La Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York ratificó ayer la decisión del juez Thomas Griesa de impedir al Bank of New York (BoNY), el pago a holdouts, con fondos depositados por Argentina en el 2014, que correspondían a bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010.
La decisión judicial fue dispuesta por los jueces Robert Katzmann, Gerard Lynch y Jannet Bond Arterton.
“El tribunal de distrito (sur de New York) negó la moción presentada por acreedores en default, aún suponiendo que el pedido se aplique a los activos en cuestión, debido a que esto sería prohibido por la ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera”, se indicó en la decisión adoptada por la Corte de Apelación.
La Justicia estadounidense volvió así a rechazar el pedido realizado por María Lauretta Dussault, una tenedora italiana de bonos argentinos en default, quien ya había obtenido un fallo en contra por parte de Griesa para que el BoNY avanzara con el pago a los tenedores de bonos canjeados en el 2005 y 2010 con fondos por 539 millones de dólares depositados por Argentina en el 2014.
A partir de la decisión adoptada en Nueva York, la Corte de Apelación de esa ciudad dispuso mantener así la prohibición para que el BoNY devuelva los depósitos a la República Argentina, por no contar esta última con el "derecho de posición" de dichas tenencias.
De esta forma, la entidad financiera neoyorquina deberá continuar con el congelamiento de los fondos oportunamente dispuestos por el juzgado de Thomas Griesa.
“Bajo estos conceptos, la República Argentina tiene prohibido conseguir los fondos de vuelta en posición del BoNY, y la República, por lo tanto no cuenta con el derecho a la posición de los fondos”, se explicó en el fallo.
Allí, el tribunal de apelación de New York consignó además que “los derechos de recurrente (en alusión a Dussault) respecto a la propiedad (de los fondos) no son superiores a los derechos del BoNY” y por tal motivo “negó la moción” de apelación presentada por los holdouts contra el fallo de Griesa.
El fallo original de Griesa data del 28 de octubre de 2014 cuando rechazó la demanda al considerar que los fondos “no están” físicamente en los Estados Unidos y por eso, están protegidos por la Ley de Inmunidad Soberana.
“La FSIA (Ley de Inmunidad Soberana por sus siglas en inglés), al tratar con lo que puede ser objeto de traspaso, no menciona bienes situados fuera de los Estados Unidos”, había manifestó Griesa en su orden. El 30 de junio, la Argentina depositó en las cuentas del Bank Of New York Mellon en el BCRA la suma de 539 millones de dólares, correspondientes al pago de servicios de deuda. Griesa ordenó entonces que esos fondos no fueran girados a Nueva York, bloqueando así el pago a bonistas que aceptaron las reestructuraciones de 2005 y 2010.
El magistrado tomó esta decisión luego de que la Argentina no cumpliera con su sentencia de pago en una vez y en efectivo de 1.330 millones de dólares a holdouts que demandaron al país por títulos impagos.