obligaron a entrar en una vivienda, donde había una mujer, y allí les dijeron que se desnudaran, les quitaron los teléfonos y los documentos. Luego la policía llegó para restablecer el orden.

La fiscal especial Claudia Ríos investigó el asunto e imputó a los Isgró.

El 10 de noviembre pasado, cuando se iba a realizar el debate correspondiente, los abogados de los implicados organizaron "una solución del conflicto, un acuerdo que iba a dejar sin efecto no sólo la demanda civil, sino la penal.

Chabert y Salazar iban a recibir 70.000 pesos para dejar sin efecto el debate.
 
El fiscal de Cámara Darío Tagua se mostró de acuerdo y presentó la idea a los camaristas, que terminaron rechazándola.

Los abogados cometieron un error: les entregaron cheques a los periodistas pero se "olvidaron" de la parte más débil: la mujer que también habría sufrido un encierro obligado.

Para los jueces resultó jurídicamente "repugnante" pensar que los abogados pretendieran arreglar con dinero delitos que incumben a toda la sociedad.

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